13 octubre 2012

Dulcinea


La idea de Dios como conciencia del universo no creo que sea muy ortodoxa, pero la de Dulcinea como la imagen que Dios tiene de mí, es cuando menos interesante.

No es este mi yo deleznable y caduco; no es este mi yo que come de la tierra (y al que la tierra comerá un día) el que tiene que vencer; no es este, sino que es mi verdad, mi yo eterno, mi padrón y modelo desde antes de antes y hasta después de después; es la idea que de mí tiene Dios, Conciencia del Universo. Y esta mi divina idea, esta mi Dulcinea, se engrandece y se sobrehermosea con mi vencimiento y muerte. Todo tu problema es este: si has de empañar tu idea y borrarla y hacer que Dios te olvide, o si has de sacrificarte a ella y hacer que ella sobrenade y viva para siempre en la eterna e infinita Conciencia del Universo. O Dios o el olvido.

Miguel de Unamuno, Vida de don Quijote y Sancho 

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