31 marzo 2009

Las guerras de nuestros antepasados


En 1975 la narrativa española estaba aún sumida en lo experimental. Delibes había echado su cuarto a espadas con Parábola del náufrago y, después de otro que podríamos llamar también experimento (El príncipe destronado, 1974, novela escrita desde un punto de vista infantil) aparece este título: una novela totalmente dialogada, en forma de entrevista entre dos personajes, salvo los informes del principio y del final. Al comienzo uno diría que se encuentra ante uno de esos cuadros costumbristas con crítica añadida, de los que tanto gusta Delibes; crítica, en este caso, en forma de alegato contra la exaltación de la guerra. Sin embargo, pronto nos damos cuenta de que es algo más. El personaje de Pacífico Pérez es más complejo de lo que podría parecer a simple vista. Y el diálogo no es un recurso gratuito, sino algo bien meditado por parte del novelista. Nosotros, los lectores, hacemos en cierto modo de psiquiatras, recibiendo las confidencias de Pacífico y reconstruyendo su personalidad a través de ellas. Somos, de algún modo, el doctor Burgueño. Creo que lo que más se agradece de la novela es esto, que el personaje no sea el típico gañán inocentorro ni cualquier otra tipicidad, sino alguien con un perfil propio. De todos modos, no puedo evitar que lo que más me guste sea la sátira de la mujer hippie representada por "la" Candi. De hecho, todo el volumen está atravesado por un humor del bueno. Los devaneos de Candi con Pacífico podrían pasar a las antologías.

Nota redactada en abril del 2003

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30 marzo 2009

Terroristas

Cuando oigo hablar de una película sobre terroristas me echo a temblar, porque es un hecho que el cine idealiza siempre, de un modo u otro, a sus protagonistas. Véase la última del Che. La reseña de RAF: Facción del Ejército Rojo me tranquiliza un poco:

Hay en esta película un retrato bastante cabal... de las clamorosas incoherencias y miserias de unos fanáticos empachados del espíritu de mayo del 68 y autoerigidos en mesiánicos libertadores de una opresión que consideran intolerable. Gente que solo cree en la democracia cuando se somete incondicionalmente a sus puntos de vista.

Sí, pero... Un vistazo al cartel me devuelve la incomodidad: ¿por qué las terroristas de la película tienen aspecto de covergirls? Todo el mundo sabe que las activistas de izquierda suelen ser unos callos abominables, a las que el odio acumulado añade fealdad. Me precio de adivinar, con un margen de error del 10%, la adscripción ideológica de cualquier política que me salga en la pantalla. Por más que a estas de la RAF me las presenten como asesinas ninfómanas, si resultan atractivas estamos predisponiendo a favor al espectador. Cuando la realidad es esta.

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28 marzo 2009

Palabra

Lo peor que se puede decir de un sistema político es que, en él, "la palabra es instrumento antagónico de la libertad". Lo dice Mercedes Rosúa para referirse a China*. Lo paradójico, y triste, es recordar a poetas como Blas de Otero, que hacían de la palabra un reducto de libertad mientras añoraban regímenes como aquel.

*En El archipiélago Orwell

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27 marzo 2009

Soldados de Salamina


Una novela extraña en su factura, si algo nos puede extrañar aún en un género que ha sufrido ya tantos experimentos. Consta de tres partes y en ninguna de ellas sabes cuánto hay de realidad y cuánto de ficción. En la primera, "Los amigos del bosque", el autor se reinventa para contarnos cómo, supuestamente, le dio por escribir un reportaje sobre el fallido fusilamiento de Rafael Sánchez Mazas. La segunda, "Soldados de Salamina", es la presunta materialización de ese reportaje. Y la tercera, "Cita en Stockton", hace aparecer al tercer actor de esta drama híbrido: Miralles, a quien Cercas supone el autor de la huida de Sánchez Mazas, al no querer delatarlo. La mezcla de personajes y hechos reales e imaginarios no es nueva, pero quizá nadie la había llevado a tal extremo de confusión como Javier Cercas. Supongo que contará con la autorización de Roberto Bolaño para reproducirlo como personaje, o con la de su mujer (la de Cercas) para sustituirla por una amante ocasional bastante cretina. Y alguna intención habrá bajo este desdibujar los límites, aunque el propio desdibujamiento no carece de encanto literario. Lo más interesante, me parece, desde el punto de vista novelístico, es la presentación del común infortunio de unos hombres (Sánchez Mazas y los "amigos del bosque") y el diverso destino que, por las circunstancias, aguarda a cada uno. Todos compartiendo penalidades y, al final, uno vencedor, encumbrado, y otros, vencidos, dependiendo del favor de aquel a quien vieron tan inerme como ellos.

Nota redactada en agosto del 2002.

26 marzo 2009

De Carlos Semprún Maura

me gustaba que hubiera abjurado del comunismo, y que pusiera en su sitio a los santos laicos del exilio. Lo malo es que, como ateo, no dejó de ser un dogmático, y defendía el liberalismo como si fuese la palabra de Dios. Sus argumentos eran con frecuencia ad hominem, y era molesto oírle referirse a su hermano con el desdén, casi odio, con que lo hacía. Todo ello perjudicaba su credibilidad. Tampoco es que escribiera muy bien. Y vale, que queda feo criticar a un muerto. Requiescat in pace.

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Según cuenta don Angel David Martín, parece que los revolucionarios franceses no iban a la zaga en crueldad a los milicianos frentepopulistas. Creo que la Guerra de la Independencia fue, más que una cruzada, una revuelta patriótica. Pero sí es cierto que fueron los tradicionalistas y los liberales cristianos (Jovellanos, por ejemplo) quienes por lo general estuvieron contra el francés, mientras que con Napoleón se alinearon los jacobinos de la época (tal Marchena), convencidos de que el Gran Corso representaba el ideal revolucionario.

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Seneka nos trae un fragmento de Manuel García Morente acerca de la tradición. Esta, dice, no significa estancamiento ni hostilidad al progreso, sino fidelidad a un estilo acorde con la "esencia de la nacionalidad". El problema, me parece, es quién decide lo que sea esa esencia y hasta qué punto ese estilo no va a encorsetar la política en unas formas determinadas y a dejar fuera a otras igualmente legítimas. A día de hoy, y visto lo visto, creo que la única fidelidad, en política, hay que guardarla al bien común y a los derechos humanos.

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25 marzo 2009

Soberbia

La define bien Javier Hernández-Pacheco cuando dice que por ella "el hombre considera propiedad definitiva una perfección que tiene en él un sentido vocacional"

(En Modernidad y Cristianismo; buen ensayo, por cierto)

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24 marzo 2009

La perplejidad del héroe


"Si hay alguien que pueda aproximarse con objetividad y libertad al rostro oculto del enigma [de la palabra y, por tanto, de la creación literaria] ese es ciertamente el hombre que piensa y vive en la fe de Jesucristo". Así lo afirma José Miguel Ibáñez Langlois. Palabras necesarias, por cuanto hoy día muchos seguirían preguntando cómo es posible compaginar unos compromisos religiosos con la necesaria objetividad del crítico. No hay más que echar un vistazo a la Literatura del siglo XX y cristianismo de Charles Moeller para darse cuenta de la verdad de aquel aserto. Pocas veces se ha calado con tal hondura en la obra de Unamuno, de Camus, de Kafka, de Huxley y de tantos otros, como lo hace el abate Moeller en los seis tomos de su obra.

Recuerdo aquí a don José Miguel y a Moeller a propósito de La perplejidad del héroe, un conjunto de estudios sobre destacados autores contemporáneos a cargo de la profesora Guadalupe Arbona Abascal, especialista en historia del teatro y concretamente en Calderón. El libro será, a partir de ahora, consulta obligada para cualquier lector interesado en Ibsen, Ionesco, Oscar Milosz, Sigrid Undset, Flannery O´Connor, Gesualdo Bufalino o Miguel Delibes. Por supuesto, la perspectiva es la de una cristiana convencida y, por tanto, de una penetración que está ausente en tantos otros estudios lastrados por parcialidades ideológicas, caso, por ejemplo, de quienes no han visto en Casa de muñecas más que un alegato feminista.

Nota redactada en septiembre del 2001

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23 marzo 2009

Mamá comandante


Hace unos cuantos años, podía decirse que el socialismo había tomado la enseñanza como campo de pruebas de sus utopías. La visión del mundo que se impartía en las aulas (no muy diversa de la que hoy aparece, reglada, en Educación para la Ciudadanía) tenía poco que ver con el mundo real y sí mucho con la ideología de quien había ejercido el poder político durante trece años y el cultural algunos más.

Pero, a la altura del 2004, había llegado el momento de dar el salto de la escuela a la sociedad. Lo que se pensó utopía ha tomado forma en leyes y decretos e invade campos hasta ahora blindados a tales experimentos, como era el de las Fuerzas Armadas. ¿Qué sentido tiene poner a una mujer en el ministerio de Defensa? Aparte de la provocación, muy cierta y destacada en su día por la prensa, hay una voluntad de emasculación, y no lo digo sólo por lo de que puedan admitir en el ejército a transexuales. Para una mujer (esposa, madre) la mayor alegría es la vuelta a casa de los soldados. De un ministro de defensa femenino se puede esperar justamente eso: retiradas. "Vuela despacio y bajito", era el tópico consejo de mamá al aviador (y lo peor que podía hacer, como por fortuna saben los profesionales).

Un ejército pacifista, un ejército ad usum matris, tal es la utopía zapaterista, su proyecto para una España a la vanguardia de la nueva izquierda, lennoniana, apijotada, vegetal. Osama, mátanos.

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20 marzo 2009

Retráctese usted, ministro.

Primero, por confundir la ciencia con la chapuza. ¿O acaso arregla usted con chicles los fallos de las cañerías?

Segundo, por pedirle al Papa que hable de ciencia. Para eso están los científicos. Si el Papa ha de hablar de ciencia, es sólo para ponerla en relación con la moral o con la antropología.

Tercero, y supuesto que es usted consciente de lo anterior: por reducir al ser humano a física y química, como un Avito Carrascal que no hubiera aprendido nada en un siglo.

Y, en definitiva, por jugar con la vida de la gente haciéndole creer que con unos filtros se combate una enfermedad cuando no hacen más que incrementar el mal, como gritan los hechos y las cifras. He dicho.

19 marzo 2009

Simone de Beauvoir, fundamentalista

La verdad es una; el error es múltiple. No es azar que la derecha profese el pluralismo.

Jolín con el segundo sexo. Lo que desconozco es la fuente, pues la cita es de Jean-Pierre Raffarin en una conferencia en la FAES. Pero conociéndo a los discípulos y discípulas de la individua, tengo pocas dudas de su autenticidad.

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18 marzo 2009

La desatada historia del caballero Palmaverde


Las meditaciones de Antonio Prieto sobre el amor, el tiempo y la memoria tienen con frecuencia escenarios clásicos o renacentistas. En este último caso, Prieto suele acentuar el carácter pagano de la época. La desatada historia... sucede en tiempos de Felipe III en un entorno de magia, alquimia y transmigración de las almas, pero atemperado todo ello por un ingrediente humorístico que nos recuerda a Juan Perucho o a Cunqueiro. Una dama reencarnada en mula, un mulero erudito, unos frailes que se dedican al lifting son algunos de los especímenes que pueblan esta fantasía en torno a un trovador reencarnado y desmemoriado, tal vez Guillem de Berguedà. El juego con el tiempo, la realidad y la ficción trae también como personaje nada menos que a Martín de Riquer, el gran experto en la lírica trovadoresca.

La agobiante frecuencia con que se alude a los desfogues venéreos de algunos personajes hace maliciar que Antonio Prieto andaba por estas fechas algo necesitado de cariño. Pero ello no le impide remontarse a cumbres como el debate entre Loaysa, Palmaverde, el clérigo y el caballero, tal vez lo mejor de la novela.

Nota redactada en febrero de 2009

16 marzo 2009

"En la sonrisa es donde mejor se esconde el hombre"

Lo dice Luigi en Tres pisadas de hombre, de Antonio Prieto. No es el mejor motivo para sonreír, igual que no es el mejor motivo para perdonar el que eso es lo que peor le sienta a tu enemigo. Pero tiene su miga.

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14 marzo 2009

Y si mi hermano hubiese estado sano, ¿yo habría nacido?

Es la pregunta que marcará la vida de Javier Mariscal, el bebé concebido para sanar la enfermedad hemática de su hermano Andrés. Tal vez llegue a formularla, tal vez no. Tal vez le digan la verdad, tal vez no. En todo caso, no saldrá en los periódicos.

En 2005, Kazuo Ishiguro relató con efectiva frialdad la vida de unos chicos clónicos que sólo a medida que crecen saben que fueron concebidos para curar a otros, y que morirán a la segunda, tercera o cuarta donación. Esta nueva (y, por lo pronto, fantástica) nueva forma de esclavitud horripila tanto más cuanto que el novelista se esfuerza con éxito en mostrarnos la perfecta humanidad de estos jóvenes, capaces de amar pero privados del más profundo sentido del amor.

Javier Mariscal, al contrario que las criaturas de Ishiguro, tiene una familia y no será exprimido hasta morir. Pero su caso se inserta en la misma lógica. Otros muchos esclavos fueron sacrificados antes de que su condición de embriones fuera lo suficientemente visible para que el corazón sintiera. "Matadlo, pero sin ruido; tengo invitados", decía un malo de película. Podría ser uno de los lemas del mundo que se avecina.

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13 marzo 2009

Los templarios


Nunca agradeceremos bastante a Régine Pernoud sus desvelos en pro de la rehabilitación de la Edad Media, según muchos, época bárbara donde toda aberración tuvo su asiento. La orden de los Caballeros del Templo ha sido, durante mucho tiempo, piedra de escándalo por su supuesta malversación de los principios cristianos al hacerlos compatibles con la espada. El cristianismo nunca tuvo nada que oponer a la milicia y quien piense lo contrario es víctima de una típica hipocresía muy de nuestro tiempo, pero semejante a la del rey Felipe el Hermoso, que ocultó muy mal su envidia y su codicia de los bienes de los templarios bajo la acusación de herejía y sodomía. Es muy fácil, hoy día, realizar acusaciones equivalentes (racismo, discriminación sexual, etc.) para desembarazarse de algún enemigo incómodo o, al menos, desacreditarlo. El caso es que Régine Pernoud nos muestra a los templarios como lo que sin duda fueron: hombres entregados a Cristo bajo el doble carisma de la milicia y el monacato, sin ocultar las posibles corrupciones (humanos, al fin y al cabo) de algunos de ellos, poco probadas por otra parte, y que no empañan la conducta intachable de la mayoría. Su arresto y condena fue uno se los primeros brotes del absolutismo del poder real y de la entrega a él de buena parte de la jerarquía eclesiástica.

Nota redactada en noviembre de 1998. Hay una nueva edición que incluye el Elogio de la nueva milicia templaria de San Bernardo. De la que yo leí (muy mala) ni recuerdo la editorial.

12 marzo 2009

Mi 11-M

Pocos días fueron tan intensos. El 11-M estuve en Madrid, pero no por los atentados: era la primera vez que me llamaban a la tele. En concreto a Popular TV, para hablar sobre educación, en nombre de mi sindicato, en el programa de Ramón Pi.

Pero la cita era por la tarde y lo primero que me encontré al llegar al instituto fue la noticia de los atentados, con el terrible crescendo de la cifra de muertos, hora a hora. Por supuesto, el editor del llorado opinadigital.com me tenía pedido, en la bandeja de entrada, un artículo sobre la masacre, que pergeñé a toda prisa titulándolo, con sarcasmo, "Ciento setenta enemigos de Euskadi", pues tal era el número de víctimas a aquella hora, y la etarra, la autoría que todos daban por cierta.

Terminada la jornada (que era corta, por fortuna) arreo para Madrid con el temor de encontrarme todo tipo de trabas. Pero la única aguardaba a las puertas de la COPE, en la figura de mi jefa sindical: muchacho, ya siento haberte hecho venir, pero como comprenderás, se ha aplazado la grabación del programa. En fin: un café, conjeturas por aquí, denuestos por allá, quedamos para abril, y de vuelta a casa. Las conjeturas continuaban en la radio, sobre todo a medida que cobraba fuerza la tesis islamista. Recuerdo a Jesús Cacho diciendo: no nos engañemos más; esto nos ha pasado por la guerra de Irak...

Alguna vez etiqueté a esos días: 11, horror; 12, confusión; 13, vileza; 14, oprobio. Y me dije que aquel horror era la piedra de toque para ver si el PSOE tocaba su propio techo de ruindad (en privado utilizaba otro término). No sólo lo tocó sino que lo rompió. El 15 fue uno de esos días en que deseé ser ciudadano neozelandés. Pero fue solamente el comienzo...

11 marzo 2009

Requiem aeternam




Cumple hoy parafrasear a José Antonio:

Que Dios os dé el descanso eterno y a nosotros nos lo niegue hasta que leamos en versales los nombres de los culpables.

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10 marzo 2009

Don Quijote no lee tonterías

... y, aunque don Juan quisiera que don Quijote leyera más del libro, por ver lo que discantaba, no lo pudieron acabar con él, diciendo que él lo daba por leído y lo confirmaba por todo necio, y que no quería, si acaso llegase a noticia de su autor que le había tenido en sus manos, se alegrase con pensar que le había leído; pues de las cosas obscenas y torpes, los pensamientos se han de apartar, cuanto más los ojos.

Parte II, capítulo 59

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09 marzo 2009

Diario de un poeta reciencasado


Esta edición de Michael P. Predmore nos permite reconstruir la peripecia emocional que nos está relatando Juan Ramón. Si es que ha acertado, claro. Según Predmore, el Diario... es la crónica del abandono, penoso y lento, de la condición de niño por parte del poeta y la aceptación de su nuevo ser, al que accede mediante el amor conyugal. Todo ello bajo el celaje de los cuatro símbolos fundamentales: el mar, el cielo, la tierra y el amor.

Con este libro se inicia el simbolismo moderno en la poesía española, dijo su autor. O sea, que es una poesía de tercera persona, pero sólo aparentemente. El mar, el cielo, el sol, todo eso se refiere, en el fondo, a sí mismo. Lo que contrasta con Salinas, sobre todo, es que estamos ante una poesía egotista, mientras que la poesía amorosa de don Pedro se refería sobre todo al tú. Y sorprende, teniendo en cuenta que se trata de su casamiento. En los días de su boda, se le ocurre mirarse el ombligo. Esta Zenobia se merecía dos cielos, no sólo uno.

Nota redactada en julio del 2008

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07 marzo 2009

Para seguir con lo mismo:

la diferencia de lo de Ferrer con la Educación para la Ciudadanía es que lo de aquel era libre: si querías estudiabas en la Escuela Moderna y salías convertido en un buen anarquista, como Mateo Morral; mientras que la asignatura estrella del gobierno hay que cursarla velis nolis, o sea, por cachavas.

Es una pena que lo fusilaran (a Ferrer, digo), pero no hicieron más que aplicar sus propios métodos: si él propugnaba "una revolución ferozmente sangrienta", fue la víctima de una reacción similar. Siempre he pensado que lo de la pena de muerte es un "remedio de la concupiscencia", como decían, tan desafortunadamente, del matrimonio. Una manera legal de satisfacer ese placer maligno de matar al prójimo. "Oh, sí, en el asesinato había algo terriblemente sexual", decía en una de sus novelas Mickey Spillane. Y en ver asesinar, diría yo. Apostaría a que es lo que ha mantenido (y sigue manteniendo) la pena capital durante tanto tiempo.

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05 marzo 2009

Se cumple este año el centenario

de la Semana trágica de Barcelona, al término de la cual fue fusilado el pedagogo Francisco Ferrer Guardia. Es posible que asistamos con este motivo a una nueva glorificación del fundador de la Escuela Moderna.

Motivos no faltarían: en realidad, la implantación de la Educación para la Ciudadanía bien podría considerarse como el triunfo final de Ferrer i Guardia, dentro de la inversión de la historia comandada por el PSOE con vistas a ganar la Guerra Civil. Escribía una alumna de Ferrer, de trece años, en un trabajo sobre el "fanatismo religioso":

“El fanatismo es producido por el estado de ignorancia y atraso en que se halla la mujer; por eso los católicos no quieren que la mujer se instruya, ya que la mujer es su principal sostén”.

Ya digo.


Fuente: Alicia Delibes, Ferrer Guardia y la Escuela Moderna


04 marzo 2009

Pájaros a punto de volar


No sé si me acaba de convencer esa frase de un crítico, según la cual "Patricia Highsmith contempla a los hombres como una araña contemplaría a las moscas". Creo que hay un ingrediente de compasión en la mirada de Highsmith que invalidaría esa afirmación, a no ser que el crítico piense que la araña es capaz de sentir compasión por sus presas.

Pájaros a punto de volar reúne catorce relatos juveniles de la autora, unos inéditos, otros publicados en revistas y sólo dos de ellos aparecidos en libro, concretamente en Once. La impresión inicial, con la lectura de "Una mañana tranquila", es de tedio. Luego uno se da cuenta de que si sigue la lectura es porque ha llegado a sentirse solidario de esos personajes cuyo problema principal es, justamente, el tedio, la falta de alicientes para seguir viviendo, a pesar de lo cual, y por ese terror a la muerte compartido por todo el género humano, siguen adelante en su grisura cotidiana.

Patricia Highsmith es una gran escritora de terror, y en estos cuentos aparece el terror en su forma más depurada: nada de zombies, nada de apariciones, nada de desmayos. Lo que más hiela la sangre es la tremenda soledad en que se ven sumidas estas criaturas. El escenario es casi siempre la ciudad, transmutada en esa tremenda tela de araña de los relatos terroríficos, que atrapa en el aislamiento a unos hombres y mujeres desvalidos, y en este sentido sí que podría tener fundamento la frase antes citada. Gente a la que sólo podría redimir la mano de un prójimo desinteresado y amigo, que les revelase el valor de su vida.

Nota redactada en julio del 2002

03 marzo 2009

Me pareció excesivo

el optimismo poselectoral con respecto a un acuerdo PSOE-PP-UPD. Suponer que López aceptará gobernar hipotecado al PP requiere haberse acostado el 10 de marzo del 2004 y levantarse ahora.

Bien sé que esa es la baza de los populares. Pero qué candidez, si piensan que los socialistas tienen otro programa que no sea destruir a la derecha, como ellos dicen. Para el brazo político del GAL, el nacionalismo no es enemigo, sólo adversario, como bien ha demostrado la historia. Un adversario con el que a veces hay que ponerse duro, como en tiempos de Barrionuevo, pero al que a veces hay que hacer ofertas que no puedan rechazar, como bien sabe el propio López.

02 marzo 2009

No se abrazaron unos a otros,

porque donde hay mucho amor no suele haber demasiada desenvoltura.

Quijote, II, 65

¡Quién me diera voces y autoridad...!