De lo efímeras que son las famas literarias da fe, por ejemplo, el Albères. El Albères es un volumen sobre la literatura europea en los dos primeros tercios del siglo XX, muy puesta en sintonía con los acontecimientos históricos. Cita bastantes españoles para ser un francés, pero de vez en cuando me sorprende con un nombre totalmente ignoto. Por ejemplo, hablando del período 1930-42, dice que tardaron en aparecer novelas españolas con el tema de la guerra civil (¿?) y cita dos excepciones: una de Ricardo Fernández de la Reguera y otra de… ¡Martínez Pagán! (ni siquiera menciona el nombre), titulada Genaro. Es curioso, porque en mi casa solíamos decir “me llamo Genaro” cuando jugando a las cartas no acompañaba la suerte. Que se titulaba Genaro es lo único que he podido averiguar de esa novela y de ese autor. La única edición de que sabe Iberlibro es francesa. El Pedraza está igual: “… de otros muchos [novelistas exiliados] no nos han llegado más datos que algún título. Es el caso de […] Martínez Pagán [sigue el nombre en el misterio] con Jenaro [sic]…
No creo que le dé más vueltas. La mayoría de estos olvidados
están bien olvidados.