Un chico de 23 años me contó que su hermana de 15 años le
había llamado un par de semanas antes para que hablara con su abuela, que la
estaba "sermoneando por vestirse como una fulana". Él le contestó:
"Lo siento, pero creo que esta vez tiene razón..." Ella se quejó:
"¡Pero si he dejado de vestirme así en casa! Yo no quiero vestirme como
una buscona, es solo cuando voy a clase. Tengo que ir así. Todas las chicas de
clase van vestidas como fulanas".
En Wendy Shalit,
Retorno al pudor
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