07 enero 2023

El cansancio de ser libres

Es una selección de artículos de Aquilino Duque editada por la Universidad de Sevilla, con el título de uno de ellos. La sociedad, la política y la cultura son asunto de estos artículos, en los que se pone de manifiesto le elegancia con que don Aquilino sabía dirigir sus críticas, en el fondo aceradas, contra los vicios de nuestro tiempo. Temas recurrentes son los separatismos en España y la inversión de valores de nuestra época, pero también hay espacio para lo literario, siempre en relación con la realidad española: así los artículos finales sobre Camoens, de cuyos Lusíadas Duque realizó una edición bilingüe.

Sobre esto último, llama la atención cómo don Aquilino era partidario de una unidad hispánica, partiendo simbólicamente de la base de que la Península Ibérica es una cabeza (cabeza de Europa) cuyo cráneo es España y Portugal su rostro. Por lo mismo, insiste, siguiendo a Unamuno, en que todo español culto debería tender a conocer lo mejor posible todas las lenguas peninsulares. Destaca también cómo Camoens hablaba de sí como un español (“gente muy brava de España”, o algo así, eran los portugueses según un verso de los Lusíadas), pero cuidaba de distinguirse de los castellanos, con los que Portugal entraría en conflicto al poco de la muerte del poeta. Poeta que lo fue también en castellano, por cierto.

Dentro de esa elegancia de estilo que antes señalaba, entra esa ironía muy característica de Duque, ornada con una creatividad verbal que envuelve en plata sus críticas más mordaces. Me refiero a expresiones como las “minorías abyectas”, los “listos útiles”, el “fascismo ilustrado”, o la que prefiero sobre todas, “la censura del sector privado”: una censura que ha funcionado a pleno rendimiento contra ciertos sectores ideológicos desde el fin del franquismo y a la que, merced a su buen desempeño, ha llegado la hora de extenderse al sector público, como bien pudo experimentar el propio Aquilino Duque en sus últimos años.

__