17 abril 2023

Los pasos contados, I

Aunque se lee con gusto, el primer volumen de las memorias de Vizcaíno Casas no es tan interesante como los siguientes. Normal: su infancia y juventud interesan lo justo, salvo en lo que concierne a la guerra civil. Supongo que para él supuso un ejercicio de catarsis el contar cómo tuvo que desengañar a su padre en lo que respecta al negocio familiar, que no quiso continuar. Al pobre hombre le clavó “un puñal en el corazón”… En fin, es el drama de tantas y tantas familias. Por lo demás, lo animado de la narración hace que lamentes no haberte dedicado al periodismo cultural, que Vizcaíno ejerció desde bastante joven. Con respecto a su otra faceta, la de abogado, habla menos, pues las memorias acaban, creo recordar, sin que nuestro hombre haya terminado la carrera, aunque seguimos paso a paso su brillante historial, lleno de matrículas de honor que iba presentando con orgullo a sus señores padres, como para resarcirles de la puñalada. Lo que destaca es la tremenda capacidad de trabajo de este hombre, ya que además de simultanear el estudio con el periodismo, le daba tiempo a escribir y estrenar alguna obra de teatro.

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