Un soldado inglés describe a los de Estado Islámico casi
como milicianos de la guerra civil española (las reclamaciones a George
Orwell). Pero haríamos mal en prestarle excesivo crédito. Ellos tienen la gente
y la voluntad de poder. Cuatro tipos bastan para estrellar dos aviones en
cualquier parte.
Hoy por hoy, la única esperanza para Europa es la sangre de los mártires. Hay que movilizar recursos espirituales y humanos
para salvar al mayor número posible, pero no hay que perder de vista que esta
sangre está asegurando la auténtica primavera árabe, sembrando a manos llenas una
cosecha de cristianos que puede hacer palidecer la de los primeros siglos.
Europa y el mundo pueden acabar debiéndoselo todo a estos hermanos de los que
apenas se acuerdan los periódicos de aquí.
__