Siguiente conferencia del profesor Iglesias Feijoo: la narrativa esperpéntica de Valle. Podemos pensar, en efecto, que la corte de Isabel II no era de la devoción del carlista que se deja ver en las Sonatas y las primeras novelas. El problema es que, al tiempo que ridiculiza el régimen liberal, cae en el más ramplón antiespañolismo, esa endofobia que denunciaba el otro día José Javier Esparza y que está metida en el tuétano del mundo académico español. No tienen nada mejor esos profesores para ofrecer de lectura a los futuros bachilleres que Luces de bohemia, por ejemplo, donde la asunción de la leyenda negra es explícita y descarada.
…
Por el programa que Fernando
Díaz Villanueva dedica al Sahara me entero de que lo de Polisario es un
acrónimo: Frente por la liberación del Sa[…] y Río de Oro. No
cogí al oído cómo se llamaba esa otra parte que junto con Río de Oro formaba la
antigua provincia española. Ingeniosos, los chicos. Toda la vida preguntándome
por el origen de ese que parecía un adjetivo y no.
Sobre el Sahara como provincia: me hubiera encantado que
siguiera en nuestro poder. Claro que habría opinado otra cosa si me lo llegan a
dar como destino profesional… Pero oh, esos coches con la matrícula SH…
…
Tu quoque, fili… Et
tu, Brute… Mi admirado viñetista Nieto
se descuelga con un “el otro día bendije a un cuarteto de cuerda, sin
preguntarles por su repertorio” … Que no es lo mismo, Nieto, caramba. Se bendice (= se ensalza, se loa, se exalta, se
honra, se encumbra) a una sociedad cuando sus fines son beneméritos, loables,
honrados, es decir, acordes con la voluntad de Dios. Bendecir a una banda de
ladrones, al personal de un prostíbulo o al equipo quirúrgico de un abortorio
es bendecir el latrocinio, el fornicio o el aborto, por más que te quieras
engañar diciendo que no bendices al vosotros
sino al tú + tú + tú, o que es una bendición pero pequeña. La ingesta de ruedas de
molino está desaconsejada por todos los endocrinólogos.