09 febrero 2008
A vueltas con la nota
Es cierto que la ya famosa nota de los obispos descalifica por igual a los dos partidos mayoritarios, pues ninguno de ellos va a defender con resolución la vida humana desde la concepción hasta la muerte natural. Ocurre, sin embargo, que uno de los dos partidos vive para esos atentados contra el ser humano, hace de ellos su norma programática, mientras que el otro se limita a consentir y dejar pasar. Esto puede dejar perplejo a quien aún no haya caído en la cuenta de que la defensa de la vida va a venir desde abajo, de instancias diferentes a los partidos. La opción de voto habrá de ir dirigida hacia aquel que se muestre más receptivo a tales instancias sociales. Ellos, por sí mismos, no van a tomar una iniciativa que tope de frente con las sensibilidades, reales o supuestas, de la calle.