14 julio 2012
Reaccionarios
En la fauna intelectual del siglo XX existe una curiosa especie que es el reaccionario no tradicionalista, también conocido como anarca, por su individualismo a ultranza sin nada que ver con el anarquista militante. He aquí cómo lo define Ángel Ganivet a propósito de Ibsen.
... es un defensor exaltado del individuo frente a la sociedad, y por este lado se aproxima a las soluciones del anarquismo; luego, por no someter la acción del individuo a ninguna cortapisa, cae en las mayores exageraciones autoritarias.
Nosotros los españoles no comprendemos bien este novísimo movimiento reaccionario, porque en España quedan aún muchos reaccionarios a la antigua que no han querido pasar por el arquillo de las conquistas democráticas; así, cuando alguien habla de reacción, es inscrito ipso facto en las filas del tradicionalismo, aunque predique la reacción en nombre del progreso. Porque lo original en las filas de los reaccionarios como Ibsen es que no se apoyan en las tradiciones ni en los privilegios, antes los desprecian; se apoyan en el fuero individual, en el derecho absoluto del individuo a luchar contra la sociedad y aun a destruirla para mejorarla. Para reformar la sociedad hay que reformar al individuo, y a este sólo se le reforma dejándole que luche sin consideración a los daños que pueda producir a los individuos menos aptos para el combate. En una palabra, "la fuerza es superior al derecho", que dijo y practicó Bismarck con excelente resultado.
En Cartas finlandesas/ Hombres del norte
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