el optimismo poselectoral con respecto a un acuerdo PSOE-PP-UPD. Suponer que López aceptará gobernar hipotecado al PP requiere haberse acostado el 10 de marzo del 2004 y levantarse ahora.
Bien sé que esa es la baza de los populares. Pero qué candidez, si piensan que los socialistas tienen otro programa que no sea destruir a la derecha, como ellos dicen. Para el brazo político del GAL, el nacionalismo no es enemigo, sólo adversario, como bien ha demostrado la historia. Un adversario con el que a veces hay que ponerse duro, como en tiempos de Barrionuevo, pero al que a veces hay que hacer ofertas que no puedan rechazar, como bien sabe el propio López.