--Lo que no quita que, en la práctica, las mujeres alcancen escasa talla como ajedrecistas… Para que se haga idea: en la Unión Soviética, donde el ajedrez es pasatiempo nacional, sólo una mujer, Vera Menchik, llegó a considerarse a la altura de los grandes maestros.
--¿Y a qué se debe
eso?
--Puede que el ajedrez
requiera demasiada indiferencia respecto al mundo exterior.
(En Arturo
Pérez-Reverte, La tabla de Flandes,
capítulo XI)
