Ningún problema con la filosofía de estos cuentos: es
el título que el editor ha tenido a bien poner a una serie de glosas de Eugenio
d´Ors. Al parecer, el prosista barcelonés llamaba glosas no sólo a
pensamientos más o menos sentenciosos sino a relatos breves como estos. Como
decía Cervantes de sus novelas, no habrá ninguno, si bien lo miras, del
que no puedas sacar alguna lección. Pero de ahí a llamarlos filosóficos... Si
acaso, filosofía de andar por casa, como la de Machado en sus
proverbios, hay en alguna pieza, como "Cara o cruz", sobre el obrero
que no aprendió a valorar el masaje por encima de la operación, y
que tras sobrevivir a una ectasia gástrica murió de un tiro en una huelga.
Esta filosofía de andar por casa es más frecuente en las
últimas secciones, "Historias de enfermos y viejos" y "Otras
historias", que en las primeras, donde brilla la imaginación de don
Eugenio a la hora de trazar semblanzas de tipos humanos, como en las
"Historias de mujeres", o de hacer "un vers de dreit nien",
un verso sobre casi nada, como Guillermo de Aquitania, en el "Libro de imágenes"
(¡esas "viñetas del calendario"!). Sin olvidar el pinito modernista de
"La copa del rey de Tule".
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