30 abril 2009

Filántropo

Yo amo a la humanidad, pero me admiro de mí mismo: cuanto más quiero a la humanidad en general, tanto menos quiero a los hombres en particular, es decir, por separado, como simples personas. En sueños, decía, he llegado con frecuencia hasta apasionados propósitos sobre el servicio a la humanidad, y, quizás, habría caminado hacia la cruz por la gente si ello hubiera resultado necesario en algún momento: por otra parte, sin embargo, soy incapaz de vivir con otra persona dos días seguidos en una misma habitación, lo sé por experiencia. Apenas me encuentro con alguien próximo a mí, ya noto que su personalidad oprime mi amor propio y me corta la libertad. En veinticuatro horas puedo llegar a odiar hasta a la mejor de las personas: a uno porque pasa mucho tiempo comiendo a la mesa; a otro, porque está resfriado y se suena sin cesar. Me convierto en un enemigo de las personas no bien estas empiezan a relacionarse conmigo. En cambio, me ha sucedido siempre que cuanto más he odiado a la gente en particular, tanto más apasionado ha sido mi amor por la humanidad en general.

Es uno de esos personajes tan sinceros consigo mismos que a veces salen en Dostoievski (Los hermanos Karamazov). Son como la clave escondida que se deja caer en la adivinanza (plata-no es) y que en este caso nos pone en la pista de Iván y sus herederos, los endemoniados.

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29 abril 2009

Cartas del Papa Celestino VI a los hombres


Leyendo esta deliciosa superchería literaria, como la llama su prologuista, se comprende cuál ha sido la principal influencia de Jesús Urteaga en ese libro que tanto nos entusiasmó a algunos en la juventud, El valor divino de lo humano. Papini, para no ser acusado de pontificar, se inventa un pontífice. En su boca pone los denuestos contra las lacras morales de nuestro tiempo, aunque se finge que se trata de una época imaginaria, muy parecida a la nuestra. El tono no es sólo censurador, sino que también invita a la conciliación, a inflamarse de nuevo en el fuego de Cristo para de este modo lograr la fraternidad universal. En el fondo, Papini no dice nada que no hayan repetido hasta la saciedad los pontífices de nuestra época, sólo que añade un tono polémico que está a años luz de la prudencia pastoral de estos. Es de destacar una idea: que la fraternidad cristiana no ha de venir instaurada por algún gobernante, sino que procederá de la conversión individual de los corazones. Insistencia muy oportuna en un momento histórico en que aún muchos fían el logro de una sociedad cristiana a los gobiernos o a los partidos. Los cuales, según Papini, se inclinan, sin distinción de colores, a favorecerse a sí mismos. En cuanto a la carta "a las mujeres", pocos textos habrá más políticamente incorrectos o contrarios a la nueva moral, hasta el punto de que cualquier profesor podría verse en graves problemas si lo difundiera entre sus alumnos (as).

Nota redactada en febrero de 1999

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27 abril 2009

Miscelánea española

Unamuno consideraba la sensatez como un defecto. "Estúpidos por opilación de sensatez", decía que se hallaban los españoles. Ojalá pecásemos hoy por sensatez. Opilación de bienestar es lo que padecemos. Leo en La cuarta trama, de José María de Pablo, la fría mentira de la SER sobre los "terroristas suicidas" del 11M, algo por lo que todavía nadie se ha disculpado, y me pregunto cómo esta cadena de radio sigue siendo la primera en las preferencias de los españoles, y cómo el director de informativos de aquella etapa no se halla barriendo suelos. "Casta de borregos modorros"; sí.

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Aclárense, mis ministros: denunciar la ley del aborto, ¿es hacer política o es hacer religión? Porque les oigo bascular entre lo uno y lo otro sin entrar en el meollo de la cuestión, a saber, si un gobierno tiene potestad para decidir sobre la vida de un inocente. No hablamos de financiación autonómica. No hablamos de la hipóstasis del Verbo. Y sin embargo (nuevo milagro de la propaganda) mucha gente se muestra reticente a firmar contra esta ley porque le parece partidista. ¡Como si el partido de la oposición se hubiese implicado en ello hasta la médula, vamos!

...

Por cierto, en Youtube te piden hacer el pino para acceder al vídeo de un aborto. Algunos tienen la costumbre de cerrar los ojos muy apretados cuando tienen miedo en la oscuridad de su habitación o en un lugar solitario. Piensan que así se hacen invisibles. Claro que eso es ingenuidad, no hipocresía.

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25 abril 2009

Hombre, está bien ridiculizar este tipo de ideas.


Venía a decir que para el bien de nuestras almas hubiera sido mucho mejor que en España no hubiera habido Reconquista, y que hubiésemos seguido siendo un país de moros; con lo cual, en vez de ser ahora unos católicos tan peculiares, y decía peculiares de una manera ofensiva, seríamos un puñado de católicos de machamartillo en tierra de infieles, y ello nos obligaría al máximo rigor con nosotros mismos.

Su ideal era una España mozárabe en el siglo XX. Se relamía imaginando las mágníficas y sangrientas persecuciones de que podríamos ser objeto, la heroica defensa de la fe, con martirio incluido, que iba a producirse, como en los buenos tiempos del Califato de Córdoba. Tan hermosas perspectivas se habían estropeado lastimosamente, primero con los Reyes Católicos, y ahora con Franco.

Habíamos dejado perder una gran oportunidad. Se le encendía en los ojos un brillo inquietante, y yo solía pensar que acariciaba el sueño de morir en la hoguera o de hacer morir en la hoguera a los herejes, no estoy seguro de cuál de esas cosas le parecía más atrayente...


La ironía de Carlos Pujol (Cada vez que decimos adiós) es de las más finas que hoy se despachan.


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24 abril 2009

Embajador en el infierno


Se adelantó este libro a los modernos reportajes novelados. Pero es difícil que se le reconozca, ese o algún otro mérito. En tiempos de memoria histórica, lo último que el poder socialista iba a permitirse promocionar son justamente las memorias de un héroe del otro bando. Y de qué calibre.

Firma Torcuato Luca de Tena, pero debería acompañar (y he visto ediciones que así lo hacen) al suyo el nombre de Teodoro Palacios Cueto, el capitán de la División Azul cuya epopeya recoge el periodista de ABC a partir de su propio relato oral. Inevitablemente la reelaboración literaria causará alguna que otra distorsión, pero los hechos en sí mismos causan respeto. Gigante llamaron a Palacios sus compañeros y subordinados, y podría aplicársele también el calificativo de indomable con que en España se tituló (La leyenda del indomable) la película Cool Hand Luke, con Paul Newman de protagonista. Los plantes y desplantes de Palacios a los carceleros soviéticos superan mil veces a los de aquel, y además aquí no se trata de pura afirmación personal sino de sentido de la justicia y de la dignidad de la patria. Admirable.

Nota redactada en diciembre de 2008
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21 abril 2009

Es tentador referirse a Caín y Abel


a propósito de los dos hermanos protagonistas de Al este del Edén. El propio Steinbeck parecía sugerir algo así, con ese título que remite al exilio de Caín. Sin embargo, tras el visionado de la película (la novela aún no la conozco, a pesar de tenerla en casa desde que iba al colegio), creo que la semejanza bíblica más aplicable es la del hijo perdido y el hijo fiel; vamos, el hijo pródigo. Aron Trask no es, ni de broma, el justo Abel, y Cal (James Dean) no es un simple envidioso. Aron se parece más al hijo mayor de la parábola, orgulloso de ser el bueno, incapaz del menor gesto de comprensión hacia un Cal que sale rana sólo porque se siente a disgusto en aquella pureza helada. Cal está abierto al amor y al perdón. Es cruel cuando le revela a su hermano la identidad de su madre, pero al menos él ha salido al encuentro de Kate, mientras que Aron sencillamente se vuelve loco al descubrir aquella mancha infamante en la familia. Es curioso cómo los mejores artistas, al cargar contra el puritanismo, escoran hacia el catolicismo, tal vez sin ser conscientes.
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20 abril 2009

Tiene pintas de profesor rojeras,

y una labia castiza que es el reverso de esa oratoria amanerada que suele atribuirse a los curas y que tan bien parodia Jorge Maronna. Por eso encanta aún más su discurso sobre el amor, exacto, sereno y bien contrapuntado por el Unchained melody. Me pregunto si será este mismo: se traen un aire. En todo caso, con este son tres los curas rompedores (para bien), a años luz del imbécil que gusta al cine español, que me topo en poco tiempo. Qué gran cosa, los blogues.

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18 abril 2009

Entrevista a la enseñanza


Carmen Leal, disidente de la LOGSE, recopila aquí la serie de entrevistas que realizó para la llorada docencia.com, ese baluarte de la resistencia al establishment educativo socialista. Pesa mucho en este volumen la conciencia que tienen todos los entrevistados de quién les está hablando, pues tienden a darle la razón y a insistir sobre los mismos puntos: es importante volver a los contenidos, las bajadas de nivel han sido espectaculares, hay que volver a lo universal y dejarse de aldeanismos... Se advierte, sobre todo, que la entrevistadora vive en Cataluña, pues la insistencia en el no al nacionalismo es obsesiva, hasta el punto, a veces, de caer en el mal opuesto, el antipatriotismo: la pregunta "¿estáis dispuestos a morir por la patria?" es infame, dice Jon Juaristi que le decía un viejo maestro. Sí, los nombres son de peso: junto a Juaristi, Trías, Savater, Vidal-Quadras, del Castillo, Rico, Blecua, de Miguel... Pero todos ellos parecen como sorprendidos a medianoche por el teléfono e improvisando respuestas. Casi el mayor atractivo está en los hostiles, en los hombres del sistema (César Coll, Carme-Laura Gil...), con los que Carmen Leal entabla un divertido tête a tête. Hay, por supuesto, intervenciones felices, como la de Fernando García de Cortázar cuando dice que "a partir de la transición, la historia fue convocada a justificar el nuevo modelo de Estado y la división autonómica". Lo que no le impide a él mismo desvariar cuando se refiere, a propósito del 36, a la "cruzada de la Iglesia contra la libertad y la democracia". Ay, ay...


Nota redactada en septiembre del 2003


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16 abril 2009

Todo un carácter



Lo esencial es no dejar que le agote a uno. Cuando se la pesca en una mentira, lo confiesa y sale con otra mentira, y cuando se la coge en esa, lo reconoce y sale con una tercera, y así sucesivamente. La mayor parte de las personas, incluso las mujeres, se desaniman cuando las han cogido en tres o cuatro mentiras desacaradas y acaban por decir la verdad o por callarse. Mimi, no. Ella sigue ensartando embustes, y hay que andarse con ojo, porque puede uno llegar a creeerla, no porque parezca que al fin está diciendo la verdad, sino sencillamente porque se cansa uno de no creerla.

Nick Charles, en El hombre delgado, de Dashiell Hammett

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Pocos amigotes

celebraron el 14 de abril. Pero esos no habían perdido el espíritu que animaba a aquella república. Algo gritaron de los crucifijos, supongo que no precisamente pidiendo su restablecimiento en los colegios.

Más o menos como aquel nuevo alcalde republicano que telegrafió a su superior:

"Proclamada la república. Usted dirá lo que hacemos con el cura"

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15 abril 2009

Una corona para tu entierro


Tal vez esta sea una de las novelas de James Hadley Chase con menor componente de truculencias. También con mayor componente de intriga. Lo más cruel que encontramos es quizá la inicial muerte de Vessi en la cámara de gas, y tampoco es para tanto. Esa crueldad que suele atribuirse a nuestro autor se ve sustituida aquí por una larga escena de humor negro, el momento en que Nick Mason y Ackie visten el cadáver de Blondie y lo conducen en coche hasta cualquier sitio.

Y hay también, digo, componente de intriga: unos asesinatos y unos asesinos a los que descubrir. Aquí, Hadley Chase imita a los grandes, a Hammett y a Chandler, no sólo en los ambientes y en los diálogos. Pero la presencia de la dama Mardi Jackson y el enamoramiento arrebatado de Nick nos acercan esta novela más bien a Yo, el jurado, de Spillane. Dicen que Hadley Chase era un plagiario consumado. También podría ser casualidad.

La cosa es que condenan a Vessi a la cámara de gas por el asesinato de Richmond, pez gordo. Pero el bandido va y le sopla a Nick Mason, periodista y tipo duro, que quien lo hizo fue Lu Spencer, el socio. Y tópicos y más tópicos. Pero se pasa más bien...

Nota redactada en septiembre de 2007

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14 abril 2009

Tópico

Ahora vivimos en un mundo más inseguro. Es el precio de la libertad

(Titular de Mundo Cristiano en boca de Javier Rupérez)


Según eso, cabría deducir que la vieja Unión Soviética era el lugar más seguro del mundo. Otra es la experiencia del capitán Teodoro Palacios, cautivo en Rusia de 1943 a 1954:

Con lo que se va diciendo, el lector pensará que no existe, contra lo que se pudiera esperar de un régimen tan severo, orden público en Rusia. Y pensará bien. No es la severidad lo que mantiene el orden, sino las necesidades satisfechas de la población. A más necesidades no satisfechas, más bandidaje; a más miseria, mayor delincuencia.

La ausencia total de orden público constituyó para mí la mayor sorpresa al enfrentarme con la realidad de la Rusia soviética, como lo constituirá también, seguramente, para el lector.

El índice mejor, el termómetro más exacto para calibrar la tiranía en la URSS es la increíble desproporción entre la riqueza del país y la miseria de quienes lo habitan y lo trabajan. La riqueza del Estado se traduce en soberbias obras públicas -carreteras, canales, pantanos, puentes, túneles- y fábricas fantásticas, casi exclusivamente dedicadas a la producción de material pesado y de guerra. La miseria del país se traduce por ser Rusia la nación con el mayor índice de mendicidad y criminalidad. Los veinticinco o treinta millones de hombres o mujeres a que asciende la población prisionera de los campos de concentración no están todos encerrados por pura tiranía policíaca... La arbitrariedad, insistimos, no está en tener treinta millones de hombres encerrados en los campos de trabajo, sino en mantener unas condiciones de vida tales que hacen necesarios los campos de trabajo para albergar en ellos a treinta millones de seres, el ochenta por ciento de los cuales son, en realidad, bandidos.

(En Torcuato Luca de Tena, Embajador en el infierno. Subrayado mío)

Lo que dice Rupérez llegó a ser un tópico durante la transición. De mí sé decir que me siento menos libre cuanto más inseguro. Pero las excusas para la incompetencia son tan variadas como peregrinas.

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13 abril 2009

Todos al suelo


Javier Cercas ha publicado un gordo volumen titulado Anatomía de un instante (cuyo contenido temo no conoceré en esta vida), sobre el momento en que Tejero manda tirarse al suelo a todo el mundo y sólo Suárez y otros dos permanecen sentados.

Lo que me llama la atención es lo que dice el tío de la solapa: "mientras las balas de los golpistas zumbaban a su alrededor". Olé tus compañones. Así se escribe la historia y lo demás son milongas porteñas. Se ve que Suárez estaba revoloteando por el techo del hemiciclo, que es donde fueron a parar las dos o tres balas que los asaltantes dispararon para amedrentar al personal.

Cosa que consiguieron sin más esfuerzo, dicho sea de paso. Cercas puede hacer toda la épica que quiera sobre aquello, que para eso es escritor; pero la verdad monda y lironda es que todo el mundo mordió el polvo a la primera y por el suelo se quedaron hasta nueva orden. Esa era la categoría del personal que se sentaba en el glorioso Congreso de los Diputados. Y si Suárez, Mellado y Carrillo no lo hicieron fue porque sabían a quién tenían delante y que sus vidas no corrían peligro alguno. Otra cosa habría sido si hubieran entrado los viejos camaradas del duque de Paracuellos, con él mismo al frente.


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11 abril 2009

Esta noche de sábado es apenas noche


los pájaros despiertan a los árboles antes de tiempo
los astrólogos no saben a qué atenerse
los niños se desvelan sin miedo alguno
esta noche apenas consigue disimular
esta noche ya no puede más ya confiesa al mundo
que no es noche ni día sino tan solo
una sombra que contiene la respiración
y el borde pudoroso de la túnica
del Día más infinito de todos los días.


José Miguel Ibáñez Langlois, Libro de la Pasión, VIII, 1


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10 abril 2009

Hubo muertes hermosas en la historia


el noble gesto de Sócrates
perdurable todavía en la luz ática
bebiendo lentamente la cicuta
Estaban el primer mártir su cara de ángel
contemplando sobre las nubes la gloria de Jesucristo
esas legiones de hombres mujeres niños de Jesucristo
que Viva Cristo Rey gritaban a la muerte en su propia cara
hubo muertes triunfales en la historia
pero Cristo el leproso el amoroso
el herido de Dios el sacerdote y víctima
no podía morir gritando Viva Cristo Rey
él murió de la inmensa muerte oscura
la total la pavorosa muerte del hombre
le hija primogénita del pecado
el primogénito entre los muertos el redentor
él no vio a Jesucristo antes de morir
él entró completamente desnudo en el gran abismo
entre el cielo y la tierra abandonado por puro amor
él murió todas las muertes desamparadas una por una
el grito del enfermo el terror del perverso del sin Dios ni ley
el tiro del suicida el tormento de la virgen asesinada
el más hermoso entre los hijos de los hombres
por amor quiso morir el horror de la muerte en sí
el morir infinito
para hacer que la muerte viera a Dios con sus propios ojos
para hacer que la muerte susurrara
Viva
Cristo
Rey

José Miguel Ibáñez Langlois, Libro de la Pasión, VII, 19


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09 abril 2009

En el pequeño pan que yace sobre esta mesa


la materia del universo se ha conmovido
los espíritus tiemblan
nos deslizamos casi eucarísticamente dicen los ríos
nos abrimos como sacramentos musitan las flores
lo que acaba de hacerese sobre esa mesa
me afecta en forma física dice Saturno a sus siete anillos
y lo mismo repite el sistema solar
ah las estrellas resplandecemos con otra luz
mi velocidad es la misma pero ha aumentado dice la luz
los arcángeles tiemblan en la gloria
los siete mil elementos del cosmos han cumplido sus sueño
no sé cómo decirlo exactamente dice el cosmos
pero tengo la sensación de haberme convertido en un tabernáculo
de aquí a la eternidad de aquí a la gloria
no hay más que un paso dicen los trigales


José Miguel Ibáñez Langlois, Libro de la Pasión, II, 16

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08 abril 2009

Diccionario de español urgente (Agencia EFE)


Después de leer de cabo a rabo este diccionario (ejercicio que recomiendo a todos) se me aparece el idioma como un organismo aquejado de una tal cantidad de virus como él mismo no es capaz de imaginar, algo así como el enfermo que no sabe que lo es hasta que se somete a un examen médico exhaustivo. El español sobrevivirá, lo hará por muchos años, pues posee también gérmenes de vitalidad no menos eficaces que sus agentes patógenos. El paciente no debe dejarse abrumar por lo que ve al microscopio o lo que su facultativo le recita con profesional frialdad. Pero es bueno conocer por dónde hace agua el buque y cuáles son los flancos desprotegidos.

Si atendemos a la frecuencia con que aparecen en este Diccionario, uno de esos flancos es el de los anglicismos. No hay que preocuparse porque algunos de ellos se nos cuelen en el sistema. Este dispone también de mecanismos de asimilación, y así, nadie siente hoy como extraños giros como hacer las delicias o poner en ridículo, a pesar de su origen galicista. Pero tampoco conviene dejarse avasallar hasta el extremo de llamar handicap a lo que nuestro léxico ("tesoro", lo llamaban los clásicos) denomina desventaja, inconveniente, dificultad, lastre o escollo. Y nada de pensar que nos enfrentamos, con este volumen, a una lectura ingrata y plomiza. Como muestra, puede leerse la entrada sobre la coma y la importancia de saber colocarla en su sitio.


Nota redactada en mayo del 2001


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06 abril 2009

Mentirusco gordo atado a una piedra*

Hace años, las mujeres apenas tenían el lugar que les correspondía en la educación. La escuela era diferenciada, y ellas veían la coeducación como el paso previo para conseguir igualdad. En España creo que hay que tener en cuenta la época del franquismo, en que la escuela era segregada, y eso marca lo que se hace hoy.




Ni antes del franquismo la escuela era mixta ni la escuela mixta se instauró después del franquismo, sino durante. Cuando yo fui a los franciscanos, en 1975, llevaban ya juntos chicos y chicas algunos años.


Y que conste que me cae muy bien este hombre, que brega en pro de una causa tan subversiva como la educación diferenciada. Y siendo extranjero no tiene por qué tener una información fidedigna y exhaustiva sobre el asunto. Espero que alguien se la facilite.


*Copyright by José Mota

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Definición

Crispación es el nombre que expresa la dificultad del PSOE para aceptar la legitimidad del PP.

Lourdes López Nieto, en Cuadernos de pensamiento político, 21


Correcto. Y no sólo del PP.

04 abril 2009

Convincente

Los que niegan la evolución son unos hipócritas.

(Titular de El Mundo, en boca de Meave Leakey, paleontóloga.)

Es que donde esté un discurso racional y una argumentación científica...

Sin embargo, creo que lo de poner la foto de la dama junto al titular lleva una intención malévola. Estos de El Mundo no dan puntada sin hilo.

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03 abril 2009

Los demonios


No hace falta leer la introducción de Juan López Morillas (Alianza Editorial, 2000) para darse cuenta de que Los demonios es la confluencia de dos novelas, y que Dostoievski consigue la filigrana de engarzarlas sin gran violencia. Pero se advierte mejor si uno lee el capítulo rechazado por el editor en su día, y que López Morillas añade al final. En él vemos en todo su horror la personalidad de Stavrogin, el ateo coherente, que como tal comete toda clase de crímenes sin reparar en que aquello está mal (pues tal concepto carece de sentido cuando Dios no existe); pero ateo reflexivo, abocado sólo a las dos opciones de convertirse o suicidarse. Stavrogin se opone así a Verhovenski, figura más bien del indiferente, ateo por socialista e igualmente criminal, pero movido por interés y egolatría. Verhovenski viene a ser también el gozne entre las "dos novelas", pues nos introduce en el mundo de los nihilistas, con respecto de los cuales sólo cabe concluir que Dostoievski fue bastante optimista, pues pensó que, tras entrar en ellos los demonios de las nuevas ideas, se arrojarían al abismo como los cerdos de la parábola. No fue así, para desgracia de Rusia.

Nota redactada en enero del 2009

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01 abril 2009

Se acaba

Leo a un biógrafo ocasional de Norah Jones: "Después de terminarse la relación entre sus padres..." Frase que me recuerda lo que le oí a alguien pocos días antes, acerca del matrimonio: "cuando se acaba, se acaba".

Curioso modo de inhibirse. Se diría que el matrimonio funciona a pilas, o que es como una afeitadora, que en un momento dado casca, y a comprar otra. Por supuesto, los cónyuges no tienen arte ni parte en esa extinción. Se acaba, punto.

Pues no. El matrimonio no va a pilas, ni con cuerda. Alguien decide ponerle fin. Cierto, no lo decide un día. Cierto, llega un momento en que es imposible la convivencia. Pero es algo que se ha fraguado con actos libres y conscientes, o dejaciones queridas y reiteradas. Igualmente, es injusto decir de dos que han tenido suerte en su matrimonio. La suerte se fabrica minuto a minuto, el éxito es un sí quiero cotidiano.

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Trampa machista


Es un grave error, consecuencia del materialismo contemporáneo -herencia gravosa del Siglo de las Luces- referir en seguida la feminidad (y la virilidad) a lo corpóreo, a lo anatómico, a lo fisiológico: que, al abstraer de lo espiritual, se convierte inmediatamente en lo "animal", de manera que, al hablar de la mujer, se piense en la hembra, y al hablar del varón se piense en el macho. Y entonces, ya no hay manera de ver dónde está realmente la "igualdad", y no hay tampoco modo de entender que la feminidad constituya como tal un valor propio y una diversa participación de las perfecciones divinas. Con esa óptica deformada, se llega fácilmente a hacer del "macho" lo ejemplar, lo que hay que imitar, cuyas funciones hay que asumir. Por eso el feminismo ha sido la última trampa del machismo, y el más violento y deletéreo ataque histórico a los valores de la feminidad.

Carlos Cardona, Ética del quehacer educativo


De ahí, por ejemplo, el desprecio al trabajo doméstico y el empeño cerril en hacer compartir esas tareas por igual, como si se tratara de un baldón insufrible. Ese es, hoy por hoy, el único machismo realmente existente.


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