Lo que posibilitó la conversión de Scott Hahn fue su honradez intelectual. Leyendo un libro católico, comprendió la inmoralidad esencial de la anticoncepción. Por entonces seguía teniendo muy mala opinión de Roma, pero
... descubrí que todos los reformadores -Lutero, Calvino, Zwinglio, Knox y todos los demás- habían mantenido sobre esta cuestión la misma postura que la Iglesia católica. Eso me perturbó aún más. La Iglesia católica tenía el valor y la integridad para enseñar esta verdad tan impopular. Yo no sabía qué pensar, así que recurrí a un viejo dicho de familia: "Hasta un cerdo ciego puede encontrar una bellota". Es decir, después de dos mil años, hasta la Iglesia católica daba por fin en el clavo en algo.
O, como suelen decir otros, la verdad es la verdad, la diga Agamenón o su porquero. Magnífico.
(La cita, claro, es de Rome, sweet home)
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