06 noviembre 2008

(Hace medio siglo) La posguerra


"Confieso sinceramente que no entiendo cómo muchos amigos a quienes les parecía obligado, muy de acuerdo con las normas de León XIII y papas sucesivos... colaborar con la república de Lerroux y aun con la de Azaña y Largo Caballero, sientan ahora escrúpulos tan profundos en colaborar con Franco". Esta "extraña" actitud que pone de manifiesto Tomás Cerro, miembro de la Asociación Católica Nacional de Propagandistas, no era sino el comienzo de un fenómeno que se repetirá luego una y otra vez, y no sólo en España: el complejo de inferioridad de la derecha, o de cierta derecha, empeñada en ser más antifascista que nadie. El boicot de Aznar a Heider en el parlamento europeo no es sino el último acto de este sainete, del que lleva mucho tiempo aprovechándose la izquierda. El propio José María García Escudero, a cuyo cargo están los artículos introductorios de estas entregas, llama con ironía a Gil-Robles "antiguo campeón del posibilismo", al tiempo que destaca su actitud radical para con Franco. Suerte que este (en el fondo objeto de las envidias de casi todos) no tuvo ese complejo. Quizá sea cierto que si hubiera tratado de integrar, poco a poco, a la España vencida en su régimen, al cabo hubieran sido otros los malos de la película en este fin de siglo. Pero no quiso correr ese riesgo. No ganó una cruenta guerra de tres años para correr ese riesgo. Se me olvidaba decir que todos los artículos que componen este volumen mantienen un digno nivel de objetividad.

(Nota redactada en agosto del 2000. Se trata de un serial en fascículos que sacó el diario Ya hacia el 90, y que me dio por leer enterito cuando lo vi encuadernado.)