En el esquema mental impuesto a la sociedad española por el
régimen actual figura la idea de que la querencia dictatorial o militarista es
propia de la derecha. Por eso puede sorprender, a veces, consultar las
hemerotecas. En el editorial de El Sol (periódico nada sospechoso de
conservadurismo) del 20 de febrero de 1920, se afirma lo siguiente:
Todo hombre democrático, es decir, todo hombre que
respeta la idea del derecho debe preferir ver suspendida la legalidad a verla
burlada y escarnecida. He aquí por qué nosotros pedimos la Constitución de un Gobierno militar.
Y, más adelante:
¿Quién sabe si , a la postre, los militares, poco
preparados para construir un cosmos nacional, lograrán en cambio destruir el
tinglado de la ficción nacional, bajo el que nos ahogamos?
Antes de que llegaran las horas floridas de la Grecia
clásica, fue preciso, según la leyenda, destruir los monstruos y limpiar los
establos de Augías. Este duro menester no era faena para Platón: tuvo que
cumplirla Hércules.
(Citado por Gonzalo Redondo en Las empresas políticas de Ortega y Gasset)
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