29 enero 2011
Gramática de la lengua castellana (Nebrija)
Para valorar una obra como esta en su justa medida hay que hacer abstracción de la gracia que para nosotros, lectores de hoy, tiene el castellano de los siglos medios y áureos, lleno de una ingenuidad que en el fondo no es sino naturalidad y que hoy día se echa de menos: los libros de gramática son abstrusos, pedantes a menudo, como reconoce también Manuel Seco en el prólogo a esta edición. Un vistazo al texto nos hace ver lo poco que ha cambiado la enseñanza de esta disciplina. Hay en ella conceptos después rechazados, como el de modo optativo, pero a la vez hay intuiciones agudas, como la de no considerar como forma verbal al participio de presente o el no incluir a la voz en el número de los accidentes del verbo. Digo que son intuiciones agudas porque durante mucho tiempo la gramática del español (y supongo que también la de otras lenguas romances) ha dependido en exceso de la latina. Y es por eso por lo que, como nos dice también Manuel Seco en la introducción, esta obra ha conocido escasa fortuna en los siglos posteriores: nunca se estimó necesario (y es un dato que me chocó, porque no lo conocía) el aprender la gramática de la propia lengua, que estaba implícita, se suponía, en la competencia del hablante. Hay que destacar también, por último, cómo Nebrija intenta adaptar la terminología: pasado no acabado, pasado más que acabado, etc.
Nota redactada en junio del 2001. Es una edición de esas enanas de la editorial Aguilar, colección Crisolín.
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27 enero 2011
Dos citas sobre pedagogía
Las trae Juan Luis Lorda en Humanismo II. Tareas del espíritu, un buan manual de auténtica educación para la ciudadanía.
Dice J. Rassam, a quien no conozco:
El error es creer que la pedagogía se reduce a una técnica deducida de la psicología científica; una pedagogía considerada como una técnica con base científica puede ser un medio para manipular individuos, no un arte para educar personas; puede ser un instrumento para lavar cerebros, no un medio para formar espíritus.
Y el viejo C. S. Lewis, tan agudo como siempre:
Donde la antigua (pedagogía) iniciaba, la nueva se limitará a "condicionar". La antigua trataba a los alumnos como las aves adultas tratan a las aves jóvenes cuando les enseñan a volar; la nueva los trata, por el contrario, como el granjero industrial trata a los pollos.
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26 enero 2011
Generosidad
Javier Cercas dice que la democracia podría ser generosa con los etarras igual que lo fue con los franquistas*. Él sabe, porque tiene años, que es el franquismo, más bien, quien fue generoso con los herederos del Frente Popular, dando lugar a la actual democracia. Este régimen procede del anterior, desde su misma cúspide. Lo sabe él y lo saben todos los que hablan como si el franquismo hubiese sido derrotado y tratado luego graciosamente. Pero lo repiten hasta que, a las mil veces, termine siendo verdad, según la filosofía de uno de los socialistas más célebres del pasado siglo.
*Fuente: resumen matinal de prensa en Onda Cero. No he podido encontrar el original.
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25 enero 2011
El peregrino de la estrella
No le habían hecho falta sus parlamentos filosóficos, absolutamente superfluos, para que le hubiéramos entendido: Jack London cree en la inmortalidad del alma (el espíritu, como él dice) pero no en la otra vida, no en la absolutamente otra vida, es decir, en el cielo o el infierno cristianos; eso le lleva a aceptar la reencarnación. Pero no es que esta novela sea una apología de la reencarnación. Es una apología de la superioridad del espíritu, pero sin aceptar la noción de premio o castigo eternos, y sí afirmando la eternidad de la vida tal como la conocemos a este lado. Hay un auténtico entusiasmo en London cuando pone de relieve la superioridad de los hombres de espíritu sobre los demás. Las sucesivas encarnaciones del que al presente es Darrell Standing ("de pie"), condenado a muerte en la prisión Folsom, no son sino muestras de esa superioridad, la del hombre que lucha por afirmar su vida frente a quien intenta arrebatársela, y esa lucha tiene como premio el volver a vivir en la piel de otro hombre fuerte. Se advierte fascinación en la pintura que hace London de la barbarie: si hemos de matar y morir, parece decirnos, que sea sin intermedio de leyes, de estados, de artificios hipócritas. Podría ser este, pues, un libro de culto para los llamados fascistas esotéricos o derechistas paganos, por encima de sus méritos o deméritos como novela.
Nota redactada en marzo de 1999. La edición que leí titulaba "la estrella". Otras traducen "de las estrellas", como la de la imagan. El título original es The star rover, que yo traduciría como "El vagabundo estelar"
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24 enero 2011
En democracia no hay censura
Durante el mes de octubre ha llegado al Instituto andaluz de la Mujer, a través del Observatorio andaluz de la Publicidad No Sexista, una queja relacionada con el contenido del artículo "Ley contra la violencia de género: ganan las feministas, pierde la mujer", de la que le doy traslado para su conocimiento.
Al Instituto Andaluz de la Mujer le corresponde promover y velar por la transmisión de una imagen igualitaria, plural y no estereotipada de las mujeres y de los hombres en todos los medios de información y comunicación, conforme a los valores del ordenamiento jurídico (Ley 12/2007, para la Promoción de la Igualdad de Género en Andalucía).
Para su conocimiento y en cumplimiento de estas competencias, le adjuntamos el informe emitido por el Observatorio Andaluz de la publicidad No Sexista y le hacemos un llamamiento para que tome en consideración este análisis en lo referido a la realización y difusión de campañas publicitarias.
Hay observatorios.
Fuente: Hispanidad
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21 enero 2011
A prueba de copias
Hace años, Alejandro Sanz publicó un disco donde, según él, el puro romanticismo cedía el paso a la conciencia social: yo canto a los oprimidos, y tal. Eran también los años de la invasión de Irak, cuando quedaba muy bien sumarse al no a la guerra. Lo curioso es que ese disco salía con un dispositivo especial anticopia. Uno podría pensar que si cantas al pueblo deberías facilitar que tus canciones circularan libremente entre los desheredados. Tal era la idea de los cantautores de los 70, que ponían música a los poetas sociales para divulgarlos mejor entre "la inmensa mayoría", que dijo Blas de Otero, pues a ella iban dedicados. Pero la de Alejandro Sanz era una conciencia social a prueba de copias.
Y nuestro hombre no ha cambiado: sigue con su conciencia social, ahora haciéndose fotos con niños enfermos en África, mientras protege con uñas y dientes sus creaciones. Nunca mejor dicho, pues se permite arañar y morder verbalmente a todo aquel que osa atentar contra "los derechos de los creadores" copiando música. Conmigo puede estar tranquilo, porque su voz me produce jaqueca. Pero si se sale con la suya y con la de Sinde va a tener que desempolvar sus corazones partidos para que las niñas bien se derritan en sus guateques, o como se llamen ahora.
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20 enero 2011
Memoria e identidad
Me felicito de que sea Juan Pablo II quien rompa una lanza por los conceptos de nación y de patria, tan puestos en cuestión, incluso por cristianos, a cuanto de los excesos nacionalistas. Polonia y España son dos naciones cuya historia y cuyo ser mismo están vinculados de manera especial a la fe católica. Pero, si hoy Polonia se siente orgullosa de ello, también por boca de su personalidad más egregia en el último siglo, España parece querer renegar de su historia, de su identidad, por emplear la palabra que titula este volumen, diluyéndose en identidades inventadas deprisa.
El libro reproduce, en forma de entrevista, conversaciones más o menos off the record de Juan Pablo II con miembros de la jerarquía. La primera parte se dedica a las respuestas cristianas a problemas acuciantes de todos los tiempos, como el mal y la libertad. Después pasa a ocuparse de esos conceptos ya referidos: patria, nación, Europa, democracia. Y no deja Karol Wojtyla de referirse a esa concreción del mal en nuestro tiempo que son los totalitarismos. Para Juan Pablo II, la Redención es el límite que Dios pone al mal. Los totalitarismos socialistas han llegado hasta donde Dios les ha permitido, como permitió al demonio tentar al mismo Cristo. En cuanto a la democracia, deja claro que no es la solución canónica, pero sí parece, en su opinión, la forma de gobierno más adecuada "a la naturaleza racional y social del hombre".
Nota redactada en abril del 2007
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19 enero 2011
17 enero 2011
Esos colegios que segregan
Inasequible al sentido del ridículo, El País vuelve a hablar de segregación para referirse a los colegios que imparten educación diferenciada. Inmune al cansancio, reproduzco de nuevo este comentario que publiqué hace años.
¿Qué significa segregar? No, no me digan que "separar una cosa de otra". Me refiero al valor actual de la palabra, por encima de su fosilización en el diccionario. El verbo adquirió difusión unido al fenómeno del racismo: el separar a la gente por razas, normalmente con el objeto de que los "mejores" no se contaminaran con los "inferiores", empezó pronto a conocerse como segregación racial; y así, este vocablo, inofensivo fuera de contexto, no puede evitar desde entonces ser asociado a la injusticia. Por ejemplo, si conmutamos racial por sexual, el ceño se nos fruncirá por reflejo condicionado: "segregación por razón de sexo, oh". No sé si me voy explicando.
La separación de grupos de gente en función del sexo se da en tantos momentos y lugares que es ocioso enumerarlos. Empezando por los aseos públicos o las camas de hospitales, podríamos seguir hablando de equipos de fútbol, peluquerías (algunas), colegios mayores o clubes privados. En unos casos la razón es de pudor elemental, en otros de obvias aptitudes naturales y en otro, en fin, de puro ejercicio de la libertad a la hora de establecer reglamentos. Como lo hizo el otro día la vicepresidenta de esto* al organizar un ágape femenino en honor de la flamante jefa del Estado chileno**. En ninguno de estos contextos puede decirse que exista injusticia, por lo que hablar, por ejemplo, de segregación en los w. c. de los bares resultaría un tanto chusco, aunque impecable desde el punto de vista académico. La enseñanza, que yo sepa, no es evidente, ni por supuesto dogmático, que deba ejercerse juntando alumnos y alumnas en el aula. Aunque hoy sea práctica habitual, es signo de mentalidad abierta respetar a quien, practicando una educación separada, consigue resultados al menos igual de satisfactorios, en lo académico y en lo humano. Aquel al que, por el contrario, la libertad de enseñanza le produce urticaria, arbitrará todos los medios, incluidos los lingüísticos, para desacreditarlo.
En el reportaje que emitió poco ha Informe semanal sobre los colegios de enseñanza diferenciada, sonó ese término, segregar, segregación, con sospechosa insistencia. No fue el único índice de parcialidad que registró el programa, ni mucho menos, pero sí, creo, uno de los más eficaces, por subliminal. Los centros en cuestión, por supuesto, no les dicen a las niñas: "aquí sólo formamos hombres, amiguita, así que ¡pista!", o viceversa con los niños; de hecho, suelen disponer de dos redes, masculina y femenina, para cubrir la demanda. Pero en la deriva totalitaria que ha tomado el socialismo gobernante figura como objetivo la liquidación de la enseñanza diferenciada. Y, en esa guerra, como en todas, las palabras no son inocentes.
*Entonces María Teresa Fernández de la Vega
**Entonces Michelle Bachelet
15 enero 2011
Nocturnos
Ishiguro ha conseguido recrear en estos cuentos la atmósfera de esas piezas de cool jazz en que son especialistas sus personajes. Una atmósfera de melancolía, propicia a las confidencias, y a la vez salpicada por esa frivolidad en el terreno familiar y afectivo que es el contexto de las letras de tales canciones. Aquí se habla de tomar y dejar maridos y esposas como si se tratara de mascotas, o con más ligereza aún, ya que abandonar mascotas está muy mal visto, como bien sabemos. Sin embargo, tal frivolidad está contemplada con ojos críticos, satíricos incluso, al menos en el caso de los dos primeros relatos, el del cantante que ha de dejar a su mujer, aunque la quiere, porque no está bien que una estrella que va a relanzarse continúe ligado a la misma mujer; y el del matrimonio que llama al amigo para que haga el papel de muñeco de pim-pam-pum frente al cual puedan robustecer su autoestima y salvar así lo suyo, supuestamente en peligro. Una vez más vemos al Ishiguro crítico con los contravalores de nuestro mundo y a la vez lleno de compasión por el creador y la víctima de esos contravalores, el propio ser humano, que se revela en sus facetas justamente más humanas en estos momentos con fondo de jazz.
Nota redactada en noviembre del 2010
Otra obra de Kazuo Ishiguro comentada aquí: Nunca me abandones
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13 enero 2011
El mundo y la URSS
¿Sabes cuántos millones de ojos nos están observando desde el otro lado de las fronteras, desde la otra orilla del océano? Están algo lejos y no pueden vernos bien. Sólo ven una sombra que se mueve, y les parece que ven un enorme animal. Están demasiado lejos para darse cuenta de que esta mole inmensa es blanda, fofa, sin fuerza. No pueden darse cuenta de que no es más que un enorme montón de escarabajos. Un sinfin de escarabajos minúsculos, negros y brillantes, que se amontonan formando una muralla. Minúsculos escarabajos que corren de un lado para otro, dándose empellones y rizándose los bigotes. He aquí el error del mundo, camarada Morozov: no ve los bigotes.
[...]
Sólo ven una nube negra y oyen los truenos. Les han dicho que detrás de la nube hay ríos de sangre; hombres que mueren, hombres que matan, hombres que luchan. ¿Y qué? Los que nos observan no temen a la sangre. La sangre es honrosa. Pero ¿y si supieran que no es en sangre que estamos sumergidos, sino en pus? ¿Quieres un consejo de amigo? Si quieres ser el dueño de esta tierra, di al mundo que tu distracción favorita es cortar cabezas y que matas los hombres a centenares. Haz que el mundo te crea un enorme monstruo que inspira temor, respeto, odio, pero a quien haya que combatir honrosamente. Pero no dejes que se sepa que tu ejército no es un ejército de héroes, ni siquiera una pandilla de bandidos; no dejes que se enteren de que es un ejército de chupatintas esmirriados y herniados, que han aprendido a tomar actitudes arrogantes. No dejes que se enteren de que lo que hay que hacer contigo no es combatirte, sino desinfectarte; que la guerra no se te debe hacer con cañones, sino con ácido fénico.
Timoshenko, en Ayn Rand, Los que vivimos
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En democracia no hay censura.
Lanzarán nuevas ediciones de 'Tom Sawyer' y 'Huckleberry Finn' que omitan la palabra 'negro'
Se sustituirá por 'esclavo' para evitar expresiones raciales que puedan ofender a los afroamericanos
Oh, no. Lo que hay son editores políticamente intachables que tratan de proteger contra la literatura a las minorías étnicas. Que es probablemente mucho más de lo que ellas han hecho en su vida, como diría Groucho.
Me recuerdan a aquellos otros celosos guardianes que lanzaron reproducciones de la portada del Abbey road de los Beatles sin el cigarrillo que portaba Paul McCartney. Los encargados de tal menester son, sin saberlo, los herederos de Daniele da Volterra, il Braghettone, al que mandaron pintar taparrabos a los desnudos de la Capilla Sixtina. Ahí lo tienen. El Braghettone cabalga de nuevo, a lomos de la corrección política.
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12 enero 2011
El novelista
A poco de empezar este relato nos damos cuenta de que se va a tratar de una especie de "gabinete de un aficionado", por utilizar el título de ese cuadro que muestra una sala llena a su vez de pinturas. Esta es una novela llena de novelas, aunque, así como en El gabinete de un aficionado los cuadros aparecen difuminados por la distancia, aquí se nos dan solo, salvo excepciones, algunos trozos, se supone que los más significativos, de esas muchas novelas que escribió Andrés Castilla, el protagonista. Y si Borges decía que no había por qué escribir un novelón sobre un tema que se podría enunciar en un cuento, o en una falsa reseña, hay que decir que los trozos que aquí faltan de esas novelas no son realmente necesarios, sino que lo que se nos da de "La moribunda", "El farol 185" o "El biombo" puede constituir una pieza redonda en sí misma, sin necesidad de más: unos cuentos de maestro.
Por lo demás, ya se sabe: demolición de valores (a saco, sin discernir), destrozo de tópicos, perspectivas sorprendentes... Ramón.
Nota redactada en septiembre del 2008
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11 enero 2011
No se espanta ni se escandaliza. Verifica.
Como Monsi, Adela hace estación ante el espejo y su juicio es aún más severo. Sea falta de imaginación, sea, sencillamente, valentía, no está en su naturaleza hacerse ilusiones. "Tan distinto como la cara que lleva uno al baile y la que se trae a la vuelta", reza uno de sus dichos favoritos. Donde no hay ilusiones hay experiencia, y Adela, que sabe de antemano lo que en el cristal le aguarda, no se espanta ni se escandaliza. Verifica. "Así eres, hija mía, y con eso te tienes que arreglar". Y la verdad es que con eso se arregla una. Su larga historia se lo ha dicho muchas veces, y hoy está segura.
En Paulina Crusat, Las ocas blancas
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10 enero 2011
El Ministerio de la Verdad está tardando en llegar,
aunque la ley de memoria histórica es un paso importante en esa dirección. Bien es cierto que la palabra verdad es muy incorrecta políticamente. Lo que ya tenemos de hecho es Ministerio de la Bondad. Todos amables y educados por decreto. En tiempos más franquistas era una recomendación: "sea amable; no cuesta nada". Ahora lo que puede costar es el no serlo.
La verdad es que empieza a cansar este continuo lavado de conciencia del gobierno socialista. En todo caso, espero que eso de la "igualdad de trato" empiece por aquellos que en Cataluña quieren ser escolarizados en su lengua materna y oficial, o simplemente rotular sus negocios en ella. El totalitarismo tiene caprichos alternativos, ya se ve.
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07 enero 2011
Luz de agosto
¿Qué es lo que produce los monstruos de Faulkner? Familias desestructuradas, claro, eso es lo que más inmediatamente une a Joe Christmas, a Lena Grove y a Gal Hightower. Pero la pregunta siguiente es qué es lo que hace monstruos también a los ascendientes de cada uno de ellos. No creo que sea solamente una sociedad llena de prejuicios o una determinada forma de vivir la fe protestante, aunque eso esté también ahí de modo evidente. Tal vez la pregunta sea qué es lo que hace concebir a un novelista criaturas deformes solamente. Y ahí es donde puede que tenga su papel el modo protestante de concebir al hombre, ser empecatado de raíz y condenado a la agonía de no saber nunca si goza del favor de Dios. Los monstruos faulknerianos vendrían a ser así la última derivación de la ruptura luterana.
Aunque no fácil tampoco, Luz de agosto tiene la ventaja de ser de lo más convencional de Faulkner en cuanto a narración. Casi resulta dickensiana cuando narra la infancia del negro-blanco Christmas, aunque, eso sí, con hallazgos deslumbrantes que no habría imaginado nunca el autor del Pickwick.
Nota redactada en enero del 2010
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