25 febrero 2011
Una habitación en Babel
Babel llamaban a aquel bloque de viviendas, como lo es en efecto cualquier otro bloque en cualquier barrio de cualquier ciudad europea. Está bien visto tocar el tema de la inmigración en la novela juvenil actual, pero es que tampoco te queda más remedio si desarrollas la trama en un ámbito urbano y actual. A Eliacer Cansino (que no es nuevo en esto) le han dado un premio (el Anaya) de literatura infantil y juvenil, y se lo merece, porque toca todos los palos que funcionan hoy entre los adolescentes, y lo hace con oficio: lo social, lo escolar, lo existencial, lo polícíaco (la novela es una novela negra a partir de cierto punto). Digo que lo hace con oficio no sólo porque escriba bien (salvando dos o tres excesos) sino por el planteamiento, que yo llamaría atrevido aunque no en el sentido que se le suele dar a este adjetivo: ese profesor de Filosofía que pasa de una visión racionalista e ilustrada de la vida al descubrimiento del amor, en un sentido muy próximo a la caridad cristiana, la auténtica, claro: porque Ángel también lee literatura, y ha leído a san Juan de la Cruz: "al caer la tarde, te examinarán de amor". Magnífico.
Nota redactada en julio del 2009
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