30 noviembre 2012

18 de julio


... Nadie había querido una guerra, sino sus resultados, sus consecuencias. Los sublevados, la destrucción de la república, el establecimiento de un régimen bastante vago, pero que ya se iría perfilando. Los partidos del Frente Popular y los sindicatos, la gran ocasión para acabar con la República "burguesa" --aunque se conservara el sustantivo--, con las libertades "formales", para realizar la ansiada "revolución social". Un detalle mínimo, pero significativo, es que la calle del Príncipe de Vergara, en Madrid, se rebautizó durante la guerra (acaso creían que se trataba de un príncipe "de la sangre" y no de Espartero, el ídolo de los liberales del siglo XIX, el vencedor de los carlistas, que ahora estaban del otro lado); pero lo interesante es que se llamó "Avenida del 18 de julio", es decir, que esta fecha siniestra se celebraba también en el campo republicano.

Julián Marías, Una vida presente. Memorias I.

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