después de coronar Fuentedé expresa,
mejor que un libro, muchas actitudes hacia la moral cristiana:
Había un demonio que me decía: "ataca, ataca..." Luego había un ángel que me decía: "conserva... no seas loco..."
Por supuesto, Alberto, hombre audaz y esforzado donde los haya, hizo caso al demonio.
Sancte Michael... Eso: ora pro ei.
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