la conferencia de este dominico sobre la dichosa ideología. Claro, completo y con una retranca muy sabrosa.
Solo le pongo una pega: una leve concesión, al final, a ese
romanticismo tóxico que ha penetrado hasta las paredes de Santa Marta (“si se
quieren” y tal…). Pero creo que más bien se trata de defender al Papa y no empaña
su afirmación rotunda de la doctrina cristiana y de la ley natural.