26 noviembre 2013

Dios existe


¿Es posible afirmar o negar la existencia de Dios con razones meramente intelectuales? Si hemos de creer a Antony Flew (y no hay motivos para no hacerlo), se puede. Pero eso no elimina el hecho de que la existencia o no existencia de Dios tiene implicaciones de peso para la vida particular de cada ser humano. De ahí que Flew termine con ese "Quizás algún día pueda oír una Voz que dice: ¿Me oyes ahora?" Afirmar a Dios implica buscar el contacto con Él. Si no se desea ese contacto, se desea negar su existencia. Esa es la razón de que Flew perciba con frecuencia cierta agresividad en la dialéctica de los ateos.

Este no es el testimonio de una conversión, como el libro homónimo de André Frossard, sino de un cambio de opinión, de opinión filosófica. Para Flew, hay que seguir todo razonamiento hasta donde te lleve, y los suyos le llevaron al teísmo, a través de unas preguntas elementales: ¿quién escribió las leyes de la naturaleza?, ¿sabía el universo que nosotros veníamos?, ¿cómo llegó a existir la vida?, ¿salió algo de la nada? Todo esto ocupa unas cien páginas, pero los prólogos y los apéndices (aunque tal vez añadidos para "hinchar el perro") son igualmente interesantes. 

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21 noviembre 2013

Mal trago


Me he echado al coleto tres capítulos de Federico Moccia. No me han quedado ganas de seguir. Es como papar una cucharada de natillas en mal estado. Es la estupidez recreándose en sí misma. Volver a Miguel Ángel Asturias es saborear un amaretto después de la susodicha cucharada. Amargo, pero estupendamente elaborado; un recreo para el paladar.

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19 noviembre 2013

No tiene cara de bruto


Maurice y Joseph (Un saco de canicas) están a la espera de ser interrogados por la Gestapo a causa de su posible condición de judíos.

Nuestros dos guardias siguen ahí. El que me golpeó está fumando. Le miro de reojo. Lo increíble es que tiene una cara como la de todo el mundo, no tiene nada de cara de bruto, entonces ¿por qué?

Amigo, se han escrito libros y libros sobre ello. Pero es cierto: aunque intelectualmente se llegue a explicar, emocionalmente seguirá siendo un misterio. Mysterium iniquitatis, lo llamaron algunos.

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17 noviembre 2013

Un saco de canicas


Joseph Joffo dejó de ser niño a los diez años, cuando su padre les tuvo que pedir, a él y su hermano mayor, que huyeran de casa para pasar a la Francia libre a la mayor brevedad: era peligroso ser judío en el París de 1943. Y aquí empieza una peripecia de esas que hacen bueno lo de que "la realidad supera a la ficción". Anda que no llevaba años conociendo el título de este libro, y siempre pensando en él como una novelita juvenil con su cuota de ñoñez, de esas que se quedan en deplorar lo malos que son algunos seres humanos. En lugar de eso, me encuentro con una magnífica historia de supervivencia y reciedumbre, que me recordó a Primera sangre, la novela que inspiró lo de Rambo, no porque los personajes se parezcan, que afortunadamente no, sino porque en ambas asistimos a una implacable caza del hombre que choca con una inquebrantable voluntad de vivir. Pero esta se ve aderezada por el encanto de los protagonistas, niños al fin, pero obligados a dar todo lo que pueden dar como hombres; y por las virtudes de que hacen gala: valientes, avispados, fieles el uno al otro y a sus padres, aunque se peleen de vez en cuando como tienen que pelearse dos chicos. Como diría un conocido mío, que gustaba de medir las cosas de este modo: cero lagrimones, máxima virtus.

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15 noviembre 2013

Totalitarismo


¡No se pregunte, general, si es culpable o inocente: pregúntese si cuenta o no con el favor del amo, que un inocente a mal con el gobierno es peor que si fuera culpable!

En Miguel Ángel Asturias, El señor presidente

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14 noviembre 2013

Tradicionalismo


Tal vez nadie haya expresado mejor este concepto, en su acepción política, que Agustín de Foxá en su artículo "La política del boomerang".

... Porque ya es hora de proclamar que nacemos dentro de una cultura, como dentro de un seno materno, y que el hombre, lleno de raíces históricas, no tiene libertad para escoger una ideología. Y que aunque se sea ateo o antimilitarista, quien nace en España -que es una teología militar- la traiciona si por coquetería intelectual se determina por ideas que sirven a otras fuerzas.

(En Artículos selectos, prólogo y selección de Jaime Siles)

09 noviembre 2013

El noventa y tres

Desde el principio le perdoné a Víctor Hugo que dedicara un capítulo entero a exaltar a los terroristas de la Convención como si fueran apóstoles de un tiempo nuevo. Te lo crees, le sigues el juego, y basta: uno de los libros de texto que utilizo este año define la ficción como "el mundo literario que recrea el autor partiendo de la realidad", y la verosimilitud como "la ilusión de realidad que provoca una obra en el lector". Pues eso, y además estoy hablando de una novela de alta literatura tan emocionante como una buena novela policíaca.

Los realistas aparecen aquí como bárbaros, con las connotaciones negativas de esta palabra pero también con las positivas, ya que en el bárbaro subsiste un sentido del bien y del mal mezclado con todas las impurezas que se quiera, y que incluye una muy acendrada idea de la justicia, aplicada con un rigor que hoy nos eriza el pelo. Es lo que sucede con una de las grandes figuras de esta novela, el marqués de Lantenac, capaz de heroísmos y de crueldades, siempre firme en sus creencias, frente a la mayor inseguridad de los revolucionarios, que dista de ser aquí un defecto, claro. No desdeña Víctor Hugo el toque comercial, por así decir, que es como yo veo el personaje del sargento Radoub, una especie de gracioso de Lope.

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07 noviembre 2013

Sólo uno es bueno


Cada uno tiene su idea del Bien y del Mal y debe elegir seguir el Bien y combatir el Mal como él los concibe. Bastaría esto para mejorar el mundo.

Cuando Francisco contestaba así a Eugenio Scalfari, muchos se preguntaron cómo se conciliaba eso con la evangelización tan urgida por el propio Papa. Tal vez Francisco tenía en mente estas otras palabras del padre Ambrosio McNicoll, O. P., a propósito de la Gaudium et spes.

...cuando un hombre busca de verdad lo bueno, encuentra la ayuda de la gracia, aunque no se dé cuenta. Amar lo que es bueno es amar, al menos implícitamente, a Dios; y dirigir la propia vida a hacer el bien es, en opinión de muchos teólogos, escoger implícitamente lo sobrenatural. De aquí que urgir al hombre a seguir su propia conciencia y llevar una nueva vida sea prepararle para recibir el Evangelio, si no empezar a predicarlo.*

El Papa conoce bien el alma humana. Un "ataque directo", en las circunstancias de personas como Scalfari, es, en verdad, una tontería. Pero incluso en personas como Scalfari subsiste el anhelo de verdad y de bien. La evangelización no es tarea para discípulos de Warren Sánchez.

*Citado por José M. de Torre, La Iglesia y la cuestión social
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