30 mayo 2009

Ojos que no leen

El doctor Haskell introdujo el fórceps y agarró las piernas del bebé, tirando hacia abajo. Una vez hecho eso, sacó el cuerpo y los brazos del bebé hacia fuera, todo menos la cabeza. El doctor dejó la cabeza dentro del útero. Los deditos del bebé se abrían y cerraban, mientras agitaba los pies. Entonces el doctor clavó las tijeras en la nuca del niño, momento en que los brazos del bebé se estremecieron, como una reacción de miedo, como lo que hacen los bebés cuando creen que van a caerse. El doctor abrió entonces las tijeras, introdujo un tubo de aspiración en la apertura y succionó el cerebro del bebé. El cuerpo del bebé quedó inerte. Después cortó el cordón umbilical y extrajo la placenta y arrojó al bebé en una bandeja, junto con la placenta y los instrumentos que había utilizado.


Tal vez cuando lo publiquen en el National Geographic despierten las conciencias que suelen clamar contra las matanzas de focas o las corridas de toros. Al fin y al cabo, se trata de seres vivos. Es la mera descripción de un "aborto por nacimiento parcial", penalizado en los Estados Unidos gracias a este testimonio, lo que no impide que se realicen al amparo de la ley otros abortos no menos bárbaros, como puede ver en Youtube cualquier ojo mayor de edad (a los 16 años no se pueden ver estas cosas, oh, faltaría más.)

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27 mayo 2009

Inconfidentes


Europa está viviendo un amanecer chestertoniano. Los fans del autor de Ortodoxia crecen por momentos, lo cual es para felicitarse, pues eso quiere decir que aumenta el número de fanáticos del sentido común. Hilaire, Gilbert y Frances es un blog dedicado exclusivamente a temas relacionados con Chesterton. Su autor, que firma precisamente GKCh, acaba de concederme un Premio Inconfidentes, que al parecer se otorga a los que luchan por la libertad. Me deja abrumado y agradecido. Aprovecho para recomendar Hilaire, Gilbert y Frances a todo ser con inteligencia que pase por aquí.

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25 mayo 2009

El zoo de cristal


Quizá a esta obra le falten vitaminas en la medida en que no tiene microbios, por emplear el ocurrente símil del marqués de Estella. Puede ser también que la fuerza de las actuaciones en pantalla (Newman, Brando, Clift) aporte la tensión, el desgarro, o lo que sea, que echo en falta aquí. Lo que quiero expresar es que mi conocimiento, sólo cinematográfico hasta ahora, de Tennessee Williams, arrojaba el saldo de una saludable intensidad emocional que venía a compensar los excesos de impudicia por los que también era reconocida esta dramaturgia. Y no me ha producido ese efecto El zoo de cristal, ni en lo uno ni en lo otro.

Lo que sí es cierto es que aparece ya el típico personaje de Tennessee Williams en esa mujer vulnerable e insegura como las figurillas de cristal que colecciona. Una mujer sin suerte en la vida, si puede hablarse de suerte cuando es su propia indecisión la que juega en su contra. Pero sí: su hermano brutal es otro paria sin suerte, a pesar de sus resoluciones drásticas. Por cierto, otro carácter muy de T. W. También lo es la madre absorbente, y la losa del pasado sobre ellos. En todo caso, me recuerda más esta obra a lo poco que conozco de Arthur Miller (la Muerte de un viajante, claro) que a las otras obras de Williams.

Nota redactada en febrero del 2005


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23 mayo 2009

Oído, Aído

Que en la época cristiana el concepto de dignidad humana, al igual que el de haber sido creado a imagen y semejanza de Dios, recibieron una fortísima impronta del cristianismo es una obviedad cultural. Y aquí encontramos ya el segundo error de Hoerster (y el de Singer): aun cuando ciertos contenidos no se hayan desarrollado y no hayan adquirido eficacia cultural más que bajo condiciones cristianas, eso no significa que dependan lógicamente de contenidos específicos de la fe cristiana o que se basen en artículos de fe de esa religión. Significa sólo que es patente que esa religión proporciona presupuestos especialmente favorables para dar vigencia cultural a dichos contenidos. Así, poco después del inicio del imperio de Constantino el Grande se promulgó la prohibición de marcar a los esclavos en los tribunales, basándose en el argumento de que también ellos llevaban en sí la imagen y semejanza de Dios, la cual no era lícito ultrajar. Con ello no se incluyó en el ordenamiento jurídico un dogma religioso, sino que se obtuvo un decisivo avance de humanidad en virtud de la influencia del cristianismo.

Martin Rhonheimer, Ética de la procreación

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21 mayo 2009

Seres vivos, pero no humanos


-Mira, Nick. Los mil doscientos ochenta comprenden también a los negros, porque los leguleyos yanquis nos obligan a contarlos; pero los negros no tienen alma. ¿Verdad que no, Ken?
-Muy cierto -dijo Ken
[...]
-Pero, ¿por qué no la tienen? -dije.

-Díselo, Buck. Haz que el viejo Nick alcance la verdad -dijo Ken.

-Sí, claro. Mira, Nick. Los negros no tienen alma porque no son personas.

-¿No? -dije.

-Toma, claro que no. Casi todo el mundo lo sabe.

-Pero, si no son personas, ¿qué son?

-Negros, negros y nada más. Por eso la gente les dice negros y no personas.


Jim Thompson, 1280 almas


No, no tiene excusa, esta gente, aunque por entonces no se supiera nada del genoma y todo eso. Pero, igual que los de hoy, preferían la hipocresía al cinismo: un sepulcro abierto huele demasiado mal. Para cubrirlo no hacen falta grandes teorías: no son personas..., no son humanos... ¿Cómo era aquello de "luego vinieron a por mí..., pero ya era demasiado tarde?"

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20 mayo 2009

Rosa Krüger


Causa vértigo leer, al final de Rosa Krüger, los papeles en los que Rafael Sánchez Mazas realiza el bosquejo de su novela, o bien su propia interpretación de la misma. Y no sólo por la osadía de querer novelar en ella la historia espiritual de Europa, desde los albores griegos hasta un deseable futuro; sino, además, porque te asalta la sospecha de que el tío lo ha conseguido.

Porque, en efecto, la novela es ambiciosa, pero convence. A mí, por lo menos, me ha convencido, aunque no creo que sea la del propio autor la única interpretación posible. En todo caso, Sánchez Mazas se sitúa claramente en un plano espiritual y simbólico, que rompe con todo lo que iba a ser la novela española a partir de entonces, salvo honrosas excepciones (Torrente, Cunqueiro). Este Teodoro Castells pertenece realmente a todos los tiempos, aunque el autor lo sitúe en su estricta contemporaneidad (años 30) y, al igual que en Pedrito de Andía, está presente Dante, pues la vida de Teodoro es realmente un viaje iniciático, con su donna angelicata incluida.

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19 mayo 2009

Desafío

Los automovilistas acalorados parecen no tener historia... En realidad, un atasco automovilístico impresiona pero no nos dice gran cosa.

El autor de estas palabras (L´Espresso, 21/6/1964) tuvo que tragárselas en cuento las leyó Julio Cortázar, que las colocó, como un trofeo de caza, al frente de uno de sus mejores cuentos, La autopista del Sur. Era todo un desafío.

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18 mayo 2009

Encuesta soñada

(Y, hoy por hoy, imposible.)

¿Cuál es la mejor novela española del siglo XX?

a) Rosa Krüger, de Rafael Sánchez Mazas.
b) Bearn, de Lorenzo Villalonga.
c) El bosque animado, de Wenceslao Fernández Flórez.
d) La sinrazón, de Rosa Chacel.
e) Don Juan, de Gonzalo Torrente Ballester.

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15 mayo 2009

El misterio de los hermanos siameses


Era forzoso que éste me gustase más que Cara a cara, ya que aquél me pareció decepcionante. La trama de ...los hermanos siameses es un número de ilusionismo con abundantes fuegos artificiales, cierto. Pero eso son la mayoría de las novelas policíacas. Aquí los llamados Ellery Queen juegan con el lector brillantemente, llenando de luces la acción y los escenarios ya desde el principio, con ese monte en llamas en que se ven envueltos los protagonistas y es casona de novela gótica en que va a transcurrir todo el asunto. Juegan también, en efecto, con los efectos típicos de la novela de terror: criados de aspecto fantasmal, una cosa monstruosa que se atisba, sobresaltos nocturnos... Ayuda también a la eficacia del juego la calidad de su escritura. Si vas con mentalidad literaria no podrás por menos que reírte del detective petulante que se convierte en una máquina de razonar y que maneja a los sospechosos como a muñecos. Pero son las reglas de este juego, a caballo entre la literatura y el crucigrama.

Nota redactada en diciembre del 2008

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14 mayo 2009

Democracia ramera

Todo lo que se venía diciendo de antiguo, todas las creencias y todos los decires están envilecidos -vulgata. La palabra democracia, por ejemplo, se ha vuelto estúpida y fraudulenta. Digo la palabra, conste, no la realidad que tras ella pudiera esconderse. La palabra democracia era inspiradora y respetable cuando aún era siquiera como idea, como significación algo relativamente controlable. Pero después de Yalta esta palabra se ha vuelto ramera porque fue pronunciada y suscrita allí por hombres que le daban sentidos diferentes, más aún, contradictorios: la democracia de uno era la antidemocracia de los otros dos, pero tampoco estos dos coincidían suficientemente en su sentido. Para el inglés es la democracia americana aquella constitución que permite al pueblo elegir cada cinco años un nuevo tirano. El presidencialismo sería sentido por el inglés como una tiranía con pulsación periódica de ritmo lustral. La palabra democracia, pues, ha quedado prostituida porque ha recibido sobre sí los hombres más diferentes. Esto es de sobra conocido y si yo ahora, un poco más enérgicamente, lo repito es tan sólo -conste así- porque basta enunciarlo para hacer patente que no es en palabras como esa donde puede resultar fértil y saludable apoyar la palanca para levantar la situación política del mundo. Si los políticos actuales, que son ciegos de nacimiento, creen lo contrario, pese sobre ellos íntegra la responsabilidad del fracaso.

Ortega y Gasset, "De Europa meditatio quaedam" (Berlín, 1949), en Europa y la idea de nación.

¿Significa lo mismo esa palabra (sobre la que, sin embargo, se apoyó el cambio de régimen en España) para los dos grandes partidos nacionales?

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13 mayo 2009

Quare fremuerunt gentes

Cada vez que aparecen nuevos indicios de que el 11-M fue lo que pensamos todos menos los que no quieren pensarlo, se me reproducen dos preguntas inquietantes:

¿Cómo fueron capaces de correr el riesgo de que el pastel se descubriera tarde o temprano (como muchos seguimos dispuestos a que suceda), teniendo en cuenta que eso les desacreditaría para siempre, por atolondrado que sea el pueblo que tragó el engaño?

Si fueron capaces de organizar un tinglado tan endiabladamente complejo para acceder al poder, ¿de qué no serán capaces para conservarlo? O, ¿cómo puede uno enfrentarse a semejante maquinaria de mistificación y propaganda?

Y sin embargo, el 11-M sigue distando de parecer lo que dijeron que fue: el auténtico mito de Elvis vivo es la versión oficial.

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11 mayo 2009

La fe ante el reto de la cultura contemporánea


Título en exceso prometedor para una colección de artículos, ponencias e intervenciones radiofónicas de Josef Pieper, una de las mejores cabezas católicas del pasado siglo.Todas las piezas tienen, sí, algo que ver con el mundo contemporáneo y con la fe cristiana, pero no es la obra de envergadura que trate de lo que dice el título con la profundidad que sería de desear. Me llamó la atención el discurso "Sacralidad y desacralización", que contiene agudos puntos de vista sobre el concepto a que alude el título. Quien quiera informarse sobre la diferencia entre el ritual y la magia, ha de leerlo. Quien se halla insatisfecho con los pobres rituales con que algunos curas deslucen la liturgia, encontrará aquí razones para su malestar: tal deslucimiento, en efecto, hecho con propósito de "humanizar" la acción sagrada, "reposa en un desconocimiento indigno del verdadero hombre, ya que va contra su naturaleza limitarlo a lo meramente humano... El espacio existencial verdaderamente humano abarca otros ámbitos distintos, y su hálito no es precisamente la atmósfera de una habitación". El tema continúa, de algún modo, en "Qué es una iglesia?", donde se concluye que es la voluntad de sacralizar un lugar determinado lo que constituye tal. Pero eso lleva a construir las iglesias de tal modo que se visualice lo sagrado. Mencionaremos también "Creaturidad y naturaleza humana", donde se demuestra cómo la filosofía de Sartre es insostenible por su propia concepción del absurdo; o "¿Sigue siendo actual el heroísmo?", donde se afirma no sólo la posibilidad, sino la necesidad de la fortaleza para hacer brillar la justicia.

Nota redactada en abril del 2003

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09 mayo 2009

Majorettes en el Vaticano

La Guardia Suiza podría admitir a mujeres en el futuro. Sin embargo,

personalmente me sigue estremeciendo aún que se pretenda convertir a las mujeres en soldados como los hombres; que ellas, que siempre han sido las guardianas de la paz y a quienes hemos visto oponerse al deseo masculino de pelear y guerrear, vayan ahora por ahí con ametralladoras, demostrando que pueden ser igual de belicosas.

Joseph Ratzinger, en Dios y el mundo

No creo que se pueda hablar de antimilitarismo en un hombre tan razonable como Benedicto XVI, sino sólo de un reconocimiento sereno de la diferencia; de esa diferencia prohibida de que habla Tony Anatrella.

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07 mayo 2009

Oye uno a veces teorías

sobre el matrimonio realmente desconcertantes. Se diría que estamos ante una especie de contrato feudovasallático que uno (una, sobre todo) firma en mala hora y del que tarde o temprano se arrepiente. Se diría que durante siglos y siglos las mujeres permanecieron estúpidamente uncidas por ese contrato, muertas en vida hasta que unos loros con carrera vinieron a iluminarlas.

Como si el matrimonio tuviera que ver sólo tangencialmente con los hijos; como si el ver a sus padres renunciar a sí mismos para encontrarse cada uno en el otro no fuese el faro, el referente fundamental en su educación. Y como si esas mujeres estúpidas que perseveraron junto a maridos exasperantes no lo hubieran hecho porque eran conscientes del valor de su fidelidad por encima de ciertos derechos.

Curiosas teorías, sí, que ya han frustrado la vida de muchas. De muchas, no de muchos: el egoísmo masculino prefiere una manceba con sueldo a una esposa tradicional. Complica menos.

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05 mayo 2009

El nombre del totalitarismo

Leo en El fascismo, de Stanley G. Payne:

Pero el concepto de totalitarismo es tan válido como útil si se define en el sentido preciso y literal de sistema estatal que trata de ejercer un control total sobre todos los aspectos importantes de todas las grandes instituciones nacionales, desde la economía y las fuerzas armadas hasta el sistema judicial, las iglesias y la cultura. [...] De hecho, un sistema socialista o comunista es el único que puede lograr el pleno totalitarismo, pues el control total requiere una revolución institucional total, que no se puede efectuar sino mediante el socialismo de Estado. El socialismo no ha de ser forzosamente totalitario, pero el totalitarismo ha de ser socialista, y el nacionalsocialismo, con su enfoque mixto, nunca hubiera podido establecer el modelo completo, aunque lo hubiera deseado, antes de 1945.

Sólo añadiría que, si bien el socialismo no siempre es totalitario, tiende a serlo como a su fin natural, ya trate de lograrlo a corto o largo plazo. Los españoles podemos dar doble fe de ello.

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03 mayo 2009

El doctor Zhivago


Contra lo que uno podía esperar, no estamos ante una novela de personaje, sino de entorno. Es cierto que la personalidad de Yuri Zhivago queda bien dibujada, pero cede protagonismo ante el paisaje, y no me refiero sólo a las vitalistas estampas del bosque siberiano, sino a la totalidad del paisaje, natural, urbano y también humano y hasta político. Lo que consigue Pasternak aquí, me parece, es que veamos transcurrir la historia como en una de esas filmaciones que reproducen aceleradamente el desarrollo de una flor o el correr de las nubes. La vida de Rusia, como un ser vivo, en los años de la revolución comunista, es lo que discurre ante los ojos de Yuri Zhivago y los nuestros propios. Dicen que David Lean es un cineasta de estética postalera. Pues, si es así, escogió bien la obra que debía llevar a la pantalla, y creo que la tradujo con éxito.

Claro que allí, en la pantalla, el amor entre Lara y Zhivago no puede por menos de resultar hollywoodiano, lo que es decir convencional. En la novela de Pasternak aprece como la fuerza capaz de plantar cara a la revolución. Lo que me pregunto es por qué tuvo que hacerlo adulterino. ¿Le parecía más auténtico? Ah, la sombra alargada de los trovadores...

Nota redactada en agosto del 2007

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01 mayo 2009

Y ahora, la peste.

Por si no bastaba con el hambre (cuatro millones de parados: ¡comed memoria histórica!, podría decir Aznar) ahora llega la peste. Muchos pensaban que se trataba de lacras medievales. Al orgulloso occidental no le vendría mal una temporada de vacas flacas, y poder decir, como san Pablo, que está acostumbrado a la abundancia y a la escasez. Y no, Dios no castiga. Para eso nos bastamos nosotros solos.

Por cierto, don Enrique sabe cómo empezó la peste.
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Quisiera ser tan buen gustador de la Comedia como Enrique, el otro. Mi única lectura me pasó resbalando. Tanto nombre, tanta oscuridad... Charles Moeller me puso hace poco, también, la miel en los labios, afirmando, encima, que lo mejor de ella es el Purgatorio y el Paraíso, desafiando la opinión común. Tal vez tenga que aprender bien el italiano e ir a la versión original.


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