"Soy de otra época", dice el presidente de
Uruguay. En efecto: para pensar que la legalización del aborto contribuirá a su
erradicación, hace falta ser de otra época. Lo que es legal pasa a ser lícito
en el subconsciente de muchos. Legalizar cosas como el aborto o la droga es
empuñar una pistola cargada teniendo parkinson. Dudo que todo esto lo ignore el
tal presidente. El otro día hablaba en clase de hipocresía en el siglo XVII.
Otro día tendré que dedicar la clase a hipocresía comparada.
...
«Es un esfuerzo inútil intentar contentar al que nunca se va
a dar por satisfecho, y hace de la diferencia su única razón de ser», dice otro
presidente, el de Castilla y León. Tiene copyright, y es de Julián
Marías, pero tampoco es que sea una conclusión al alcance sólo de
superdotados. Y apuesto a que el gobierno lo sabe, tanto como el de Uruguay
sabe lo otro. La contumacia de los políticos españoles en ese terreno, como en
otros, es uno de los grandes misterios de nuestro tiempo.
...
Como no soy muy de biografías, casi no sabía nada del Papa Francisco.
Y resulta que fue colega, y amigo de Borges. "No ha olvidado a sus
alumnos", ¡ay! También en esto un maestro.
...
¿Consensuar la educación? Eso implica que el PP se vuelva
socialista del todo o que el PSOE renuncie a la pulsión totalitaria. Mientras
nada de eso ocurra, tendremos una ley de educación cada cambio de gobierno. La
educación no se entrega cuando uno tiene un proyecto de sociedad. Que haya una ley
Wert significa que en el PP no está todo perdido. Que salga adelante, aunque
sea tan tímida, si en algo sirve para retrasar la llegada de la Albania
intelectual, por copiarle la expresión a un colega.
__