En Las cloacas del 11-M, Ignacio López Bru
dice que la COPE estuvo dividida aquellos días: mientras un sector (Apezarena,
Villa) dio pronto pábulo a la tesis islamista, hubo otros (Jiménez
Losantos, Cacho, Sánchez Vicente, López Schlichting) que
nunca tragaron. De hecho, es este un libro ad usum delphini, siendo en
este caso el delfín el entorno de Federico, por así decir, para el que
hay jabón a cubos y que le ríen la gracia en la contraportada.
Pero las cosas no fueron así. Una de las pocas cosas que
recuerdo de las que se dijeron en la radio al anochecer del día 11 es la frase
que he puesto en el título, dicha por Jesús Cacho con tono de sentar
cátedra y desengañar al personal. Oh, vamos, en aquellos días, la autoría
islamista era algo tan deseado por unos y tan temido por otros que todo el
mundo estaba emocionalmente preparado para aceptarla, desde que se le ocurrió a
Otegui. Menos historias de héroes y villanos.
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