25 febrero 2011

Una habitación en Babel


Babel llamaban a aquel bloque de viviendas, como lo es en efecto cualquier otro bloque en cualquier barrio de cualquier ciudad europea. Está bien visto tocar el tema de la inmigración en la novela juvenil actual, pero es que tampoco te queda más remedio si desarrollas la trama en un ámbito urbano y actual. A Eliacer Cansino (que no es nuevo en esto) le han dado un premio (el Anaya) de literatura infantil y juvenil, y se lo merece, porque toca todos los palos que funcionan hoy entre los adolescentes, y lo hace con oficio: lo social, lo escolar, lo existencial, lo polícíaco (la novela es una novela negra a partir de cierto punto). Digo que lo hace con oficio no sólo porque escriba bien (salvando dos o tres excesos) sino por el planteamiento, que yo llamaría atrevido aunque no en el sentido que se le suele dar a este adjetivo: ese profesor de Filosofía que pasa de una visión racionalista e ilustrada de la vida al descubrimiento del amor, en un sentido muy próximo a la caridad cristiana, la auténtica, claro: porque Ángel también lee literatura, y ha leído a san Juan de la Cruz: "al caer la tarde, te examinarán de amor". Magnífico.

Nota redactada en julio del 2009

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24 febrero 2011

"A mis hijos, Laia y Pol..."

Pensé que un tipo que pone a sus hijos nombres de perro no tendría nada interesante que decirme. Sin embargo, La buena suerte, de Álex Rovira Celma y Fernando Trías de Bes, es una simpática fábula sobre el espíritu de iniciativa y la necesidad de vencer la pereza de modo habitual, aunque no lo llame así. Por otro lado, los agradecimientos y dedicatorias muestran que la vida no se reduce a lograr el éxito. No es para invertir dinero en él, pero bueno.

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23 febrero 2011

La diferencia prohibida


No pasa nada por afirmar que la Iglesia católica es quien con más empeño se ha comprometido en la lucha por el auténtico concepto del sexo y la familia; pero tampoco por sostener que esa lucha no es la de una religión o una iglesia, sino que le compete al ser humano porque en ella se juega su supervivencia e incluso el propio conocimiento de sí mismo. Por eso Tony Anatrella ha realizado en este libro una contribución valiosísima. Jesuita y consultor del Consejo Pontificio para la Familia, se mantiene alejado en todo momento de cualquier perspectiva confesional o religiosa e incluso moral. Su denuncia de las falsas concepciones en torno a la sexualidad, difundidas en el último tercio de siglo, se mantiene siempre en un nivel estrictamente científico. Su perspectiva es la de un psiquiatra que no tiene empacho en asumir conceptos freudianos como el complejo de Edipo, la castración psíquica, etc, hasta el punto de que su lectura se ve dificultada a veces a causa de este vocabulario especializado y a pesar del esfuerzo del autor por mantenerse en un plano divulgativo. Con todo, su interés es indudable.

Nota redactada en enero del 2010

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21 febrero 2011

Si algo ha generado el 23-F es cursilería.

Qué treinta oportunidades de cerrar el pico han perdido los ultrademócratas de entonces acá. La cosa empezó ya durante el golpe, cuando Tejero mandó acumular el relleno de los asientos por si había que hacer fuego, y alguien dijo que estaban destripando la democracia. Y no paran.

Si yo fuera Tejero, esto es lo que más me molestaría. Más que el hecho de haber sido convertido en el enemigo público número uno mientras la ETA seguía destripando gente.

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19 febrero 2011

El hombre y el loro


Sólo desde su asumida condición de fábula, más bien paródica, se puede dar un pase al crudo moralismo de este relato. Pero tanto eso, la moraleja, como sus excesos (un loro que piensa, una operación de cambio de alma, unos muertos y unos fetos que van a votar) entra de lleno en lo caricaturesco. Es un relato Codorniz style, con la impronta de Gómez de la Serna y de Mihura. Su autor usa y abusa de la greguería, sin el genio de Ramón y sin comparación posible, tampoco, con los golpes de humor de Mihura. Pero es una obra que muestra hasta qué punto, poco reflejado en los manuales, este modo de hacer literatura, tan español, fue productivo.

Por otro lado, tampoco es una obra de pura burla. Más bien entre bromas y veras. El loro, ese loro con el que Manuel Bonhome intercambia su alma para lograr el éxito en la vida y en el amor, es el demagogo, el intelectual huero y el famoso (del famoseo), tres especímenes tan tristemente actuales como en el 1951 en que apareció la novela. La LOGSE, sin ir más lejos, es de cabo a rabo la obra de un loro, en el sentido dibujado aquí.

Nota redactada en febrero del 2010

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18 febrero 2011

Perdón


El hombre, si razona en calidad de cristiano y quiere portarse conforme a la doctrina cristiana, puede -y debe- no tomar en consideración las injusticias que se han cometido en su contra, los insultos recibidos como individuo. Pero si ocupa una función de responsabilidad o está al frente de asuntos públicos no tiene derecho a invocar el principio del perdón para mantenerse distante y frío ante el mal y dejar a los inocentes a merced de los miserables [...] El rebaño quiere al pastor porque lo guarda y arriesga su vida por él.

Nicolae Steinhardt, El diario de la felicidad

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17 febrero 2011

Ilustrados

No había reparado antes en ello, pero, viendo ahora las caras de D´Alembert, Diderot, Montesquieu, Voltaire y Rousseau, reunidas en la unidad didáctica que acabo de preparar, encuentro algo común a todas ellas, que no es la peluca. En efecto: esa antipática sonrisa de suficiencia, que es más elocuente que un ensayo.

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16 febrero 2011

Historia de la novela española (1936-2000) (I)


El mayor atractivo de esta historia está quizá en ser, dentro del campo de la novela, la primera que ostenta la fecha del 2000 en el período historiado. Por lo demás, quizá sea cierto que añade "poco o nada a la historiografía de la novela de posguerra": la frase es de un crítico de una versión anterior del libro, que apareció hacia el año 80. La mayor parte del trabajo estaba ya hecho, en efecto, por Eugenio G. de Nora, y las aportaciones más nuevas de Soldevila empezarán en el segundo volumen, aún no editado, ya que este primero abarca hasta la generación de Cela y Delibes.

Curiosamente, el autor parte de un escepticismo hacia la historiografía que le lleva a suscribir, o casi, la idea de Manuel Vicent según la cual "la historia no existe; toda historia es ideología". Y él parece confirmarlo en su libro, pues muestra aquí y allá una sumisión total a la moral y el pensamiento establecidos, lanzando dardos e ironías contra todo lo que se sale de esas coordenadas, pero también usando de un vocabulario peculiar: así, por ejemplo, al referirse a la Iglesia, su doctrina es sus intereses y sus fieles son sumisos.

Pero probablemente sean más los aciertos que los desvaríos en esta historia de la novela. La obra de Delibes, por ejemplo, está tratada con una gran lucidez y con la amplitud que merece, y en el prólogo hay atinadas observaciones sobre la condición de la novela y el novelista. Por el contrario, resulta asombroso que tome en serio una novela como El amante lesbiano.

Nota redactada en agosto del 2001. Por si sorprende encontrar al Amante de marras en este tomo, diremos que el autor sigue el criterio de edad del autor, no de fecha de aparición de sus producciones.

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15 febrero 2011

Igualdad


El valor igual de los hombres y de las mujeres se asienta en el hecho de que, en una especie sexuada, el hombre implica a la mujer, lo mismo que la mujer implica al hombre. Su diversidad garantiza el sentido de cada uno de los dos y prueba la igualdad de su valor.

Georges Devereux, Mujer y mito, citado por Tony Anatrella, La diferencia prohibida.

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14 febrero 2011

El mayor fraude de la radio española, a día de hoy,

es reunir a Luis Alberto de Cuenca, Andrés Amorós y José Luis Garci, repito, Luis Alberto de Cuenca, Andrés Amorós y José Luis Garci, y pasarse la mayor parte del espacio hablando chorradas que tienen su mejor sitio junto a la máquina de café. Todos los jueves, en EsRadio, en el programa de Luis Herrero.

11 febrero 2011

La puerta de paja


La novela arranca muy bien: el primer capítulo te hace esperar algo importante. Pero luego da demasiadas vueltas sobre sí misma para comunicar tan poco. El mensaje es tan evidente que me pregunto si no me he perdido algo más. La puerte de paja es la entrada a Roma, es decir, al cielo. Una vez cruzada, todo es vanidad, y si no se cruza, todo será vanidad, pero se habrá perdido lo fundamental. El mundo es una máquina regida por el azar, tal vez por el demonio (la figura de ese Plutón Barrabás también es muy transparente), que se complace en agitarlo para que vuelva una y otra vez a la misma situación, al imperio del pecado. Sólo más allá de la puerta de paja está la santidad.

Por eso me pregunto qué idea de ortodoxia tenía este Vicente Risco que decía que era heterodoxo en todo salvo en religión. Ese abandonar el mundo al azar y al demonio, sin posibilidad de redención, de redimir al menos la parcela que toca a cada cristiano, me resulta un tanto extraña, quizá muy propia de un Risco galleguista amigo del folklore paganizante, de un fatalismo muy relacionado con brujas y diablillos de toda laya, pero poco convincente como mero cristianismo, que diría Lewis.

Nota redactada en septiembre del 2010

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10 febrero 2011

No lo sabía


No lo sabía -la respuesta de aquellos a los que se les habla de la tortura, de los campos de concentración, de la cárceles, de las confesiones forzadas de los acusados, de los internamientos de políticos en manicomios- no es una disculpa válida. Nadie está obligado a inventar la pólvora o a descubrir la teoría cuántica. Pero, por otra parte, una inteligencia elemental es un deber. Sobre todo para un cristiano, que tiene que estar siempre alerta ante las tentaciones. Y la estupidez es una tentación. Y no sólo para un cristiano. Y esto a causa de una constatación experimental objetiva: nadie sabe nada, pero todo el mundo lo sabe todo.

La ignorancia, la estupidez, el paso a ciegas por la vida y por las cosas, o el paso indiferente son cosa del diablo. El samaritano no ha sido sólo bueno; tembién ha estado atento: ha sabido ver.


Nicolae Steinhardt
, El diario de la felicidad

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09 febrero 2011

No denunciarás la procacidad de tu superiora.

Desconocía este mandamiento de la corrección política (hay más de diez) pero tomo buena nota.

Esto es (les pongo el enlace por si lo quieren más amplio) que la subdirectora general de tráfico felicita el año a sus subordinados: "Feliz año nuevo y chúpame un huevo". El director provincial de Palencia le dice que es una horterada de pésimo gusto. El director provincial de Palencia es cesado de modo fulminante.

Es que es verdad, hombre. Si hay una conquista social de las feministas en España, esa es, sin duda, que las mujeres hablen como los más bestias de los arrieros. A ver si se cree ese tío que sus treinta años en el cargo, cincuenta en la función pública, le dan derecho a cuestionar ese logro.

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08 febrero 2011

Narraciones extraordinarias


Es ser humano es asombrosamente capaz de aterrorizarse a sí mismo, y esta capacidad es la que explota Poe como un maestro. El hombre cientifista del siglo XIX estaba, además, preparado para ser herido por lo sobrenatural, eso que se empeñaba en negar pero que insistía en estar ahí, como los fantasmas de estos cuentos. Todos ellos exhiben la cara de la condenación, de la muerte fuera de Cristo, aunque no haya en los personajes un rechazo explícito de la gracia divina ni este sea el tema de los relatos.

Gran parte de las piezas me son conocidas por sus adaptaciones cinematográficas o televisivas. Por eso aquí parece que se quedan un poco cortas en su trama: en la pantalla, ya se ve, las engordan en ese aspecto. A cambio, tenemos aquí el elemento discursivo, esa introducción que suele hacernos el narrador con elementos a veces de seudociencia o de parapsicología, que tratan en vano de explicar lo inexplicable y que los sucesos se encargan de superar ampliamente. Es como una pantalla que nos distrae y sirve para aumentar nuestra sorpresa llegado el momento; un truco de ilusionista.

La edición de quiosco que utilizo no recoge toda la nómina de Narraciones extraordinarias. Se echa en falta Los crímenes de la calle Morgue, que ya conocía, o La caída de la casa Usher, de la que creo haber visto alguna versión cinematográfica. Me salto El escarabajo de oro, que también conocía y con una vez vale. Este cuento, que es como un problema de lógica, desentona de los demás por su racionalidad, pero Poe fue un maestro tanto para Agatha Christie como para todo cuentista de fantasmas que en el mundo ha sido. Y, tal vez, para las fantasías de Verne, pues el Manuscrito hallado en una botella parece jugar con las elucubraciones en torno al Triángulo de las Bermudas.

Nota redactada en diciembre del 2010

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06 febrero 2011

Visión interior


-Los modernos, por el contrario, no pintan a Dios y Su obra. Algunas veces no sé qué es lo que pintan.

-Pintan su visión interior y se esfuerzan mucho si son honestos, aunque no todos lo son, ni mucho menos, pero se guían únicamente por sí mismos, sin apoyarse en la religión ni en el mito y, lógicamente, lo que cada cual encuentra en su interior sólo es revelador para sí mismo, en la mayoría de los casos. Esos buscadores solitarios caen fácilmente en la impostura, porque no hay nada tan fácil de simular como la visión interior, señor Cornish. Fíjese en esos deteriorados frescos que hemos visto por la mañana: quienes los pintaron, Rossetti, Morris y Brune-Jones, tenían una visión interior trabada en la leyenda y eligieron plasmarla en imágenes del grial y en mujeres de belleza sensual y ojos del color de la endrina, a medio camino entre la Madre de Dios y las orondas queridas de Rossetti. Los modernos, en cambio, tocados de la cabeza por la horrible guerra mundial y pertrechados con lo que hayan podido entender de Sigmund Freud, buscan la sinceridad como posesos. Están hartos de lo que entienden por Dios, pero lo que encuentran dentro de sí mismos es tan personal que a la mayoría de la gente le parece puro caos. Aun así, lo que plasman en la tela no es simplemente caos, sino crudos fragmentos de psique. No resulta bonito ni comunica gran cosa, pero es el camino por el que tienen que adentrarse hasta dar con algo que sí comunique... aunque dudo que vaya a ser bonito.

Tancred Saraceni, en Robertson Davies, Lo que arraiga en el hueso

Otras referencias a esta obra aquí y aquí

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04 febrero 2011

Capirotes, tango, censura

Otro gran triunfo para la causa de la mujer: podrán llevar capirotes en las procesiones de Sevilla. En efecto, este goce fantástico estaba hasta ahora reservado a los hombres, en virtud de no se sabe qué feudal prerrogativa. Gracias al obispo, se acabó tan humillante discriminación.

Esperamos el día en que los hombres puedan vestir de "manolos", con peineta y todo. Dada la apertura reinante en las cofradías, no dudo de que habrá candidatos.

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Por cierto que hoy, fallecida María Schneider, todo el mundo, incluidos los campeones de la igualdad, hará bromitas a costa del último tango. Pero serán pocos los que recuerden estas dolidas declaraciones de la dama.

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En democracia no hay censura: hay cambios de frecuencia. Muy oportunos, eso sí.


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03 febrero 2011

El abuelo


"El mal... es el bien?, reflexiona Pío Coronado al final de esta novela dialogada. Claro está que no, pero Dios puede sacar bien del mal, y ese es el fondo del drama. Por otra parte, el bien no lo representa un papanatas que nunca hace mal a nadie y que sería capaz de quitarse la vida para acabar con el sufrimiento que le causa su bondad, tal es don Pío. Dios actúa aquí mediante la conversión de Lucrecia Richmond y mediante Dolly, la nieta ilegítima que, sobre ser tan angelical como su hermana Nell, se muestra dispuesta al sacrificio de una vida confortable por amor a su abuelo. Mientras todos querrían aparcar al viejo aristócrata en una jaula de oro, pensando además que le hacían un bien, sólo Dolly comprende que lo que necesita el abuelo es la compañía de alguien que le quiera de verdad. La confesión trae la paz a Lucrecia, la madre casquivana, pero sólo el rasgo (posible tan vez como efecto de esa paz, de esa gracia) de permitir a Dolly vivir con su abuelo posibilita el final feliz. En el que se incluye, por supuesto, la renuncia del viejo a sus prejuicios de clase.

José Luis Garci estuvo inspirado cuando pensó en Fernando Fernán Gómez para su versión cinematográfica. Leyendo la novela no podemos imaginar al altivo y a ratos insoportable conde de Albrit más que con la cara del actor español.

Nota redactada en julio del 2010

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02 febrero 2011

¿Convergencia con China?


Suele subestimarse la fuerza de la envidia, su simplicidad irrefutable y el terreno extenso de su arraigo. El manejo del término igualdad, si no se limita a derechos, es un arma letal extraordinaria cuando se trata de segar espigas y cabezas que sobrepasan, tiene garantizadas la buena acogida multitudinaria y la eficacia en motivaciones a corto plazo, siembra de sal pero ofrece el atractivo irresistible de la esterilidad del vecino. El maoísmo era un ejemplo excelente de persecución de la excelencia, de negación de realidades evidentes como la pluralidad de aptitudes y la disparidad de capacidades, voluntad y energías. Contra esto, contra la constatación de lo innegable, se procuró un armazón ideológico que aligeraba a las gentes de la responsabilidad de sus vidas y repartía victimismo. Los ritos de confesiones públicas, denuncias y críticas ofrecieron a intelectuales y profesionales como pasto regular de unas mayorías que entendían su imposición en todos los terrenos como ortodoxia e inalienable derecho. Tenían, además del futuro, el argumento de las buenas intenciones, los solidarios y equitables bienes que sólo podían sembrarse con el previo desbroce. Junto con la fidelidad, se les distribuía una recta conciencia impermeable a la reflexión, a a las comparaciones y a la rebelión. El reverso, la alternativa, era una coyuntura angustiosa, difícilmente soportable porque sólo podía ser identificada con la traición.

Mercedes Rosúa, El archipiélago Orwell

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01 febrero 2011

Voces


Resultaba curioso, en los 70, oír a Robert Gordon tratando de imitar a Elvis Presley, siendo así que su voz (la de Gordon) era mil veces mejor que la del Rey.

Igualmente, hoy, Haewon, la cantante de Winterplay, parece por momentos querer evocar a Norah Jones, el nombre de referencia en la música jazzy, a pesar de que la suya (la de Haewon) es una voz mucho más poderosa.

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