¿Debate? Desde mi punto de vista la aprobación de tal cosa
como el matrimonio homosexual habría justificado una revuelta armada. Otra vez
Aristóteles:
quien niega lo evidente no merece argumentos sino azotes. ¿Qué se puede
debatir? Tal vez el concepto de matrimonio. Pero eso sería si hubieran dicho
claramente que querían destruirlo y edificar una cosa nueva bajo el mismo
nombre, que incluyese a homosexuales, polígamos, bestialistas y necrófilos no
porque huele mal. Pero también en ese caso, con la base de la sociedad
amenazada de muerte, la insurrección, a sangre y fuego si fuera preciso, se
habría impuesto como deber a cualquiera que no se hubiera contagiado de la
degeneración ambiente.
Bien mirado, el casorio gay es (por ahora) el último paso
lógico en la ruina progresiva del matrimonio. Muchas sociedades conocieron el
divorcio, pero una vez que se había llegado, gracias al cristianismo, al
matrimonio indisoluble como el más adecuado a la dignidad del hombre y del amor
humano, cualquier retroceso implicaba una carrera hacia la nada. Si la palabra
dada no vale un ardite, si el amor es como un ataque de lumbago, algo que
adviene y que un buen día se va, si el derecho a una felicidad superficial
prima sobre los derechos de los hijos, todo se ha perdido. Sólo la oposición
del feminismo frena hoy la poligamia, y con el bestialismo todo depende de lo
que progresen los defensores de los derechos de los animales.
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