Lo peor que se puede decir de un sistema político es que, en él, "la palabra es instrumento antagónico de la libertad". Lo dice Mercedes Rosúa para referirse a China*. Lo paradójico, y triste, es recordar a poetas como Blas de Otero, que hacían de la palabra un reducto de libertad mientras añoraban regímenes como aquel.
*En El archipiélago Orwell
__