01 julio 2025

Perlas vosslerianas

De mi segunda lectura de Algunos caracteres de la cultura española, de Karl Vossler, que en su momento dije me resultó difícil de resumir, anoto algunos pasajes de interés.

 

La literatura [española] es en el siglo XVI, y especialmente en el siglo XVII, completamente distinta de lo que fue en la Edad Media, y, si no me equivoco, siente usted [Hugo von Hofmannsthal] más afición por esta poesía barroca que por la medieval. Pero hay un gran motivo que persiste y actúa en la literatura de ambas épocas a través de todas las vicisitudes de su historia y de los distintos estilos: es lo que pudiéramos llamar sentimiento metafísico del honor o, quizá mejor, militarismo religioso. (P. 10)

En la España de entonces [Siglo de Oro] se literalizaba* la vida y se vivía la literatura. Si no, ¿cómo hubieran podido surgir Don Quijote y esta Dorotea? Las dos obras son un espacio poético que se superpone a la vida de un hombre, que se introduce en ella, que la colorea, la eleva, la adorna, la hermosea, la embriaga y también la falsea, hasta que, ante la muerte y la eternidad, se desploma todo su esplendor. (P. 47)

*Sic en la traducción de Austral. Hoy diríamos más bien literaturizaba.

…que seamos como los españoles de los grandes tiempos fueron: que nos sintamos dichosos de vivir, que seamos exaltados y hasta —¿por qué no—frívolos, impresionables y blandos, pero también vigilantes siempre en lo tocante a las cosas eternas. […] En estos tiempos de relajamiento y molicie [1924], a los que estamos condenados, se recrea uno de buen grado en una literatura y un pensamiento como los españoles. (P. 48)

Para el francés, tiene la palabra, en alto grado, un valor activo, práctico y eminentemente realista. Para el español, mucho menos. (P. 58)



28 junio 2025

El idilio de la calle de Plumet y la epopeya de la calle de Saint-Denis

Victor Hugo se interna ahora en el territorio de la picaresca, con Gavroche, el hijo de los Thenardier abandonado a su suerte en la calle, y sus amigos del milieu, como se dirá más tarde. Exhibe de paso sus conocimientos sobre la jerga delincuencial, a la que dedica además una de sus, a estas alturas, ya difícilmente soportables digresiones. Este mundo de la delincuencia callejera se toca con otros dos, uno de índole privada cual es el del romance entre Marius y Cosette y otro de carácter político como el de las barricadas de la revolución liberal de junio del 32. Porque el chico y la chica por fin se encuentran y se entregan a uno de los más azucarados idilios que recuerda la historia de la literatura. Pero Jean Valjean, que no se siente seguro en París, decide embarcarse para Inglaterra con su pupila, lo que ocasiona en los enamorados el desgarro que cabe esperar, al tiempo que Valjean sufre un terrible ataque de celos. En fin, en las barricadas acaban confluyendo los miserables por su pobreza: Gavroche, Éponine, Mabeuf; el miserable por amor, Marius, y los idealistas amigos de Marius. Ninguno de ellos, como personaje, vale la mitad de los de Galdós o Tolstoi, pero el tremendo folletín se sigue leyendo con emoción.

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23 junio 2025

Imán

No es una crónica de la guerra de Marruecos, sino la traslación convincente y desgarrada de lo que uno llega a pensar y sentir cuando solo le queda matar o morir. Lo que sorprende al lector actual (a mí, vamos) es que no es una llantina antibelicista ni una exaltación patriótica, sino que Viance (el personaje que nos hace de cámara subjetiva) es más bien un nihilista que enfrenta lo inevitable con el aguante de quien echa un pulso con no se sabe quién sin pensar en la derrota. Tras el desastre de Annual, Viance echa a andar hacia un frente, luego otro y otro, con encuentros pintorescos, cual un Cabeza de Vaca sin esperanza ni ideales. Como en las memorias de éste, el escenario desértico parece propicio a la alucinación y el borrado de límites entre fantasía y realidad. Sender narra todo esto con sequedad, como si de unos apuntes se tratara (de hecho dice que se trata de unos apuntes) pero cuidando siempre, y con éxito, de no ceder en calidad y eficacia narrativa. En realidad es esta maestría la que nos hace continuar en un relato cuyas variaciones son escasas.

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20 junio 2025

Sammy, 1972-1974

Este volumen reúne tres historias desarrolladas en diferentes ámbitos relacionados con el mundillo gangsteril. La primera, entre pandillas de contrabandistas de alcohol que nutren al tinglado de embarcaciones situadas a la distancia pertinente para desafiar la Prohibición. La segunda, en una tópica dictadura americana con guerrilleros y todo, con Jack teniendo que “formar” al ejército del dictador, que tiene prisionera a su madre sin que esta se entere. Y la tercera en Sicilia, con un Sammy y un Jack haciendo de vengadores de un puñado de viudas que pronto demuestran que quizá no necesitaban protectores. Como es habitual en las series francobelgas, hay un componente didáctico, sobre todo en la tercera historia, que nos pasea por ciertos usos y lugares del país.

Una vez más, me complace que esta gente se relaje fumando y bebiendo en vez de chupando ramitas, y anoto un guiño del guionista: en un momento dado, un médico dice que no cree que el paciente, a quien han tiroteado, se muera, porque supondría tener problemas con la censura. Vamos, que Franco mandaba también en Bélgica, si ustedes me entienden…

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09 junio 2025

Perlas victorhuguianas, IV

El escepticismo, esa caries de la inteligencia…

“¿No se ha casado usted nunca?”. “Se me olvidó”, dijo.

Leer en voz alta es afirmarse a sí mismo lo que está leyendo. Hay personas que leen muy alto y parece que se están dando su palabra de honor de que es cierto lo que leen.

…con todas las formas más deliciosas de la mujer en ese momento preciso en que se combinan aún con todos los encantos más candorosos de la niña, momento fugitivo y puro que sólo pueden expresar estas dos palabras: quince años.



07 junio 2025

Perlas victorhuguianas (III)

Existen, sabido es, ateos ilustres y fortísimos […] En cualquier caso, aunque no crean en Dios, son unas inteligencias tan grandes que son la demostración de Dios.

[Tiene sentido, pero no creo que los ateos del tiempo de Víctor Hugo fuesen unas inteligencias tan grandes. Ni los de cualquier otro tiempo.]

…con las penas de los castigados y la sonrisa de los premiados [se refiere a las monjas que hacen penitencia por los pecados de la humanidad]

Nunca había sido mala, lo cual es una bondad relativa.

¿Es que siempre hay que andar proscribiendo algo? ¿Qué salimos ganando con quitarle el oro de la corona a Luis XIV y raspar el escudo de armas de Enrique IV?



04 junio 2025

Perlas victorhuguianas (II)

No podemos impedir al pensamiento que vuelva a una idea como no se puede impedir al mar que vuelva a una orilla. Para el marinero, eso se llama la marea; para el culpable se llama el remordimiento. Dios hace crecer el alma como el océano.

El señor Madeleine solía ir a las tres a ver a la enferma. Como la puntualidad era bondad, era puntual.

El velo que llevan es noche tejida

[Casi una greguería, ¿no? Se refiere a unas monjas penitentes, vistas por él con ojos de progresista escandalizado]

[Aquí, en cambio, el progresista menosprecia las filosofías ateas]

Lo curioso es el aire altanero, superior y compasivo que esa filosofía a tientas adopta frente a la filosofía que ve a Dios. Es como si oyésemos exclamar a un topo: ¡Qué pena me dan esos que hablan del sol!