31 marzo 2007

Cine GLT

¿Qué piensan que es? ¿Una técnica revolucionaria de producción de imágenes?, ¿un género cinematográfico vanguardista? ¡No! Hablamos del glorioso Cine gay, lésbico y transexual, que tiene su propio festival en Valladolid, qué honor, oig.

En fin, ya se ve que lo de las siglas no es sólo cuestión de comodidad o de esnobismo, sino un procedimiento para dignificar conceptos dudosos. ¡Pues no llamaban IVE a los abortos...!

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28 marzo 2007

La Comendadora, El clavo y otros cuentos


En tres volúmenes agrupó Pedro Antonio de Alarcón sus relatos breves: Cuentos amatorios, Historietas ncionales y Narraciones inverosímiles. Laura de los Ríos reúne en este volumen cinco de ellas, con dos ejemplos de cada una, quiero decir, a ver si me explico: dos de los amatorios, uno de los nacionales y dos de los inverosímiles. Si no teníamos experiencia del Alarcón cuentista, creo que nos pueden impresionar. Conmigo sí lo han hecho. Lo primero que hay que hacer, advierto, es olvidarse de la etiqueta de Realismo que hemos puesto a la época del autor, o, al menos, cogerla con muchas pinzas. Porque todas estas piezas podrían caber más a gusto bajo el rótulo de Romanticismo, pero, qué demonios, el mejor rótulo que se les puede poner es el de narrativa de la buena. Salvando algunos detalles sensibleros o algunas fórmulas anticuadas, los cinco cuentos pueden ser la envidia de cualquier aficionado de nuestros días.

Algún duende tiene, sí, Alarcón, si tenemos en cuenta que, en cuanto se refiere a los argumentos, los relatos son sencillotes: en manos de un narrador mediocre serían malísimos. Pero el arte de contar de don Pedro Antonio los vuelve subyugantes. Todo lo que dice Laura de los Ríos sobre "La Comendadora" es cierto: uno cree estar leyendo al Francisco Ayala de "El Hechizado"; sin que te des cuenta, la atmósfera, entre mágica y asfixiante, te atrapa, y puede más que la historia misma, aunque sea ésta la que parece llevarte de la mano.

Nota redactada en junio de 1999.

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Pregunta

¿Por qué lo llaman agresión fascista cuando quieren decir agresión nacionalista?

¿Es Chesterton?

Rodeado desde la infancia por todas las formas de la revolución, Gabriel no podía menos de revolucionar en nombre de algo, y tuvo que hacerlo en nombre de lo único que quedaba: la cordura. Pero no podía negar su sangre de fanático, en el exceso de convicción, bastante ostensible, con que defendía el sentido común.

En El hombre que fue jueves.

27 marzo 2007

El PP no saca

a los falangistas a la calle, caso de que pudiera hacerlo. Más bien se los quita de encima como a bichos asquerosos, porque ha aprendido a bailar al ritmo inventado por la izquierda. ¿Cómo se llaman esos que el PNV saca a la calle para hacer el trabajo... (iba a decir sucio, como si fuera limpio el otro) el trabajo de campo?

26 marzo 2007

Abel Sánchez


Nunca me ha convencido Unamuno como escritor, pero hay que reconocer que es un caso clínico interesantísimo. Bueno, más que caso clínico, caso pastoral. Sus personajes: Manuel Bueno, Sandalio, la tía Tula, Augusto Pérez... son hasta tal punto caricatura de sí mismo que empalagan de puro inverosímiles, ya que de por sí don Miguel era un rato raro. Unamuno interesa, más bien, por ser un representante pluscuamperfecto de la crisis cultural del siglo XX, de la crisis de la Modernidad. Nadie la ha vivido con tal pasión como él, hasta hacerla carne de su carne, así como Cervantes vivió en sí mismo la crisis que originó la transición del Renacimiento al Barroco.

Joaquín Monegro, protagonista de Abel Sánchez, es uno de esos personajes-límite tan del gusto de nuestro autor; un hombre que se cree incapaz de amar, condenado a odiar, como si del mismo demonio se tratara. Aranguren llamó la atención sobre el carácter luterano del modo de pensar y sentir de Unamuno, y sin duda esto encuentra en Joaquín Monegro una confirmación. Enemigo de la Iglesia como institución visible, Joaquín no puede liberarse de la creencia en algo superior a él, pero ese algo es precisamente su culpa, su pasión, la envidia, ante la que se siente impotente, aherrojado, y sin que jamás se le ocurra dirigir una mirada filial a Dios Padre. "No creo en el libre albedrío, padre; soy médico". Pero la ciencia, que destronó a la fe, se ha convertido a su vez en madrastra, y sólo queda la agonía, o una fe privada de racionalidad. Miguel de Unamuno.

Nota redactada en julio del 2000.

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24 marzo 2007

Estados de opinión y opinión de los estados

Observamos crecientemente que los medios -que siempre lo han hecho- buscan causas -que ellos llaman justas- para apoyarlas, para desarrollarlas. Esto de las causas ya se está instrumentalizando: se buscan algunas causas para crear estados de opinión. De forma que después esos estados de opinión se convierten en la opinión de los estados. Elige cualquier tema de familia, de uniones homosexuales, de eutanasia. Los medios eligen unas causas, dicen que son justas, las apoyan y lo convierten en estado de opinión general y luego en la opinión de los estados.

Carlos Cavallé, ex director general del IESE, entrevistado por Jordi Jordá en Nuestro tiempo, enero-febrero de 2005.

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23 marzo 2007

La blasfemia

ha llegado a ser hoy una especie de señal de identificación rebañega. Algo que hay que repetir regularmente para que nadie en el rebaño piense ni por un momento que te has salido de él, que te has lanzado al pensamiento libre. Un guiño cómplice que insinúa que tu mayoría de edad no se ha producido por vía intelectual sino testicular (por eso es doblemente repulsiva en las mujeres). Y, viceversa, en quien no la emplea, el hombre libre puede sentirse seguro de que ha encontrado un interlocutor gratificante, haga o no profesión de fe.

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paritas, paritatis

La ley de la paridad, la última parida del régimen del 13 de marzo, va a conseguir que, al menos en los partidos y en las empresas, se mire el sexo como nunca antes se había hecho:

-¿Quiere usted ser candidato/a? A ver, a ver esa cosita. Lo siento, de eso ya tenemos el cupo lleno.

Que es, creo, lo contrario de lo que se pretendía conseguir. Están como puñeteras cabras, pero ojalá fuera sólo eso.

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21 marzo 2007

Las libertades y las democracias (Historia Universal EUNSA, vol. XIII)

No deja de resultar irónico el título de este volumen, teniendo en cuenta la sarta de horrores que nos relata. Da la impresión de que nunca se ha jugado tanto con los pueblos como en esta época. Hablar de libertades en el siglo de Hitler y Stalin resulta, cuando menos, paradójico. Pero no cbe atribuir sólo a los dos mayores tiranos la tragedia que culminó en la segunda guerra mundial. La impresión de un enorme teatro manejado por unos líderes delirantes alcanza también a los gobiernos democráticos. Por cierto, que una de las cosas que quedan claras al final del libro es la vaguedad del concepto de democracia, susceptible de ser aplicado tanto a la Rusia soviética cuanto a los principios sociales de la Iglesia, pasando por el liberalismo del llamado mundo libre. Por otro lado, nunca un concepto como el de libertad fue tan proclamado al tiempo que violado.

El caso es que el mérito de la obra es indiscutible y se halla sobre todo en la primera parte, donde Gonzalo Redondo nos ofrece la clave de todo lo que ha ocurrido en nuestro siglo (abarcando desde el fin de la primera guerra hasta el fin de la segunda) y que él cifra en el concepto de crisis de la modernidad. La confianza ilimitada en el progreso humano y en la autonomía de la conciencia individual han producido los lodos de una gran desorientación, primero, y de un enloquecimiento colectivo después. La historia y el arte del siglo XX, sin esta gran decepción, no tienen sentido.

Nota redactada en diciembre de 1998. Añadir que cosas como el régimen del 13 de marzo no son sino caricaturas sin gracia de ese enloquecimiento colectivo, y espero que sus últimos coletazos.


20 marzo 2007

Quería decirle que ningún hombre es una isla,

no puede ser una isla, aunque en su cerebro alimente y cuide algo tan íntimo que nunca se hará palabra y es siempre amor. Decirle que la vida es siempre hermosa porque exige la lucha y el riesgo y ninguna cosa importante (absolutamente ninguna) nos es dada sin luchar por ella. Y que esta vida es más intensa, más extraordinaria capacidad de instante, cuando el hombre se sabe en el riesgo y no fijado al seguro que lo retiene. Era algo (¿recuerdas?) que te había explicado y constituía mi soberbia y mi vanidad... Por ello competía con los más jóvenes y te sentía Atenea dándome el vigor y la palabra....

Antonio Prieto, Carta sin tiempo



17 marzo 2007

Me permito sugerir

un buen motivo para la próxima contramanifestación del PSOE: la represión derechista contra los revolucionarios del 34. Aquello sí que fue tremendo.

16 marzo 2007

Gerona


No le pareció oportuno a Galdós situar a su héroe, Gabriel de Araceli, como protagonista de este episodio, quizá porque por su singularidad merece un tratamiento aparte. Ha querido don Benito, y lo ha conseguido, dar una idea de la tragedia que supone una ciudad sitiada, pero no con aullidos histéricos, sino acompañándola del sentido del honor que indudablemente tenían aquellos ciudadanos. El doctor Pablo Nomdedeu es la figura más señalada de este retablo. Su locura al no poder alimentar a su hija enferma, que resulta patética, es tanto más digna de compasión cuanto que Galdós nos lo presenta al principio como un hombre de trato amable, interesado por todo lo humano, lo que familiarmente llamamos una bella persona. Esa bella persona se transforma en un monstruo de egoísmo (si egoísmo puede llamarse el que tiene por objeto no uno mismo, sino su hija) por mor de la falta de alimentos. La sardana sin música, la caza de la gata, la lucha a muerte disputando por un Niño Jesús de alfeñique, la tentación del canibalismo, son secuencias que ponen los pelos de punta. Una situación límite que convierte en héroes a unos y en bestias a otros. Los discursos de don Pablo son memorables, así como el párrafo final donde Marijuán reflexiona sobre la locura política: los lectores de esta época no podemos sino reconocer, bajo el retrato que hace de Napoleón, a los hitleres y stalines de nuestro siglo.

Nota redactada en abril de 1999


15 marzo 2007

Me da en la nariz que eso no funciona

Cuando a poco de llegar a Buenos Aires se confirmó el vaticinio de mi tío con la caída de la monarquía en España, aquí no se alarmó nadie, al contrario, aquello le pareció a todo el mundo una gran fiesta general: yo lo miré con recelo. No me detengo a explicar por qué; lo intenté muchas veces, en la Facultad, en algunas de las casas que frecuentaba y la ola de anatema se alzó en seguida contra mi. Los atacados de escándalo vociferaban a mi alrededor, "¡Razones estéticas!..." No, no eran razones estéticas -con esto querían decir razones de color de rosa-, no eran ni siquiera razones. Era una íntima seguridad que sólo habría podido explicar diciendo: "Me da en la nariz que eso no funciona". Y así fue. Lo que al principio se desenvolvió como un acontecimiento feliz, al poco tiempo empezó a enturbiarse y a morir de consunción.

Santiago Hernández, en La sinrazón, de Rosa Chacel

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14 marzo 2007

Dos confesiones tácitas

Primera: reconocimiento de que la guerra de Irak no es, para el gobierno, sino un arma arrojadiza contra el PP. Dice Blanco: los manifestantes del sábado eran la mitad de los muertos en Irak. O sea, si ellos tienen uno, nosotros tenemos dos. Edificante.

Segunda: se ha cedido ante ETA. Dice el pretérito imperfecto: es deber de un gobierno evitar muertes. Que es más o menos lo que diría un empresario vasco para justificar su pago del impuesto revolucionario: tengo que pensar en mis hijos. Vale.

13 marzo 2007

La violencia y el orden

Para comprender este ensayo, me parece importante atender a lo que el autor dice en el prólogo: que es el libro de un vencedor en 1939 y vencido hoy. Esta sensación, la de que se ha invertido el estado de cosas que vivieron con fervor un día, es la que tuvieron la mayoría de los que participaron en la guerra civil con Franco. No era la reconciliación entre ambos bandos, un pelillos a la mar y cuenta nueva, sino la revancha de quien se había creído derrotar definitivamente tras duros esfuerzos. Y, entre paréntesis, habrá que decir que hoy, a la altura del 2005, los hechos les están dando la razón. Parece increíble, pero han vuelto para vengarse y reanudar, por otros medios, la tarea de aniquilación que no consiguieron rematar en los años 30.

Digo que este punto de vista es necesario para entender la visión negativa que Álvaro d´Ors mantiene con respecto al sistema hoy vigente, el que hemos dado en llamar democrático. La primera parte, la titulada "Retrospectiva", me parece acertada, sobre todo en lo que se refiere a la justificación de la guerra del 36. Más reservas me merece su rechazo tajante del capitalismo como reverso de la moneda del comunismo y su creencia en una sinarquía que estaría detrás de los gobiernos del mundo, moviendo hilos. Con todo, el fondo de este libro, que está presente en su título, es una defensa de la violencia ejercida para mantener, o restablecer, el orden: una de esas cosas obvias que hoy estamos obligados a argumentar.

Nota redactada en julio del 2005.

12 marzo 2007

Negra

Hoy se llama novela negra a cualquier relato policíaco, abusivamente. Raymond Chandler, con su laconismo habitual, marca la diferencia:

-No era ese tipo de historia -dije-. No era ágil e inteligente, sino oscura y llena de sangre.

(Adiós, muñeca)

11 marzo 2007

Vaya desde aquí

mi solidaridad con el o la manifestante a la que obligaron a retirar una bandera con el anterior escudo de España. Fue la única mancha en una jornada memorable. Sobre todo porque en anteriores convocatorias nadie hizo abatir las banderas carlistas, maoístas o ikurriñas que campearon. Se dijo que era una convocatoria abierta a todas las ideologías, ¿no? Pues fuera complejos. Pas d´ennemi a droite!

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Segunda parte de Lazarillo de Tormes

“De las crónicas antiguas de Toledo” dice haber sacado este Juan de Luna los materiales para su segunda parte. Como suele suceder en estos casos, el autor ha seleccionado de la obra original los aspectos más llamativos y comerciales y los ha exprimido hasta el aburrimiento. Esta es la razón de que las segundas partes no suelan ser buenas. La novela negra de nuestros días no consiste sino en un jugueteo monótono con lo sangriento y lo sexual, que estaban presentes de modo, digamos, colateral en la obra de los maestros (Hammett, Chandler) pero que el público más adocenado disfrutaba por encima de otros valores. Algo parecido sucedió con la picaresca: lo que en el Lazarillo y en el Guzmán de Alfarache tenía su sitio al servicio de una estructura mucho más rica, a saber, la sal gorda anticlerical y la broma escatológica (marrón, pare entendernos) se sale de madre en las imitaciones hasta adquirir un protagonismo que el gran público debió de acoger complacido. En este sentido, la segunda parte del Lazarillo luce junto al anónimo original como una casamata junto a una catedral gótica, y desmerece su publicación conjunta por parte de la editorial Juventud, pues al no iniciado puede inducírsele a pensar que estamos ante la continuación natural de una obra inacabada, cuando lo cierto es que el anónimo Lazarillo de Tormes es, a pesar de las palabras finales, un ejemplo acabado de novela cerrada y circular, que se explica a sí misma y repudia continuaciones.


Nota redactada en marzo de 2001. Temo que no hay rastro de la edición a la que aludo, a pesar de internet.

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08 marzo 2007

La mala educación

... "Come primero y habla después" o "Venga, venga, venga" o "¿Lo ves?, yo ya he dejado limpio el plato". No se podía chupar los huesos, pero tú sí. No se podía sorber el vinagre, pero tú sí. Lo importante era cortar el pan en rebanadas rectas; no importaba que tú lo hicieras con el cuchillo chorreando salsa. Había que evitar que cayeran restos de comida al suelo, pero al final era a tus pies donde más había. En la mesa no se debía hacer otra cosa que comer, pero tú te limpiabas y te cortabas las uñas, afilabas lápices, te limpiabas las orejas con un palillo. Por favor, padre, entiéndeme bien: todas esas cosas, por sí mismas, son del todo insignificantes; lo que las hacía devastadoras para mí era el hecho de que tú mismo, la persona cuyo criterio era para mí absolutamente definitivo, no te plegaras a los mandatos que me imponías. De ese modo, el mundo se dividía en tres partes: una, en la que vivía yo, el esclavo, sometido a leyes inventadas sólo para mí, y que, sin saber por qué, nunca conseguía cumplir a satisfacción; luego, una segunda, infinitamente lejana, en la que vivías tú, ocupado en gobernar, dictar decretos y enfadarte ante su incumplimiento; y finalmente una tercera, donde vivía feliz el resto de la gente, libre de mandatos y de obediencia. Yo siempre tenía que avergonzarme: o bien obedecía tus órdenes, lo cual era vergonzoso, porque sólo estaban destinadas a mí; o las desafiaba, lo cual no era menos vergonzoso, porque cómo iba yo a plantarte cara; o era incapaz de seguirlas, por ejemplo por carecer de la fuerza, el apetito y la habilidad que tú sí tenías, por más que me las exigieras como si fuera lo más natural del mundo; y esa era la mayor vergüenza. Por ahí se dirigían, no las reflexiones, sino los sentimientos del niño.

Franz Kafka, Carta al padre

07 marzo 2007

Perla

... se ordenó la expulsión en España de los moracos y judíos que no se convirtieran...

3º de ESO. Sic y negrita mía.

Dice Rodríguez

que lo del PP tiene un nombre. Es posible. Lo suyo no.

06 marzo 2007

La mujer nueva

Qué sorpresa, qué felicidad. Quin goig, quina joia, que decía el catalán. Tenía miedo de que La mujer nueva fuera todo eso, mejor dicho, sólo eso que dicen estos pobrecitos, los solapistas, prologuistas y críticos de esta nueva edición (¿cómo les daría por ahí a los de Destino?). O sea, que fuera una novela feminista disfrazada de cristianismo por temor a la censura. No me lo podía creer del todo, claro, tratándose de la autora de Nada, donde no necesitó disimular el catálogo de miserias que allí aparecen, fácil presa de los rígidos moralistas del momento (por cierto: ningún problema hubo, que yo sepa).

Pues no. Lo de la conversión no es una tapadera, ni algo artificial, sino el único, el puro y radical tema de la novela. No es el final, sino el principio. El solo motivo por el que Paulina (femenino de Pablo, lo que no es accidental) se separa de su Eulogio al principio de la acción es su propia inquietud espiritual, y la anécdota de la visita a las carmelitas con Blanca se encarga de dejarlo claro. Está Antonio, claro, pero Antonio se revela, poco a poco, como el último asidero de la mujer vieja, que Paulina intenta compatibilizar sin éxito con su nueva situación espiritual. Paulina busca la felicidad en Dios y en Antonio, para acabar viendo que la alegría carmelita que la fascinaba residía en la entrega de su corazón y que su convento eran Eulogio y el hijo.


Nota redactada en julio de 2005.

04 marzo 2007

Hasta un cerdo ciego

Lo que posibilitó la conversión de Scott Hahn fue su honradez intelectual. Leyendo un libro católico, comprendió la inmoralidad esencial de la anticoncepción. Por entonces seguía teniendo muy mala opinión de Roma, pero

... descubrí que todos los reformadores -Lutero, Calvino, Zwinglio, Knox y todos los demás- habían mantenido sobre esta cuestión la misma postura que la Iglesia católica. Eso me perturbó aún más. La Iglesia católica tenía el valor y la integridad para enseñar esta verdad tan impopular. Yo no sabía qué pensar, así que recurrí a un viejo dicho de familia: "Hasta un cerdo ciego puede encontrar una bellota". Es decir, después de dos mil años, hasta la Iglesia católica daba por fin en el clavo en algo.

O, como suelen decir otros, la verdad es la verdad, la diga Agamenón o su porquero. Magnífico.

(La cita, claro, es de Rome, sweet home)

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02 marzo 2007

Dice Esperanza Aguirre

que la excarcelación de de Juana es "el día más triste para la democracia después del 23F". Yo diría más bien "después de los días que motivaron el 23F". Días de sangre e impunidad. Si los tiros al techo son peores para la democracia que los tiros a la cabeza, que paren la democracia, que me bajo.

Y, por cierto, ¿qué hace todo el mundo prostituyendo la palabra novia? A gente como la chorba del de Juana se les ha llamado toda la vida mancebas o concubinas.