28 noviembre 2008

UGT no quiere curas. ¡Qué bien!

Matizo mi entrada anterior: la decisión del juez sería impecable... siempre que los padres que quisieran la cruz en el aula pudieran escolarizar a sus hijos, en igualdad de condiciones, en un colegio que las tenga. Eso está lejos de suceder en España. Por tanto, pierde la libertad, pero sobre todo la libertad de los cristianos. Esto me recuerda algo que escribí hace unos años a propósito de una declaración del líder de la UGT. Simplemente advierto que yo no soy el de la foto y que tengo una cuenta pendiente con el responsable de Fluvium.

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26 noviembre 2008

Si no es el crucifijo, hombre

Bueno, ya estamos otra vez con el crucifijo. La decisión del juez en el sentido de quitar la cruz de un colegio vallisoletano es respetable, claro, e incluso puede ser justa. Lo que llama la atención es que el PSOE y las asociaciones laicistas de padres (que para eso están, por lo visto) hayan tardado tan poco en aprovechar para exigir, de nuevo, la retirada de todos los símbolos religiosos. Pero hombre, ¡si hace veinte años que, salvo casos aislados, el crucifijo es tan sólo un recuerdo en los centros públicos! Estos señores siguen mostrando la misma voluntad de aniquilamiento total que en el Cerro de los Ángeles. Me temo que de donde deben quitar el crucifijo es de sus sueños...

Si no es el crucifijo. ¿Qué la escuela es aconfesional? Pues no colgamos símbolos religiosos, vale. Lo que no deja de chocar es que la retirada de los crucifijos haya sido simultánea a la ruina del mobiliario, a la cochinez de las aulas, al imperio del alarido y de la palabrota, a la escalada de la depresión y a la burrería generalizada. A lo mejor no tiene nada que ver. Pero siempre me dieron lástima los que clamaban contra la alternativa “religión o ética” con el argumento de que eso suponía dejar sin formación moral a los que escogieran religión. A veces, en el mundo de la enseñanza, quien pasa de la docencia a la política no hace sino cambiar los tranquilizantes por las ruedas de molino.

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25 noviembre 2008

Ortega y el 98


La desilusión de todo aquel que, como Gonzalo Fernández de la Mora, se acerca a la generación del 98 con ánimo de encontrar críticas y soluciones concretas, es decir, rigor, se comprende. Y se comprende también que quien investiga el 98 desde el lado filosófico, y no literario, de la cuestión, prefiera a Maeztu sobre todos los demás, sobre todo si es conservador. Digo "filosófico" aludiendo sobre todo a la filosofía política. Bien, el caso es que don Gonzalo comienza su obra con una perplejidad, que ya he visto antes, ante la falta de coherencia de los noventayochistas, su escaso espíritu de sacrificio y su egloatría, que los hace aparecer casi como niños malcriados, que se quejan de todo y apenas nada ponen de su parte. Buceando sobre el porqué de todo ello, llega a lo que es, me parece a mí, una de las dianas de este trabajo: la caracterización de los hombres del 98 como unos hiperestésicos. En efecto: la falta de defensas espirituales que define al hombre de nuestro siglo, ya desde su comienzo, le hace especialmente sensible a todo. El trauma que causó a los españoles la pérdida de las colonias encuentra en estos hombres un reflejo desorbitado, como lo hace la gripe en un enfermo de sida, y se dedican a problematizar España sin darse cuenta -tarde o temprano lo harán- de que son ellos los problemáticos. Sólo desde esta perspectiva me parece posible una comprensión cabal del caso 98.

Nota redactada en junio de 1999

24 noviembre 2008

El poder


Parece que se ha puesto de moda entre los progres buscar una "Iglesia buena" que oponer a la Iglesia mala que se amancebó con el régimen de Franco. A la película de la señora esta que creo que se llama Taberna, con su cura guapo y disidente, se suma ahora el Manuel Rivas, uno que creo que hace novelas: en El Pis Semanal se descuelga este hombre con no sé qué cura de Alsasua que también plantó cara a esa "Iglesia que sólo buscaba el poder", "como la de ahora". Se lo juro, así lo dice.

Tal vez por eso no lo aserraron, ni emascularon*, ni violaron, ni echaron a los cerdos, ni lo expusieron en carnicerías, al cura de Alsasua. Eso les pasa a los que buscan el poder, como las carmelitas o los capuchinos, por ejemplo.

*Del prefijo e-, ex-, relacionado con arrancar, y masculus, macho. Pueden imaginarse algo doloroso.

En la foto, Juan Duarte Marín, uno de los megalómanos.

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21 noviembre 2008

Democracia, libertad


Los que han teorizado sobre la democracia sin divinizarla suelen admitir que tal régimen es compatible con la restricción de la libertad personal, y viceversa, un régimen sin participación de los ciudadanos puede conceder amplios márgenes a esa libertad. Así, para Isaiah Berlin, la libertad

... no es incompatible con ciertos tipos de autocracia o, en cualquier caso, con la ausencia de autogobierno... [Así como] una democracia puede privar, de hecho, al ciudadano individual, de gran número de libertades de las que podría disfrutar en otro tipo de sociedad, es perfectamente imaginable un déspota con espíritu liberal que concediera a sus súbditos un gran espacio de libertad personal. (En Dos conceptos de libertad y otros escritos)

La deriva del gobierno catalán en los últimos años ilustra perfectamente lo que puede llegar a ser un totalitarismo refrendado. Lo del comité audiovisual es ya clamoroso. Pero, si llegaran a cuajar propuestas como la del Instituto de Estudios Catalanes, para multar a los periodistas que empleasen mal el catalán, aquella región habría empezado a superar las ficciones de Vizcaíno Casas para adentrarse en el terreno de Francisco Ibáñez, el de Mortadelo y Filemón. Pero sin gracia.

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19 noviembre 2008

Cera


Lo que más me admira de Ortega (y Gasset, claro) es su capacidad para ponerse a meditar sobre cualquier cosa y sacarle punta. Leo en La deshumanización del arte:

Ante las figuras de cera todos hemos sentido una peculiar desazón. Proviene esta del equívoco urgente que en ellas habita y nos impide adoptar en su presencia una actitud clara y estable. Cuando las sentimos como seres vivos nos burlan descubriendo su cadavérico secreto de muñecos, y si las vemos como ficciones parecen palpitar irritadas. No hay manera de reducirlas a meros objetos. Al mirarlas, nos azora sospechar que son ellas quienes nos están mirando a nosotros. Y concluimos por sentir asco hacia aquella especie de cadáveres alquilados. La figura de cera es el melodrama puro.


Cadáveres alquilados... En un examen me cargué una pregunta entera por empezar diciendo: "Ortega y Gasset fue un poeta madrileño..." A veces pienso que la alumna no iba tan falta de razón. Ante Ortega siento muchas veces lo que decía Vintila Horia por una película de Fellini: me entran ganas de reír de puro gozo. Así con su artículo "Arte de este mundo y del otro", recogido en el volumen citado. Qué alarde.

18 noviembre 2008

Floresta española de varia caballería


Lo sobrenatural o lo maravilloso ha sido común a todas las literaturas, que necesitan del misterio porque el misterio está ahí, como un dato de experiencia. El caballero es una de las múltiples formas (y una de las más atractivas) que adquiere el hombre cuando quiere sublimarse. Es casi como un santo y a veces (como en el caso de Percival, o Parsifal, o etc.) se funde con él. En todo caso, el caballero es alguien que entrega su vida a algo o a alguien, algo o alguien relacionado con el misterio. en el menos sublime de los casos, se trata de una mujer, la dama de los sueños del caballero andante. Pero sabemos muy bien (aunque sea simplemente por Bécquer) cómo la mujer ha sido con frecuencia símbolo o encarnación del ideal, del misterio, de ese algo superior por el que merece la pena vivir; no importa que lo carnal haya tenido también su papel, y papel importante, en las peripecias de los caballeros; es que lo carnal es también un dato de experiencia del que no podemos prescindir, y aparece en la cabellería con significaciones muy diversas.

Todo esto, y mucho más, cabe deducir del entusiástico canto a la caballería que Luis Alberto de Cuenca, jovencito aún entonces, pone como introducción a los tres tratados españoles sobre la caballería (Raimundo Lulio, Alfonso X, don Juan Manuel) incluidos en esta Floresta. Ojo al epílogo.

Nota redactada en junio de 1999. Es un volumen de la "Biblioteca de heterodoxos, marginados y visionarios", peregrina ocurrencia de la Editora Nacional que acabó regalando a todos los centros docentes; y uno de los pocos volúmenes valiosos.

16 noviembre 2008

Demagogo:


Aquel que predica doctrinas que sabe que son falsas a hombres que sabe que son idiotas.

H. L. Mencken

Bastante acertado. Pero creo que hoy el demagogo, más que predicar doctrinas, inventa derechos, reivindica deudas históricas, busca enemigos, inflama pasiones. En cuanto a los idiotas, la terrible diferencia de nuestra época con respecto a otras es que los idiotas se pueden fabricar a base de planes de enseñanza, como estamos viendo en España desde el año 90 a esta parte.

13 noviembre 2008

Aquellas almas fueron intolerantes,


no por salud y vigor, sino por pobreza de complejidad, porque no sólo tolera el débil y el escéptico, sino el que en fuerza de vigor penetra en otros y en el fondo de verdad que yace en toda doctrina, puesto que hay junto a la tolerancia por exclusión otra por absorción.

Totalmente de acuerdo con Unamuno (En torno al casticismo) en la diferencia. De hecho, son los dos conceptos de tolerancia que se enfrentan hoy mismo: la que se basa en el escepticismo ante la verdad (en el relativismo) y la que no han dejado de predicar los papas en las últimas décadas: la que reconoce "el fondo de verdad que yace en toda doctrina" y tiene el máximo respeto por los hombres que las profesan.

No tan de acuerdo en cuanto a la intolerancia de los españoles del XVI. Yo creo, en cambio, que fue más por "salud y vigor" por lo que otorgaron a la verdad que profesaban unos derechos que en realidad pertenecían a las personas. Porque reconocían la salud y el vigor de esa verdad.

12 noviembre 2008

El vengador


Antes de que decidiera invertir su talento en hacer siniestras caricaturas de lo que fue incapaz de mascar, el ex-seminarista José Luis Castillo-Puche realizó cosas tan estimables como este Vengador. Por cierto, que uno de sus personajes refleja bastante bien al miserable en que se convirtió después el autor: me refiero a ese preso que, interrogado por los vencedores, salta como un perro hacia el protagonista y le aferra la muñeca con los dientes hasta arrancarle un trozo de carne. La escena es estremecedora por cuanto en su vileza este hombre llega a resultar francamente patético.

La obra, digo, es estimable no sólo por sus cualidades literarias sino por trascender el conflicto político o social de la guerra civil y llevarlo a un plano humano, espiritual si queremos. El tema de la represión en la posguerra no lleva aquí a tratar a los vencidos como inocentes, pobres angelitos víctimas del fascismo. Son culpables y el autor no ahorra pormenores que lo demuestran ni tampoco la razón que, desde un punto de vista pegado a la tierra, asiste a los vencedores en su afán de venganza. Pero por encima de las miserias de unos y otros la novela consigue ponernos ante la mirada, sin discursos enojosos, con procedimientos puramente narrativos, el valor de la vida humana, de la vida de cada hombre.

Nota redactada en septiembre de 2007

10 noviembre 2008

Algo de música


El Wreckin´ball de Emmylou Harris me ha parecido decepcionante. No es nada nuevo, es un disco de 1995, pero el experto que consulto habitualmente me lo había definido como espiritual, de rara belleza y una de sus obras maestras. Pues a lo mejor por espiritual y de rara belleza me parece un fiasco. Creo que trata de ponerse new age y eso no le va.

En todo caso, se salva una composición, la titulada Sweet old world, original de Lucinda Williams, que paso a incluir como favorita en el perfil. Una preciosidad, incluida la letra, algo pegada a la tierra, pero qué vas a pedir.

Otra experiencia de esta semana fue volver a oír Señora azul, de Cánovas, Rodrigo, Adolfo y Guzmán... Ahí sigue, en todas las recopilaciones de música de los 70. Es increíble. Es fea, está mal cantada, su letra consiste simplemente en poner a alguien a caer de un burro. Si me preguntaran por algún éxito que me resultara incomprensible, mi respuesta sería Señora azul.

07 noviembre 2008

La libertad del hombre muerto


Loan los historiadores romanos por varón de gran ánimo a Catón, porque se mató no pudiendo con paciencia sufrir la victoria de César su enemigo. Yo no sé por cierto qué mayor crueldad le hiciera el César de la que él se hizo... Y adornan su muerte diciendo que murió por haber [tener] libertad. Y ciertamente no puedo entender qué libertad pueda haber para sí ni para dar a otro el hombre muerto.

Hernando del Pulgar, Claros varones de Castilla

06 noviembre 2008

(Hace medio siglo) La posguerra


"Confieso sinceramente que no entiendo cómo muchos amigos a quienes les parecía obligado, muy de acuerdo con las normas de León XIII y papas sucesivos... colaborar con la república de Lerroux y aun con la de Azaña y Largo Caballero, sientan ahora escrúpulos tan profundos en colaborar con Franco". Esta "extraña" actitud que pone de manifiesto Tomás Cerro, miembro de la Asociación Católica Nacional de Propagandistas, no era sino el comienzo de un fenómeno que se repetirá luego una y otra vez, y no sólo en España: el complejo de inferioridad de la derecha, o de cierta derecha, empeñada en ser más antifascista que nadie. El boicot de Aznar a Heider en el parlamento europeo no es sino el último acto de este sainete, del que lleva mucho tiempo aprovechándose la izquierda. El propio José María García Escudero, a cuyo cargo están los artículos introductorios de estas entregas, llama con ironía a Gil-Robles "antiguo campeón del posibilismo", al tiempo que destaca su actitud radical para con Franco. Suerte que este (en el fondo objeto de las envidias de casi todos) no tuvo ese complejo. Quizá sea cierto que si hubiera tratado de integrar, poco a poco, a la España vencida en su régimen, al cabo hubieran sido otros los malos de la película en este fin de siglo. Pero no quiso correr ese riesgo. No ganó una cruenta guerra de tres años para correr ese riesgo. Se me olvidaba decir que todos los artículos que componen este volumen mantienen un digno nivel de objetividad.

(Nota redactada en agosto del 2000. Se trata de un serial en fascículos que sacó el diario Ya hacia el 90, y que me dio por leer enterito cuando lo vi encuadernado.)

05 noviembre 2008

Pues ya está. Obama presidente.


Que sea enhorabuena. El Mundo se comprometía abiertamente ayer en su editorial: "Por qué queremos que gane Obama". No me resulta difícil compartir algunas de sus razones: el triunfo del candidato demócrata, por ejemplo, avala la idea de que en los Estados Unidos se han acabado los prejuicios raciales y de que cualquiera, en ese país, puede llegar a presidente siempre que consiga infundir la suficiente confianza en los ciudadanos.

Pero no deja de causar estupor el prejuicio que, a su vez, exhibe el periódico contra una persona determinada: Sarah Palin. Pues otra de las razones por las que era deseable, según ellos, que ganara Obama era que no llegase a presidente una persona como la gobernadora de Alaska.

Y causa estupor porque no sólo se trata de El Mundo: contra Sarah Palin se han vertido los odios más irracionales. El Jueves, tan ingenioso otras veces a pesar de su mal gusto, presentaba a Palin en portada en figura de cerdo y con el apelativo de "ese ser". Odio irracional, rechinar de dientes. "... Sus corazones se consumían de rabia y rechinaban los dientes contra él"... Sólo faltó lapidarla en efigie.

¿Estupor, dije? Bueno, sólo de entrada. Todo es la mar de razonable.

04 noviembre 2008

¡Unamunooo...!


Encuentro esta perla en En torno al casticismo:

... razón por la que son mayores las circunvoluciones en el cerebro humano que en los de los demás animales, y mayores en el del blanco que en el de razas inferiores.

Si llega a decir "el vasco" en lugar de "el blanco", hoy tendríamos su careto en todas las ikastolas...

03 noviembre 2008

Tratado sobre la tolerancia


No cabe duda de que nos hallamos en una sociedad panfletaria. Son los panfletos, lanzados aquí y allá con el soporte de columnas periodísticas, entrevistas televisadas o mítines políticos, los que conforman hoy la opinión pública. Por eso no es extraño que este Tratado sobre la tolerancia, salido de la pluma del gran maestro del panfleto, parezca un compendio de las ideas de nuestra época, o, por mejor decir, de sus creencias; es casi casi el símbolo de la fe para los conformadores de la opinión pública de nuestros días.

Entiendo por panfleto aquel escrito que, con un estilo brillante o al menos atractivo, difunde ideas simplistas o que con frecuencia no resisten un análisis riguroso. Así ocurre con la tolerancia volteriana, concepto de difusa significación y de escaso fundamento, que tan pronto equivale a la caridad como al indiferentismo, y que se sustenta sobre sí mismo, como nuevo dogma inatacable. Y si Voltaire pudo ser considerado (por Goethe) como "el más grande de los escritores franceses", lo es sin duda por esta facultad de hechizar a su público con tan escasa base intelectual. Se me ocurre que, en este sentido, Francisco Umbral puede ser considerado un nuevo Voltaire, insigne decorador de ideas pueriles cuando no delirantes, heredero del trono de la ironía.

Nota redactada en febrero de 1999