25 abril 2020

Karenin vencedor


La compasión por Anna, el arrepentimiento por haber deseado su muerte y, sobre todo, la misma alegría del perdón, no solo habían aliviado sus sufrimientos, sino que le habían comunicado una paz interior desconocida hasta entonces. De pronto comprendió que lo mismo que había sido fuente de padecimiento se había convertido en fuente de alegrías espirituales, y lo que le había parecido insoluble cuando condenaba, reprochaba y odiaba, se había vuelto claro y sencillo ahora que amaba y perdonaba.*

Aunque aún le tocará sufrir…

*(Cuarta parte, capítulo XIX. De Anna Karenina, por supuesto)