11 enero 2011

No se espanta ni se escandaliza. Verifica.


Como Monsi, Adela hace estación ante el espejo y su juicio es aún más severo. Sea falta de imaginación, sea, sencillamente, valentía, no está en su naturaleza hacerse ilusiones. "Tan distinto como la cara que lleva uno al baile y la que se trae a la vuelta", reza uno de sus dichos favoritos. Donde no hay ilusiones hay experiencia, y Adela, que sabe de antemano lo que en el cristal le aguarda, no se espanta ni se escandaliza. Verifica. "Así eres, hija mía, y con eso te tienes que arreglar". Y la verdad es que con eso se arregla una. Su larga historia se lo ha dicho muchas veces, y hoy está segura.

En Paulina Crusat, Las ocas blancas

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