07 noviembre 2025

Otras represiones

Roosevelt no pudo ser más claro. “Hay que enseñar al pueblo alemán su responsabilidad por la guerra, y durante mucho tiempo deberían tener sólo sopa para desayunar, sopa para comer y sopa para cenar”. Más de tres millones de alemanes murieron tras el anuncio oficial del final de la guerra. A los Aliados no les tembló el pulso a la hora de aplicar los mismos métodos de represión nazis: se sucedieron oleadas de pillaje y expolio de las ciudades ocupadas, violaciones masivas –se estima en más de 200.000 los niños nacidos en 1946 producto de esos ultrajes–, se reutilizaron los campos de concentración y exterminio –incluso los más infames: Auschwitz, Sachsenhausen, Buchenwald, Dachau, Bergen-Belsen–, se expulsó a más de 16.000.000 de civiles de sus hogares, apenas se repartieron alimentos entre una población famélica… Como le espetó Patton a uno de sus asistentes al descubrir el horror de Buchenwald: “Todavía tenéis problemas para odiarlos?”

Giles Macdonogh, Después del Reich, cubierta