Pero, en fin, si he hablado de amistad , de estimación, de
fraternidad, no cabe duda de que he hablado de amor –aparte de haber hablado
también de amoríos—de amor en el más alto sentido y claro está que estoy
queriendo decir en el sentido cristiano.
Rosa Chacel, "Volviendo al punto de partida", en Revista de Occidente, 17 (1964). Recogido en Rebañaduras, p. 31