27 marzo 2009

Soldados de Salamina


Una novela extraña en su factura, si algo nos puede extrañar aún en un género que ha sufrido ya tantos experimentos. Consta de tres partes y en ninguna de ellas sabes cuánto hay de realidad y cuánto de ficción. En la primera, "Los amigos del bosque", el autor se reinventa para contarnos cómo, supuestamente, le dio por escribir un reportaje sobre el fallido fusilamiento de Rafael Sánchez Mazas. La segunda, "Soldados de Salamina", es la presunta materialización de ese reportaje. Y la tercera, "Cita en Stockton", hace aparecer al tercer actor de esta drama híbrido: Miralles, a quien Cercas supone el autor de la huida de Sánchez Mazas, al no querer delatarlo. La mezcla de personajes y hechos reales e imaginarios no es nueva, pero quizá nadie la había llevado a tal extremo de confusión como Javier Cercas. Supongo que contará con la autorización de Roberto Bolaño para reproducirlo como personaje, o con la de su mujer (la de Cercas) para sustituirla por una amante ocasional bastante cretina. Y alguna intención habrá bajo este desdibujar los límites, aunque el propio desdibujamiento no carece de encanto literario. Lo más interesante, me parece, desde el punto de vista novelístico, es la presentación del común infortunio de unos hombres (Sánchez Mazas y los "amigos del bosque") y el diverso destino que, por las circunstancias, aguarda a cada uno. Todos compartiendo penalidades y, al final, uno vencedor, encumbrado, y otros, vencidos, dependiendo del favor de aquel a quien vieron tan inerme como ellos.

Nota redactada en agosto del 2002.