Voy a ser poco original, porque no voy a hacer sino alabar
una novela que se ha vendido como chuches y se ha leído, no me cabe duda, hasta
el punto de merecer una edición conmemorativa, creo que a los treinta años, en
el 2009.
De Torcuato Luca de Tena, desde Edad prohibida,
siempre me espero lo mejor. Esta vez superó todas mis expectativas. Tal vez los problemas humanos que plantea se queden
al nivel de lo psiquiátrico, de lo moral y de lo social, pero el modo de afrontar
esos problemas y de mostrarnos la psicología, tal vez no muy compleja, de los
personajes resulta deslumbrante. De hecho es una novela psicológica, social,
ejemplar, policíaca, documental, todo ello en las dosis requeridas para
satisfacer a un sector amplio de público sin quedarse en las banalidades de los
bestsellers habituales.
Es un bestseller, sí, y de ello da fe, de entrada, el
propio glamour de la protagonista, que se une luego a otros elementos
como los anabolizantes didácticos, para emplear la expresión de David
Viñas; los toques de horror y de sensualidad, desde luego el suspense e
incluso los momentos de emoción aventurera. Pero, insisto, todo ello se halla
medido con primor y nada resulta excesivo. Y el toque de genio, como suele
suceder en este hombre, está en la estructura narrativa, aquí consistente en un
habilísimo jugueteo con el lector acerca del carácter de la protagonista, que
nos mantiene en un constante vaivén: ¿loca?, ¿cuerda?, hasta el mejor final
feliz del último medio siglo (por no pillarme los dedos).
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