Hay cosas que vinculas a tu infancia y que tienen eso que se
llama un halo de magia, más que nada, quizá, porque lo recuerdas de modo
borroso, como vivido en segundo plano, como catando sólo las sombras, sabiendo
además que alguien lo estaba disfrutando en toda su plenitud. Es lo que me
sucede con los macrofestivales de rock de los 60:
Woodstock,
Monterrey,
Isla deWight. Me parece haber estado allí, aislado durante unos días, con la duración
que tienen los días en la niñez, “en un vasto dominio” que decía el otro,
aunque delimitado por unos muros que eran como el armario de Narnia, donde lo
que menos importaba era el escenario y lo que más la libertad y la compañía de
gente tan estupenda como estrafalaria. Cierto que a mis seis o siete años no
tenía ni idea de quiénes eran
Bob Dylan,
Jimi Hendrix o
Janis Joplin, pero ahora, cuando veo a
Dylan con su sombrero blanco, a
Hendrix con sus colores chillones o a la
Joplin desgañitándose y con sus gafotas, es como una reminiscencia.
Supongo que la televisión tiene algo que ver. También las modas.
Y mira que, visto hoy objetivamente, aquello fue una
zarrapastra infernal, un pozo de ácido lisérgico, fornicio y peste. Pasa con
tantas otras cosas, que tu mente agranda porque tú eras tan pequeño.
Cuento todo esto porque poco puedo decir de la Historia del rock que Jordi Sierra i Fabra publica en Siruela.
Viene a ser un epítome de la historia por fascículos, espléndidamente
ilustrada, que sacó en los 80, pero actualizado hasta nuestros días. Me llama
la atención, por cierto, que en las historias del rock que conozco se extiende
el concepto hasta abarcar todo lo que llamamos música pop (soul, sonido disco,
música electrónica, folk incluso), de
modo que aquí se dedica espacio hasta a esos espantos llamados acid house o hip-hop. Aporta también Sierra
i Fabra algo de historia económica, y así me entero del terremoto que
supuso, también en el mundo de la música, la crisis del petróleo del 73, sobre
todo por el encarecimiento de los discos, en cuya composición algo tenía que
ver el dichoso oro negro.
__