09 diciembre 2025

La camisa del hombre feliz

 ...si la ausencia de deseos y el conocimiento agradecido y humilde de la realidad no se parecen a la felicidad, prefiero no llegar a conocer dicho estado de ánimo. 

El protagonista de La hermana, de Sandor Marai, enfermo e inmóvil.



07 diciembre 2025

La conversación

Eladio se casa con la hija de su jefe, no con miras a ascender en la empresa sino seducido por su belleza. Pronto ella se revela como un temperamento paranoide que no duda en humillar e incluso agredir físicamente a su marido, cuando no le da por jugar a la pobre damita atribulada. Esta historia se presenta en contrapunto con una conversación del propio Eladio, años más tarde, en un avión, con su compañera de asiento, una mujer extremadamente inteligente por la que se va sintiendo fascinado, mientras la simpatía de ella hacia él no deja tampoco de crecer. Ambos se cuentan su vida, persuadidos de que una amistad que dura solo unas horas (no llevan el mismo destino) puede ser la más sincera. Pero sabemos que Eladio no le ha contado toda la verdad, ni mucho menos. ¿Se la ha contado ella?...

Y este es el planteamiento de esta aparente novela rosa (destripe sin piedad: no hay final feliz): la tragedia de un hombre cuya oportunidad para rehacer su vida parece al alcance de la mano pero no la puede agarrar, como si un cristal a prueba de balas se lo impidiera: no solo la vida de uno se halla a un continente de distancia de la de la otra, sino que hay un compromiso (el de ella) de por medio. Por lo demás, ¿podría funcionar algo fundado en un enamoramiento repentino y en una sinceridad parcial?

Una vez más Salisachs brilla a gran altura en el análisis de los sentimientos, a menudo, sin embargo, con cierta oscuridad expresiva, lo cual puede ser un lastre más que una cualidad.

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05 diciembre 2025

Estamos hechos de palabras

El filósofo José Gaos cuenta en sus Confesiones profesionales que a veces Ortega y Gasset lo llamaba por teléfono para pedirle que lo acompañara a la Sierra de Madrid porque necesitaba un interlocutor para poder pensar.

Título y texto de Gregorio Luri, El deber moral de ser inteligente, prólogo.



02 diciembre 2025

Comunista

La política puede ser relativamente honesta en los momentos en que la historia camina con paso tranquilo; en sus tormentas críticas, la única regla posible es el viejo adagio según el cual el fin justifica los medios. Nosotros hemos introducido el neomaquiavelismo en este país; los otros, las dictaduras contrarrevolucionarias, nos han imitado torpemente. Nosotros hemos sido neomaquiavélicos en nombre de la razón universal: esta es nuestra grandeza; los otros lo son en nombre de un romanticismo nacional; ese es su anacronismo. Por esto, a fin de cuentas, la Historia nos dará la absolución a nosotros, no a ellos…

En El cero y el infinito, “Segundo interrogatorio”, capítulo I.

 


De eso debían de estar todos convencidos. Al fin y al cabo, es lo que dijo Fidel Castro cuando lo detuvieron. La historia no sé, pero sus contemporáneos, aún hoy, son enormemente más indulgentes con el comunismo que con otras dictaduras, salvo en Europa del Este. Sin embargo, no creo que la causa sea la que aduce aquí Rubashov. Los comunistas han sido maestros, entre otras cosas, en el arte de la propaganda. En eso llevan años luz de ventaja y va a ser muy difícil revertirlo.

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27 noviembre 2025

Entre la sombra y la luz

Mercedes Salisachs nos trae otra de sus historias de malcasados: muy buen producto si no lo hubiera ofrecido ya otras muchas veces, con aliños diversos. En esta ocasión el aliño también nos es familiar: el mundo del más allá, que aparece en Desde la dimensión intermedia, y la alternancia entre las experiencias ultraterrenas del protagonista y los desencuentros conyugales, muy terrenos ellos. Allí se trataba de los últimos momentos, preñados de lucidez, del muerto; aquí la autora se inventa un Valle que todavía no es el purgatorio, donde los muertos impenitentes gozan de una última oportunidad, con la ayuda de su ángel custodio. No es que sea muy ortodoxo así a la letra, pero en su espíritu late ese Dios misericordioso que no abandona a su criatura a no ser que ella se empeñe en rechazarle.

El cirujano Sergio Maritania se casa con Juana Bernal por su belleza y su bondad, mientras que en ella coexisten la admiración y un amor juvenil, no muy afianzado. El distanciamiento se produce a medida que él revela una tremenda inseguridad que en lugar de buscar apoyo en su mujer opta por desdeñarla en sus aspiraciones artísticas y buscar otras mujeres que nutran su ego. Cuando muere en un accidente de tráfico, el custodio se encarga de iluminar su conducta y despertar su contrición.

La obra ofrece interesantes sugerencias sobre el amor real y aparente, sobre el autoconocimiento y el olvido de sí, sobre el dolor y el egoísmo. Pero, una vez más, pesa la acumulación de desgracias a lo Sautier Casaseca y las caídas en un barroquismo expresivo que empalaga más que agrada.

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24 noviembre 2025

Por los ojos de Shakespeare

Joseph Pearce trata de sacar a la luz “la clave católica oculta en su literatura”. Para ello parte de la base de que la cabal interpretación de una obra es la que se ajusta a la intención del autor, para lo cual habrá que bucear en su biografía: es decir, lo que José Miguel Ibáñez Langlois llama “la falacia biográfica”, que tiene, entre otros, el inconveniente de que dicha “intención del autor” puede fácilmente acabar coincidiendo con la tuya propia, sobre todo tratándose de muertos. Eso no impide que la vida del autor pueda, en efecto, arrojar luz sobe su obra, ni que el análisis de Pearce sea válido, o al menos tan plausible como otros.

Lo de “su literatura” peca de excesivo, porque Pearce limita su estudio a tres obras de Shakespeare, bien que de las más conocidas y logradas: El mercader de Venecia, Hamlet y El rey Lear. El autor tiene siempre presente la amistad del de Stratford con Robert Southwell, jesuita y poeta que fue ejecutado durante la persecución de Isabel I contra los católicos. En estas obras se hallan parafraseados algunos de sus versos y la visión católica que entrañan. Hamlet, por su parte, estaría defendiendo un concepto realista y cristiano de la vida frente a los “maquiavélicos” y “nominalistas” Claudio y Polonio. Algo similar sucede en El rey Lear, que presentaría el conflicto entre un Estado moderno que se atribuye facultades omnímodas y una heroína, Cordelia, que defiende la dignidad humana tal como la entiende el cristianismo.

Como digo, se trata de una interpretación plausible, estuviera o no conscientemente en la mente de Shakespeare cuando escribía estas obras. Y, desde luego, mucho más plausible que la de aquel al que oí decir hace poco que no entendía cómo un cristiano puede disfrutar a Shakespeare, cuyas obras muestran que no hay Dios sobre nuestras cabezas. ¿Perdón…?

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18 noviembre 2025

Tito Andrónico

Tito Andrónico (aquí la sinopsis) es la barbarie en estado puro, y barbarie entre otras cosas quiere decir fidelidad a lo establecido o a lo ancestral, a las mores, por encima de la persona y su dignidad. Esa exagerada fidelidad a la ley no escrita lleva a Tito a atropellar la libre elección de cónyuge, a creerse con potestad sobre la vida de los hijos y a condenar a la inocente supuestamente deshonrada, cometiendo crímenes que desatan el mayor baño de sangre de la obra shakespeariana, que ya es decir. Uno espera la muerte del apuntador de un momento a otro, y además esas muertes se presentan en las acotaciones con una naturalidad que espanta: hiere a Mucio…, entran con las espadas ensangrentadas…, entra Lavinia, violada y con las manos cortadas, y así. Vamos, la mayor apología de la clemencia, por vía negativa, que conozco.

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12 noviembre 2025

Una greguería de Galdós

…aquellas culminantes chisteras de hace veinte años, que parecían aparatos de calefacción o salidas de los humos de la cabeza.

En El doctor Centeno.



11 noviembre 2025

El expediente Canaima

Arranca con un tipo abatido de un tiro, al mejor estilo de La muerte tenía un precio. Sigue un largo macguffin donde el malo parece que va a ser ese chulo violador venido a más que llega a asustar de verdad a Lola. Y acaba centrándose en el asunto principal, una fenomenal corruptela bastante similar a lo que vemos estos días por estos pagos. De hecho, está claramente descrito el modus operandi habitual de estas triquiñuelas; a mí, al menos, me ha ayudado a entender tinglados como el de Aldama, Koldo y demás. Aquí el cuerpo del delito es una carretera en Venezuela: unos centímetros de arcén a la baja, y esto pa ti, esto pa mí, esto pal partido. Como con los hidrocarburos, también venezolanos, de la trama española, también con intervención norteamericana, y también con muertos por en medio (porque aquí también hemos tenido, de momento, un “suicidio”, aunque casi nadie lo recuerde).

 Aunque la juez Lola Mc Hor es la protagonista, no puede decirse que sea ella, como es de rigor en el género, quien resuelve el caso, sino que más bien se ve involucrada y no le queda más remedio que tirar adelante con ello, [destripe] con la ayuda inestimable del FBI, auténtico deus ex machina de la acción, que con sus avanzadas técnicas de seguimiento consiguen, aun al margen de la ley, proteger a Lola y atrapar a los culpables [fin del destripe]. Aunque no hay sorpresas a lo Agatha Christie (o al menos es una sorpresa muy relativa), la autora consigue mantener el interés a lo largo de un volumen respetable de páginas.

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07 noviembre 2025

Otras represiones

Roosevelt no pudo ser más claro. “Hay que enseñar al pueblo alemán su responsabilidad por la guerra, y durante mucho tiempo deberían tener sólo sopa para desayunar, sopa para comer y sopa para cenar”. Más de tres millones de alemanes murieron tras el anuncio oficial del final de la guerra. A los Aliados no les tembló el pulso a la hora de aplicar los mismos métodos de represión nazis: se sucedieron oleadas de pillaje y expolio de las ciudades ocupadas, violaciones masivas –se estima en más de 200.000 los niños nacidos en 1946 producto de esos ultrajes–, se reutilizaron los campos de concentración y exterminio –incluso los más infames: Auschwitz, Sachsenhausen, Buchenwald, Dachau, Bergen-Belsen–, se expulsó a más de 16.000.000 de civiles de sus hogares, apenas se repartieron alimentos entre una población famélica… Como le espetó Patton a uno de sus asistentes al descubrir el horror de Buchenwald: “Todavía tenéis problemas para odiarlos?”

Giles Macdonogh, Después del Reich, cubierta



04 noviembre 2025

Venciste, ginebrino

Emilio no tiene más que conocimientos naturales y puramente físicos. No sabe el nombre de la historia ni lo que es la metafísica o la moral. Conoce las relaciones esenciales del hombre con las cosas pero nada de las relaciones morales del hombre don el hombre. Apenas sabe generalizar ideas, o hacer abstracciones. Ve cualidades comunes en ciertos cuerpos sin razonar sobre esas cualidades en sí mismas. […] No busca en absoluto conocer las cosas por su naturaleza sino solamente por las relaciones que le interesan. No aprecia lo que le es extraño más que en relación con él. […] Se considera sin tener en cuenta a los otros y encuentra bueno que los otros no piensen nada de él. No exige nada de nadie y no cree deber nada a nadie. Está solo en la sociedad humana; solo cuenta con él mismo.

Rousseau, Emilio, libro III. Citado por Xavier Bellamy, Los desheredados, p. 43


El retrato del joven de nuestro tiempo es perfecto. Solo falla un detalle: “No exige nada de nadie”. El bípedo sin rabo de hoy lo exige todo… para él.

 

 

02 noviembre 2025

Poesía (Mauricio Bacarisse)

Esta antología de cero euros en Amazon (y no hay mucho más en el mercado) permite conocer a uno de esos poetas que se mencionan siempre como complemento al hablar del Modernismo. Los poemas recogidos muestran una evolución semejante a la de Rubén Darío: empieza con fantasías rutilantes llenas de lujo y voluptuosidad, a lo Prosas profanas, para pasar después a un estoicismo a lo Cantos de vida y esperanza, con un léxico mucho más de andar por casa pero sin abandonar la perfección métrica: en este aspecto, Bacarisse se revela como un versificador consumado, para quien los versos de 9 y de 10 sílabas no suponen un obstáculo. Con todo, predominan siempre los tradicionales de 8, 11 y 14.

Quien piense que domina la lengua española, que lea a los modernistas. Espigo unos cuantos terminacos de esta antología:

musmé: muchacha japonesa.

farfalares: faralaes.

napeas: ninfas que residían en los bosques.

farandola: danza de origen provenzal.

lijoso: sucio, inmundo.

grofa: prostituta (en R. Dominicana)

calandrajos: andrajos

garlar: hablar mucho e indiscretamente.

manflota: burdel

máncer: hijo de prostituta.

venturina: cuarzo pardo amarillento

La mayoría los conoce Word, pero yo no. Hay que decir que el Bacarisse de los primeros años no se mueve, como vemos, siempre entre marquesas, sino también entre izas, rabizas y colipoterras, que decía el otro, pero aplica a estos ambientes el mismo tratamiento preciosista. Y justifica sus paseos por estos antros llamando a la revolución.

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31 octubre 2025

Calisto


Ahora podemos comprender de modo preciso qué es el erotismo. Consiste en desgajar el primer elemento, la sexualidad, para obtener una gratificación pasajera y prescindir de los otros tres
[amistad, proyección comunitaria, relevancia]. Ese desgajamiento puramente pasional destruye el amor de raíz, lo priva de su sentido pleno y su identidad. Por eso es violento, aunque parezca cordial y tierno. Pongo en juego la sexualidad a solas porque me interesa para mis propios fines, y prescindo de la amistad. En realidad, no amo a la otra persona; deseo el halago que me producen algunas de sus cualidades. Dejo, asimismo, de lado la expansión comunitaria del amor. No presto atención a la vida de familia que está llamado el amor a promover. Me recluyo en la soledad de mis ganancias inmediatas. Por eso reduzco la otra persona a mera fuente de gratificaciones para mí. Esa reducción desconsiderada es violenta y sádica. Puedo jurar amor eterno a esa persona, pero serán palabras vanas, pues lo que entiendo aquí por amor no es sino interés por saciar mi avidez erótica.

En Alfonso López Quintás, La palabra manipulada, primera parte, capítulo 1.



29 octubre 2025

Las mujeres pueden

hacer limosnas por sí mismas de los bienes parafernales sin el consentimiento de sus maridos y aunque les pese a estos, pues no son esclavas. Entre esos bienes han de computarse los que adquiere la mujer con su trabajo y sin abandonar sus obligaciones con respecto a la casa.

Francisco de Vitoria (1483-1546), citado aquí, página 76. [Negrita mía]


Algunas piensan en 2025 que han inventado los derechos de las mujeres.

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28 octubre 2025

Leo esto

 y pienso en lo que le habría gustado a Netanyahu.

Toda la república puede ser lícitamente castigada por el pecado del rey. Si el rey declarase una guerra injusta a otro príncipe, puede el que recibió la injuria saquear y proseguir todos los otros derechos de la guerra hasta dar muerte a los súbditos del rey, aunque ellos sean inocentes. Después de que el rey ha sido instituido por la república, si él comete alguna insolencia, es imputable a la república. Por esta razón tiene la república el deber de no encomendar esa potestad, sino al que justamente la ejerza y use de ella, pues de otra suerte se pone en peligro. […]

La república tiene autoridad no solo para defenderse, sino también para vengarse a sí misma, y para exigir reparación por las injurias. Se prueba, porque como dice Aristóteles en el libro tercero de los Políticos, la república no podría conservar suficientemente el bien público y el propio Estado, si no pudiese vengar la injuria e infundir respeto a los enemigos. Sin esto los malos se harían más prontos y audaces para inferir injuria, si viesen que podrían hacerlo impunemente…

Francisco de Vitoria, en Relecciones. Citado aquí.

 


Lo tenían también muy claro, por cierto, las potencias aliadas tras la Segunda Guerra.

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25 octubre 2025

Pensar bien

Lo esencial es pensar bien. Para cultivar bien el arroz, para fundir bien el acero, para cuidar bien a los enfermos, es preciso, en primer lugar, pensar bien. Antes de la Revolución Cultural, en las escuelas, las Universidades, los teatros, los periódicos, se pensaba mal. Valía la pena cerrarlos para, luego, ponerlos en condiciones de enseñar a pensar bien.

Kuo Mo-Jo, presidente de la Academia de Ciencias de China en 1971, en entrevista con Alain Peyrefitte. Citado por Mercedes Rosúa en El archipiélago Orwell.


¿Digamos con perspectiva de género...?

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22 octubre 2025

Cita con Rama

Arthur C. Clarke parecía sentir debilidad por los objetos extraterrestres de perfectas formas geométricas. Hay que reconocer que tienen su punto inquietante. En esta ocasión, al contrario que en el monolito de 2001, sabemos que se trata de una nave espacial y sabemos lo que contiene.

Como en aquella otra historia, el objeto es localizado y, tas las pertinentes discusiones, una expedición se dirige allá. Clarke despliega toda su imaginación para reproducir todo lo que el ser humano podría experimentar en un espacio cilíndrico, rotante y con la mitad de la gravedad que en la tierra. Todo es difícil de seguir, claro, para los que tenemos unas nociones de física cercanas al cero absoluto. En cuanto a lo que allí encuentran, no resulta menos imaginativo, aunque lejano de toda historieta de marcianos. Eso sí, en una historia exenta de violencia y de muerte, como esta, Clarke sabe mantener el interés y es fácil reconocer al narrador de 2001. Cortando los capítulos en el momento justo y anticipando algo emocionante que luego, en efecto, no defrauda, te hace pasar por encima de las complicaciones científicas que dan nombre al género y te incorporas a la aventura sin problema.

¿Ideas? No, solo la vieja manía cientifista de que somos una puñetera caca en la inmensidad del universo, pues Rama, contra todo pronóstico, no se achicharra en el sol sino que activa sus mecanismos y, tras tomar energía del propio sol, prosigue viaje sin que los que los que lo construyeron (¿y quizá lo tripulaban?) den la menor señal de que el efímero contacto con la raza humana les importe un comino.

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20 octubre 2025

Puntos ciegos

Nos estaban hablando en clase de la “Declaración de los derechos del hombre y del ciudadano” que se proclamó en tiempos de la Revolución Francesa. Un alumno preguntó si también se incluía en ella a las mujeres y, en tal caso, cómo se explicaba que éstas no hubieran conseguido el derecho de voto en Francia hasta después de la Segunda Guerra Mundial. El profesor le contestó que, en realidad, esa afirmación de igualdad ante la ley no la incluía pero que no podía sacarse la conclusión de que hubiesen decidido dejarlas fuera a sabiendas. Ese aspecto de la realidad, nos dijo, era, sencillamente, inconcebible, “invisible” para los hombres de entonces.

Me intrigó ese asunto y cuando empezaron a interesarme más la prospectiva y la futurología me di cuenta de lo fundamental que era acordarse constantemente de que, en cada época, los hombres no son capaces de ver algunas cosas. Y en esto, por descontado, se incluye también nuestra propia época. Vemos cosas que nuestros antepasados no veían; pero había cosas que sí veían y nosotros ya no vemos; y, sobre todo, hay incontables cosas que nuestros descendientes verán y que nosotros todavía no vemos, porque nosotros también tenemos nuestros “puntos ciegos”.


(En Amin Maalouf, Los desorientados, “Sexto día”, 1.)

 

16 octubre 2025

El peor de los dragones

Elena Medel reúne una buena selección de la obra de Juan Eduardo Cirlot, un poeta difícil de antologar por su afición a los poemas extensos y a los libros conceptuales. La compiladora opta por ofrecer fragmentos, en la mayoría de los casos. No sé si al propio autor le hubiera gustado, pero sí que sirve para hacerse una idea de la poesía de este hombre, que no sé si calificar de “difícil” porque no se trata de entender o no entender, si lo he entendido. Cirlot trataba, al parecer, de aplicar a la poesía la técnica musical de Schoenberg, el dodecafonismo. El resultado es, a veces, esa poesía “permutativa”, hecha a base de combinar palabras o incluso letras, de un modo que a veces hace excusada la lectura, como en el caso de las permutaciones con el nombre de Enger Stevens: enger, egner, eengr, etc. otras veces nos hallamos ante rupturas sintácticas, como en el caso del título del poemario Donde nada lo nunca ni. Pero, en la mayor parte de su obra, vemos una poesía de filiación surrealista (también quizá simbolista, vale), con frases que desafían la lógica y que crean un ambiente onírico y desasosegante, pero eso sí, en este caso, manteniendo unos ritmos tradicionales (endecasílabo, alejandrino) manejados por mano experta. Lo que te hace pensar que es cierto que, para ser un buen artista de vanguardia antes hay que dominar bien la parte académica.

La sensación de haber perdido el tiempo viene compensada por la esperanza de que, con el tiempo, llegues a sintonizar con este tipo de poesía.

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14 octubre 2025

Y no es soberbio el amor,

como algunos dicen, sino humilde, agradable y manso, y tanto que suele perder de su derecho por no dar a quien bien quiere pesadumbre; y más, que, como todo amante tiene en sumo precio y estima la cosa que ama, huye de que de su parte nazca alguna ocasión de perderla.

(Los trabajos de Persiles y Sigismunda)



12 octubre 2025

Ni la menor duda

 …creo que hasta el cambio de relaciones entre Guido y yo empezó el día en que me avine a ocultar algo a mi marido.



Guido era su jefe, con el que empezó a tontear hasta que se impuso la cordura (Valeria, en Cuaderno prohibido)


11 octubre 2025

El sentido de la historia

La historia no tiene un fin en sí misma, sino que se halla, el fin, fuera de ella, en la eternidad. Es, pues, como cabía esperar en Berdiaev, una visión cristiana de la historia. La cual no es más que un eón dentro del plan divino, puesto en marcha, este eón, por la libertad humana. Concretamente, dice Berdiaev, es la libertad para el mal lo que pone en marcha la historia, lo que nos hace suponer que el autor piensa que, si el hombre no hubiera empleado su libertad para el mal, probablemente no tendríamos historia sino otra cosa. Pero eso no lo deja claro.

Según Berdiaev, nos hallamos empezando la época que sucede al Renacimiento, caracterizada por una nueva barbarie cuyas caras más visibles son el capitalismo y el socialismo, éste consecuencia de aquél. La edad antigua se habría caracterizado por una vida del hombre a ras de naturaleza, dando a este concepto un carácter negativo, opuesto a lo espiritual. Fue en la Edad Media cuando el cristianismo se encargó de llenar de espiritualidad al ser humano, el cual acumularía unas fuerzas que desplegó en el Renacimiento, época de creatividad y de libertad, pues él considera que en el mundo medieval esta libertad se encontró represada, no sabemos por qué, o al menos a mí no me queda claro. Pero el Renacimiento se empeñó en volver a lo clásico, cosa que ya no era posible dentro de la nueva espiritualidad cristiana. Por eso acabó por agotarse y aquí estamos, en una nueva barbarie que espera su nueva edad media (título de una de sus obras más conocidas y poco editadas).

He dicho dos veces que algo no me quedaba claro, pero no quiero dar la impresión de que el libro es oscuro. Antes bien, estas tesis quedan bien explicadas y no dejan de resultar convincentes en lo fundamental. Como filósofo de la historia, fue Berdiaev uno de los mejores intérpretes de su tiempo.

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06 octubre 2025

Suele olvidarse

que la aceptación es una de las formas capitales de la realización de la libertad. […] Sigismunda no prefiere, no elige. Como decíamos, su modo de elegir consiste en la manera de aceptar. O, si se quiere, obedecer; en ello cifra su libertad. Recuérdese [sic] las palabras que dice Auristela a Periandro: “Mi albedrío lo es para obedecer” (I, 106).

Luis RosalesCervantes y la libertad, segunda parte, capítulo III


O, como diría Kierkegaard, “su libertad es inclinarse ante el poder eterno”.

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04 octubre 2025

Pasma

Un tipo pide cinco mil dólares para no matar a un concejal. Unos niñatos salvajes se dedican a quemar vagabundos. Dos italianos preparan un golpe en una sastrería. Lo que no imaginaban los detectives de la comisaría del distrito 87 es que iban a liquidar los tres asuntos de una carambola triunfal, después de muchos afanes, sonados fracasos y algunos muertos. En definitiva, el Ed McBain de costumbre, cruzando tramas de modo rocambolesco e insertando otras más de comedia, como la del detective Meyer y su antojo de llevar a los tribunales a una escritora que le ha copiado el nombre para titular una novela. Los detectives más simpáticos del universo negro, sin duda. Y lo mismo hay que decir del narrador. Sólo Ed McBain podría abrir así un capítulo:

A nadie le gusta trabajar en sábado.

Tiene algo de indecente, va contra la naturaleza humana. El sábado es el día que antecede al domingo y el más idóneo para dar una patada a las tensiones […] Con un sábado tan encantador, qué mejor que encender un fuego en la chimenea de tu pisito, encender un cigarrillo y olvidarse del mundo…

Y así. Lo que no obsta para que las situaciones, objetivamente, sean tan violentas como las que más en este género. Hay quien exagera el punto trágico. McBain lo desdibuja con su narración casi coloquial y sus diálogos chispeantes y resulta incluso más eficaz.

El título, por su parte, responde a otro de los rasgos de este autor, y es que los policías no son solo protagonistas por investigar y resolver el caso, sino por ellos mismos y sus circunstancias, reflejadas, ya digo, con una retranca tan fina como amable, en las antípodas del héroe de Mankell, por ejemplo, siempre tan agonías.

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01 octubre 2025

Es interesante que Azaña

diga a Rivas Cherif, en marzo de 1936, que

el pánico de un movimiento comunista es equivalente al pánico de un golpe militar*,

porque ahora se nos quiere hacer creer que tal peligro no existía y fue un invento de las derechas.



*Carta del 29.03.1936, citada por del Rey y Álvarez Tardío en Fuego cruzado.

 

29 septiembre 2025

Los espíritus violentos

se sirven de los hombres ilustrados cuando quieren triunfar sobre el poder establecido, pero cuando se trata de mantenerse en él, suelen mostrar un desprecio grosero por la razón.


Mme. De Staël, La literatura y su relación con la sociedad, segunda parte, capítulo III.

28 septiembre 2025

Ripley en peligro

Patricia Highsmith utilizó a este personaje, Tom Ripley, para gozarse en eso que los reac llamamos inversión de valores. El estafador y asesino disfruta de la empatía que tiene todo protagonista con el narrador y acaba librándose de las trampas de los antagonistas, como los buenos de toda la vida. Y los lectores normales no podemos evitar el asco cuando habla de sus crímenes (en conversaciones o a través del narrador) con la frialdad de Herodes Antipas, “a Juan lo decapité yo…” y tal. Por más que sea muy amigo de sus amigos y muy cariñoso con su esposa.

De todos modos, no sé las otras, que solo conozco por el cine, pero esta última salida de Tom Ripley resulta fallida. La trama, que conecta con anteriores episodios, es mínima, y las conversaciones con la mujer, la criada y los amigos aburren a las ovejas. Esto es que Ripley vive en un pueblo de Francia con su mujer Héloise y se ve de pronto acosado por un tipo que se ha instalado allí y que no para de insinuarle que conoce su historial criminal. Ripley a duras penas mantiene la calma pero la suerte acaba favoreciéndole de modo bastante chusco. La Highsmith que conozco se halla presente a través de algunos detalles macabros, como los trajines con un cadáver descabezado. Poca cosa para lo que ha sido.

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26 septiembre 2025

La primera vez que leí

1984 no me chocó la idea de una tiranía socialista que instalara pantallas espía en cada casa; lo que me resultó poco creíble es que siguieran funcionando al cabo de un año.



Muy agudo Carlos Esteban en La Gaceta (“La pulsera”, 25 de septiembre de 2025)

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25 septiembre 2025

Por qué lloraba

 ¿Por qué lloraba Jesús, el todopoderoso, el omnisciente, el Salvador que derrotó la muerte con su Resurrección? ¿Y por qué lloraba justo antes de resucitar a Lázaro?

Al recordar cómo al final luchaba por respirar el cuerpo deteriorado de mi padre, lo entendí por fin. Jesús sollozó porque la muerte es horrible, toda muerte, incluso la muerte de un hombre bueno, incluso la muerte de alguien que se va con Dios. Jesús lloraba porque la muerte, igual que el Alzheimer o la infertilidad, no es lo que él quiso para nosotros. No formaba parte del plan original de Dios. Jesús nos salvó de la muerte final; crea un bien mayor a partir del dolor de la muerte; pero la muerte nos sigue horrorizando porque así es la propia naturaleza de la muerte: horrible.

Colleen Carroll Campbell, Mis hermanas las santas, “Llorando con Jesús”



22 septiembre 2025

Francisco Franco. Biografía histórica, vol. 6

Este volumen 6º abarca desde los años 50 hasta la muerte del personaje. De la Cierva habla de “segunda victoria” de Franco para referirse a los acuerdos firmados con Estados Unidos en 1953 y la subsiguiente admisión de España en la ONU en 1955, acontecimientos que suponían la desautorización de hecho de la oposición republicana en el exilio. La erradicación del hambre es vista también por el autor como un hito en la historia de España. A mediados de los 60, con el desarrollo, empieza también la decadencia personal de Franco, que comienza a delegar poder e personas como Fraga, López Rodó o Carrero Blanco. La enfermedad y muerte es narrada pormenorizadamente, apoyado en el testimonio del doctor Pozuelo. El libro de Francisco Franco Salgado-Araujo, Mis conversaciones privadas con Franco, es seguido también por el autor como fuente de primer orden.

La interpretación personal no está ausente del libro, pero se reduce al mínimo. Predomina, como cabe esperar, una visión positiva del personaje, mencionando los errores cuando se los estima como tales. Al tratarse de una biografía y no de la crónica del régimen, los hechos históricos son narrados con suma brevedad, salvo los que atañían de modo decisivo a la evolución del régimen, como la cuestión del Sahara.

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19 septiembre 2025

Habas positivistas

Digo habas por lo de que en todas partes cuecen y por lo que hemos tenido que soportar los católicos a propósito del famoso Índice de libros prohibidos.

Augusto Comte redactó una lista de cien títulos, los únicos que los positivistas ortodoxos podían consultar con cierta utilidad, ya que el “korán” [sic] positivista lo decía todo.

(En Vintila Horia, Los derechos humanos y la novela del siglo XX, capítulo 2, 9)



17 septiembre 2025

Piensa bien y acertarás

 No me avergüenzo de haberme equivocado… o, al menos, me importa muy poco, por no decir nada, en comparación con lo que sentiría si pensara mal de él o de sus hermanas. Permíteme ver las cosas del modo más favorable, del modo en que todo resulta comprensible.

Jane, en Orgullo y prejuicio, capitulo XXIV

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15 septiembre 2025

Puede

 --Lo que no quita que, en la práctica, las mujeres alcancen escasa talla como ajedrecistas… Para que se haga idea: en la Unión Soviética, donde el ajedrez es pasatiempo nacional, sólo una mujer, Vera Menchik, llegó a considerarse a la altura de los grandes maestros.

--¿Y a qué se debe eso?

--Puede que el ajedrez requiera demasiada indiferencia respecto al mundo exterior.

(En Arturo Pérez-Reverte, La tabla de Flandes, capítulo XI)

 


13 septiembre 2025

Sarah:

 Jesús nos ha dicho que somos la sal de la tierra, no el azúcar del mundo

En Se hace tarde y anochece, capitulo 17



12 septiembre 2025

Un dato

Los sucesos de Amberes [saqueo e incendio de la ciudad por los españoles amotinados] fueron terribles, en efecto. Con todo, Y para poner las cosas en su contexto, conviene subrayar que aquel no fue el único ni el más terrible de los saqueos que sufrieron las ciudades flamencas, y que tampoco fueron los españoles los más salvajes a la hora de saquear. Cuatro años más tarde, los ingleses llegarán a Malinas, ciudad fiel en ese momento a España, y la someterían a ¡un mes! continuado de saqueos, violaciones y asesinatos, sin dejar escapar ni una iglesia, ni una casa. Aún más: llegaron al extremo de arrancar las lápidas de los sepulcros para venderlas después en Inglaterra.

José Javier Esparza, Tercios, capítulo 18



09 septiembre 2025

Otro que salió por piernas

Hasta Pau Casals, que yo pensaba que habría salido en el 39, salió antes, huyendo de la Barcelona republicana y de las amenazas de muerte de los asesinos anarquistas.

Henry Kamen, citado por Jesús Laínz, La gran venganza, capitulo I.

(Previamente había escrito: “Los exiliados más famosos de entonces huyeron de la República, no de Franco: Juan Ramón Jiménez, Ortega, Marañón, Menéndez Pidal, Salvador de Madariaga”).




06 septiembre 2025

Censura franquista

 (En 1977, el grupo británico Sex Pistols lanza el LP titulado Never mind the bollocks, que en español viene a decir “Me importa tres cxxxxxx”)

Las tiendas de discos [británicas] se negaron a vender el álbum, las emisoras no lo radiaron… Tuvo que venderse dentro de una bolsa negra. La policía inglesa envió agentes tienda por tienda poniendo tiras adhesivas negras sobre la palabra bollocks. Se multó a las tiendas que desafiaron al sistema y lo exhibieron en sus escaparates.

En Jordi Sierra i Fabra, Historia del rock, capítulo 19

¿Y aquí? Yo, al menos, lo vi en poder de un compañero mío de colegio, sería poco más de esa fecha, 78 o 79. Ya teníamos “libertá y democracia”, pero para Otegui y los suyos era todavía el franquismo…



05 septiembre 2025

Fórmulas

Cuando nos esforzamos por ser piadosos, que es lo que debemos hacer, las fórmulas de oración tienen una gran ventaja, que es apartarnos de una piedad egocéntrica, moderar las emociones, darnos paz, recordarnos quiénes somos y dónde estamos, llevarnos hacia un modo de ser más sereno y más puro, y a un hondo e imperturbable amor de Dios y de los demás, que en eso se encierra toda la ley y la perfección de la humana naturaleza.

Newman, Sermón 20, en Sermones parroquiales, 1



03 septiembre 2025

...como si estuvieran haciendo

 algo malo y complicado a la vez, algo así como cometer un adulterio en ruso.

(En El mundo, la carne y el padre Smith, de Bruce Marshall)

A ver si va a ser por eso por lo que la aristocracia rusa aprendía francés…

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01 septiembre 2025

Orient Express

Aunque tanto el título como el autor evoquen la intriga, estamos en realidad ante el otro Greene, el de El poder y la gloria, el de los conflictos humanos. En realidad él lo había titulado El tren a Estambul, pero se ve que el nombre del clásico convoy era más comercial para los editores foráneos. Una de Job: por qué los justos llevan las de perder. La candidez vencida por el egoísmo, el idealismo vencido por la frivolidad y la raza despreciada a quien solo le queda el lucro como medio de supervivencia. Al pronto parece que nos vamos a ver ante una novela de protagonista colectivo, pero pronto la acción se centra en unos pocos viajeros. La joven paria se llama Coral Musker, el comerciante judío Carleton Myatt y el comunista evadido doctor Czinner. El escenario, de Ostende a Estambul pasando por Colonia, Viena y Subotica, donde ocurren los sucesos que han de precipitar un desenlace dramático que para los supervivientes será solo un episodio curioso.

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28 agosto 2025

De la recta intención al escándalo cierto

Hay dos clases de agnósticos: los que lamentan no poder creer en la revelación, pues comprenden su belleza y su justicia; y los que se alegran de no necesitar creer en ella, porque así pueden matar, robar, oprimir, y lujuriar sin temor a ser castigados cuando mueran. A mi entender, la mayoría de los autores modernos dignos de mérito pertenecen al primer grupo. Cuando Lytton Strachey escribió acerca de los defectos que encontraba en los caracteres del cardenal Manning, de Florence Nightingale, del general Gordon y de la reina Victoria, estoy dispuesto a creer que no le guiaba un impulso menos noble que el deseo de hacer conocer imparcialmente la verdad. Sin embargo, se equivocó en un doble aspecto. Como hombre inteligente que era, debiera haber sabido que lo verdaderamente sorprendente no es que el cardenal Manning fuera en algún momento un hombre ambicioso y de pocos escrúpulos, sino que un hombre ambicioso y de pocos escrúpulos llegara a ser un cardenal Manning. Porque, el que un pecador se remonte a la práctica de la virtud es prueba mucho más contundente de la gracia de Dios, que no prueba de la inevitabilidad de la victoria satánica el que un hombre virtuoso caiga una o dos veces en el pecado. La segunda cosa que debiera haber sabido Strachey es que, por muy elevada que sea la intención que le dicta, el derrotismo es en definitiva un peligro para la sociedad. Lo es, porque la mayoría de los lectores son tan estúpidos que no saben ver el fin moral perseguido por el autor, como es el conocer y dar a conocer la verdad, y, en cambio, llegan a la conclusión de que nadie en el mundo obra inspirado por un desinteresado amor a Dios o a la humanidad, sino que incluso los mejores hombres son, consciente o inconscientemente, interesados y egoístas, y que ellos serían uno locos si no se volviesen también egoístas e interesados. Tome, por ejemplo, a Mr. Noel Coward, cuyas comedias están teniendo tanto éxito. Yo estoy seguro de que a ese joven autor le guía una santa intención y que escribe sus comedias en calidad de sermones, pero no estoy nada seguro,en cambio, de que sea ese el espíritu con que el público va a aplaudirlas.

Padre Smith, en El mundo, la carne y el padre Smith, de Bruce Marshall, capítulo XVI




26 agosto 2025

Narración de Arthur Gordon Pym

Poe se embarca (nunca mejor dicho y tal) en una de marineros y le sale bastante bien, pero se le nota el paño y pronto se ve que no es una Isla del tesoro o cualquier historia de Julio Verne o Emilio Salgari. Conforme avanzamos, lo macabro, lo inexplicable o lo vagamente sobrenatural va asomando, hasta que cobre protagonismo en la última parte. Por otra parte, la falta de costumbre hace que los episodios trepidantes coexistan con los tediosos: con estos últimos me refiero a largas descripciones de lugares y costumbres. Sobre el final, disputant auctores: ¿no pudo concluirla, lo dejó así adrede?, y si fue esto último, ¿fue por desidia o con plena intención de dejarnos tan intrigados como lo estaba la propia humanidad con respecto al continente antártico por aquellos años?

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23 agosto 2025

El mundo, la carne y el padre Smith

Una bienintencionada y simpática novela en torno a la actividad pastoral de un sacerdote católico en un medio protestante (un pueblo de Escocia) desde principios de siglo hasta casi la Segunda guerra mundial. La lucha contra “el mundo y la carne” hace a veces descorazonar al padre Smith, pero Dios le concederá ver con frecuencia el fruto de su trabajo, lo que le hace superar los momentos bajos. A ello ayuda también la amistad con los otros sacerdotes de su diócesis.

En su sencillez, resulta más realista (más cercana al “pecador medio”, por así decirlo) que las titánicas luchas entre el pecado y la gracia que nos presentan Bernanos y compañía. Tanto Smith como sus hermanos de sacerdocio y los fieles de ambas iglesias poseen visos de realidad que tampoco vemos en las grandes construcciones existenciales de nuestro tiempo y menos en los peleles de la narrativa hispanoamericana contemporánea, por ejemplo. Aunque solo sea porque estos personajes (los de Marshall) son capaces de virtud tanto como de pecado y de apreciarla cuando la ven (la virtud). El humor latente es otra de las bazas del autor, un humor que se advierte ligado al optimismo sobrenatural propio de la fe católica y que se sobrepone a dramas muy reales que incluyen injusticia y muerte.

En definitiva, la novela edificante que uno daría como regalo de fin de curso a un estudiante, en la época en que eran capaces de entender un libro.

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