28 junio 2016

Flatus


En esta clase de conversaciones iniciales –en estas y en general en todas las conversaciones—no se emiten más que flatus vocis, no se formulan más que desencajadas e incoherentes trivialidades. Si cada noche en el momento de ir a dormir tuviéramos la fuerza y la osadía para recordar lo que hemos dicho durante el día, quedaríamos asustados de la cantidad de estupideces inútiles, gratuitas, generalmente malévolas, a menudo malignas, que durante las últimas horas hemos pronunciado.


La observación en este caso es del narrador de La calle estrecha, de Josep Pla (capítulo XVII)