27 marzo 2024

De las letras y las artes

Se divide en cuatro partes: la primera, “El mundo de las letras”; la segunda, “Los autores y sus obras”; la tercera, “Con los genios de las artes”, y la cuarta, “Poemas de artes y letras”. La primera se diferencia de la segunda en lo que se puede imaginar: si la primera contiene artículos sobre la literatura en general, la segunda se ocupa de autores concretos, desde Homero hasta Alfonso Sastre. Si algo destaca en esta es la ausencia de parcialidad ideológica a la hora de juzgar (con gran estima, por lo general) a los autores de referencia, y no es que se limite a valorar su estilo, sino que incide en lo que de humano se transparenta en sus obras. Tratándose de un hombre que vivió la guerra civil en la trinchera opuesta a la de Buero, Sastre o León Felipe, es de agradecer.  Algunos de estos contemporáneos, como Juan Ramón, Buero Vallejo o García Lorca merecen el honor de más de un artículo.

En el apartado de artes, el autor con que más se prodiga Pemán es Manuel de Falla, con quien le unió una gran amistad, al parecer. Y, en concreto, se dedica a comentar por extenso la composición de la Atlántida, de cuyas vicisitudes fue testigo.

La edición de Edibesa es bonita, pero algo descuidada, y no por la tipografía, pues apenas encontramos erratas, sino por la total ausencia de referencias al lugar y la fecha en que fueron publicados estos artículos. Con todo, se agradece a los editores que nos permitan disfrutar de ellos, ya que Pemán es difícilmente editable por el no vayan a pensar ustedes que yo, por Dios.

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25 marzo 2024

Cancelar

El verbo cancelar se usa últimamente, de modo un tanto abusivo, para significar el acto de proscribir, borrar de la memoria, condenar a las tinieblas de lo tabú, aquellas cosas que los woke u otros nuevos puritanos de nuestro tiempo consideran propias de tiempos afortunadamente superados o en vías de superación gracias a ellos.

Pensé que era un neologismo semántico; por eso me choca encontrarlo en un artículo de Pemán, de estos reunidos en el volumen que me ocupa actualmente, y con el mismo sentido: el de olvidar, por inútil (al menos) nuestra tradición humanística.

Yo no querría polemizar sobre esto de un modo largo y concreto. Querría preguntar, a los que piensan ligeramente de ese modo, si la tendencia retrospectiva de venerar las fuentes de nuestra formación humana ha sido tan cancelada como muchos creen ante la urgente técnica, vital y realista, característica de esta hora. Si el “americanismo”, con su tendencia practicista, significa una abolición plena y expeditiva de ese sentido de retrospección.



21 marzo 2024

Schlegel dijo

 

que Shakespeare presentaba problemas y Calderón presentaba soluciones. Hamlet vacila sobre el “ser o no ser”. Segismundo dice cómo tiene que “ser” la vida. Por eso todo nuestro teatro es el teatro de la afirmación y la Esperanza.

Me gusta. Es, de nuevo, Pemán en el artículo “Pureza y encarnación de nuestras letras”, en el volumen citado aquí los días anteriores.



20 marzo 2024

Continuando

con lo anterior, critica Pemán la táctica de ignorar a los adversarios ideológicos por el procedimiento de evitar citarlos, mientras se cita constantemente a los próximos. Actitud comparable, dice, a los novios “que están de morros”. Pero esto es tan incómodo como “pasear evitando transeúntes”.

Además, uno, citando a cualquiera, se siente colocado en la buena línea cristiana, asimiladora de todo. Los Santos Padres se hartan de citar autores paganos. Uno no se imagina a Santo Tomás, el más audaz de los asimiladores, “echándose fuera de la suerte” como los malos matadores y evitando al sesgo el nombre de Averroes, para decir: “como ha dicho cierto escritor árabe” …

(Costumbre que a mí también me irrita, dicho sea de paso, aunque no se haga con la intención de ningunear a nadie. Esos que dicen “decía un poeta francés…”: ¿se puede saber quién, por favor? Da la impresión de que a tus oyentes no les interesa, porque no les va a decir nada: es una descortesía con el auditorio).



18 marzo 2024

Es interesante esto

de José María Pemán:

El arma de los tradicionales fue la polémica […] El arma de los antitradicionales fue el silencio. Contra los krausistas se defendió Menéndez y Pelayo diciendo muchas cosas gordas de ellos. Contra Menéndez y Pelayo se defendieron los krausistas y sus hijos no diciendo ninguna cosa de él ni gorda ni flaca.*

No nos cuesta reconocer el cuadro. Nadie puede decir que los de derechas no se defienden. Antes bien, puede decirse que entran al trapo como miuras, unas veces en tono airado, otras veces con lógica y racionalidad.

¿Qué hacen los de izquierdas? Es cierto que manejan bien el silencio, no el silencio de poner la otra mejilla, sino el de silenciar a los del otro lado. Pero además del silencio, manejan bien otro elemento, que es el relato. En lugar de argumentar racionalmente, cuentan historias. ¿Cuántas de ellas llevamos vistas sobre tradicionalistas, cristianos, etc. malotes, hipócritas, explotadores, insensibles… y sobre progresistas, ateos, etc. nobles, simpáticos, coherentes, sufridores de injusticias…?

Júzguese qué es más eficaz.

(Identifico, quizá temerariamente –y sé que muchos cristianos me lo reprocharían—derecha con cristianismo. Pero, en este contexto, es demostrablemente válido).



*"Astucia y amor", artículo recogido en De las letras y las artes, Edibesa, sin más referencias por parte del editor. 

14 marzo 2024

Quiero un hijo de Julio

Ya ni me acordaba del tal Christo, el “artista” búlgaro cuya especialidad era empaquetar monumentos. Esta novela de Ángel Palomino hace chacota de tal ocurrencia, suponiendo que el tipo quiere envolver todo el Toledo monumental. La polémica subsiguiente le sirve también al autor para hacer una crítica de los comportamientos políticos, sobre todo en el eterno tema del rey desnudo: todo el mundo sabe que está ante una mamarrachada, pero hay que decir que Toledo entra en la posmodernidad, en el tercer milenio, y tal. Solo que, como esto es novela y no cuento, Palomino prescinde de un final moralizante y se quedan todos contentos, o más o menos, con la ideíca, que finalmente se lleva a cabo.

Y hay también una trama particular, si entendemos que la otra es pública o colectiva, ya que afecta a toda la ciudad. La trama particular es la que da título a la novela, y toca también un tema entonces muy de actualidad, como es la inseminación artificial. Chancha, una joven viuda, quiere tener un hijo póstumo de su difunto marido, Julio, un sesentón que murió de infarto pero conservando, al parecer, su potencial genesíaco, enfrascado por un amigo veterinario.

Hay también alguna que otra trama secundaria, lo que da lugar no sé si decir a una novela coral, rótulo que me parece excesivo para un producto que no da mucho de sí, ya que la temática, digamos, de circunstancias, no se ve compensada por el ingenio, la tensión o alguna otra virtud. Creo que a estas alturas (1987, creo) el antiguo superventas estaba ya amortizado, al menos como narrador.

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09 marzo 2024

Habas alemanas

Una sentencia judicial humillante, y de terrible lectura para un abatido Klaus Mann, ya en la posguerra, impediría la difusión de su novela [Mefisto] en Alemania al ofrecer un retrato demasiado “realista y vívido” del oportunista Gründgens.

En Mercedes Monmany, Sin tiempo para el adiós, p. 30, 1ª edición

No me jorobes… ¡También mandaba Franco en Alemania, macho!



08 marzo 2024

Textos para preparar el gran día (y IV)

De nuevo Javier Garisoáin:

…ni las pálidas desmayadas de mediados del XIX, ni la mujer florero de mediados del XX tienen nada que ver con el camino que transitaban las grandes damas del Cristianismo. El camino hacia un mundo matriarcal propio, que las mujeres estaban llamadas a reconstruir o a recrear, es el verdadero enemigo de todo aquello que la Revolución denomina progreso: el destape, el divorcio estéril o la infidelidad son la autopista que vuelve al paganismo; un retroceso hacia la sumisión generalizada. No es el cambio del patriarcado por el matriarcado, no. Es el derrumbamiento absoluto de la dignidad femenina –y de la masculina—que, disfrazado de igualitarismo, desemboca en la masculinización de la mujer, feminización del hombre, y ganancia de pescadores sin escrúpulos que no quieren familias ni gente libre, sino masas de borregos –y de borregas—entremezclados para disponer de cuerpos y almas como mejor convenga.

En La Antorcha, nº 3, julio 2023



07 marzo 2024

Textos para preparar el gran día (III)

Javier Garisoáin:

¿Qué es eso de que ahora las mujeres trabajan? Siempre trabajaron. Lo que de un tiempo a esta parte se ha producido es un cambio en sus trabajos, y un giro denominado “incorporación de la mujer al mercado laboral”, que nos venden como si fuera un logro. Como dando por hecho que las cosas son valiosas por estar en un mercado… Las cosas grandes e imprescindibles para la vida como la amistad, el amor, el mar, la fe, las nubes o la sabiduría ni se compran ni se venden. Están fuera del mercado. Así vivían antes las mujeres decentes: fuera del mercado, la política, las armas, las sacristías y casi fuera de la ley. Porque existía un mundo femenino, hecho por y para la mujer. Un mundo imperfecto como todo lo humano. Un mundo bendito, levantado sobre la pura presencia femenina, que es lo que daba consistencia a los hogares en un reflejo de lo que pudo ser el legendario matriarcado original. Cada vez que los avatares de la historia han corrompido esa cáscara social típicamente masculina que llamamos patriarcado, ha quedado al descubierto el corazón de cada pueblo, que es ese corazón materno al que recurren llamando a su madre los hombretones más fornidos cuando se hallan de verdad en apuros.

En La antorcha, nº 3, julio 2023



06 marzo 2024

Textos para preparar el gran día (II)

 Otra vez Sarah:

…en contra de lo que pueda parecer, tanto en África como en Asia la mujer goza de un profundo respeto. Jamás se atreverían a reducirla a algunas de las imágenes degradantes que encontramos en Occidente. Se me podrá objetar que la mujer africana está condicionada por el hecho de tener hijos. Esta manera de caricaturizar a la familia numerosa africana es ofensiva. Quiero denunciar la hipocresía que supone hacernos creer que la mujer occidental es respetada y se siente plenamente realizada porque se ha liberado del “peso” de la maternidad y es igual que el hombre en todos los aspectos.




05 marzo 2024

Textos para preparar el gran día

 Sarah:

Sin darse cuenta, cierto feminismo lleva a las mujeres a mirarse a sí mismas con la misma visión de esos hombres depravados y arrogantes que las reducen a un objeto de disfrute.




Él dice "sin darse cuenta"... Yo no lo veo tan claro...

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04 marzo 2024

Hablando del Príncipe Valiente,

veo que todas las ediciones en español adolecen de un defecto, muy común por otra parte, que es la omisión del artículo. Muy común porque se advertía ya en los cómics de Vértice, donde decían Capitán América o Sargento Furia; y, más allá aún, en películas como Doctor Zhivago [sic]. Se trata de un anglicismo muy difundido, que sin embargo no se extiende a los textos, donde, por supuesto, el personaje es El príncipe Valiente, el sargento Furia o el doctor Zhivago. Víctor Mora, en cambio, tuvo buen cuidado de titular las aventuras de su héroe El Capitán Trueno, en buen español.



02 marzo 2024

Príncipe Valiente 1940-1942

Causa perdida tratar de adquirir series de comics a lo largo de los años, porque, aunque el personaje se siga editando, los editores van cambiando. Tengo dos volúmenes del Príncipe Valiente en Burulan y otros tres en Planeta De Agostini, pero, como el total de páginas es diferente, ya me he perdido algunos episodios. Este que comento es el segundo de los de Planeta (volumen 3, en concreto, pensé que no merecía la pena coger el 1, que se correspondería con los de Burulan, pero no, ya digo).

Arranca esto en las cercanías de Roma, con Valentiniano de emperador. Sí, pues, por medievales que sean los aspectos de los caballeros británicos, el rey Arturo vivió en las postrimerías del Imperio por antonomasia. Valiente va acompañado por Gawain y Tristán. Luego se separan y tenemos las aventuras de Val en solitario por las islas griegas y por el Oriente próximo: toda una odisea con un Ulises de 17-18 años tan sagaz y fuerte como el de Homero. En efecto, Val se encuentra con reyes, magos, monstruos, piratas y bellas princesas, sin que falte algún lance entre cómico y fantástico, como el del mago malmaridado Belsatán.

El guion es soberbio, pero, sin duda, donde sobresale Hal Foster es en los dibujos. No es extraño que optara por los textos sobreescritos en la viñeta, sin bocadillo, porque cada viñeta es una obra de arte en sí misma. En concreto, la que muestra a la princesa Melody y su amado en la frágil embarcación que los lleva a ninguna parte podría competir con cualquiera de los artistas románticos del XIX. Chrétien de Troyes y sus epígonos no podrían imaginar mejor traductor en imágenes de sus historias.

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