Semillas del Reich
... hay un tercera cosa que me gusta incluso menos
que las otras dos. No es el comunista, al atacar a la familia, ni el
capitalista, al traicionarla; es la vasta y asombrosa visión del hitleriano al
defender a la familia. Hitler defiende la independencia de la familia
haciendo que toda familia dependa de él y de su Estado semi-socialista; y
preserva la autoridad de los padres dictando autoritariamente a los padres lo
que tienen que hacer. Su idea de mantener sagrada la dignidad de la vida doméstica
es emitiendo órdenes perentorias al efecto de que el abuelo se levante a las
cinco para hacer ejercicios con mancuernas, o que la abuela camine veinte
millas hasta un campamento donde le darán una bandera con la cruz gamada. O sea
que interfiere en la familia mucho más que los bolcheviques, y lo hace en
nombre de la sacralidad de la familia. No anima más que las otras dos
manifestaciones sociales, pero por lo menos es más entretenido.
Sin mancuernas, sin cruces gamadas y sin apelaciones a la sacralidad de la familia, pero me suena.
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