27 julio 2016

El sacrificio


Este volumen es una tríada de conferencias que ofreció René Girard en la Biblioteca Nacional de Francia, y mi primer encuentro con este autor al que he visto alabado en los últimos años por personal del que me fío absolutamente, como el sin par Enrique. Creo que he acertado al elegirlo, porque sitúa bastante bien al lector sobre el pensamiento de Girard en torno a lo que indica el título, que viene a ser su tema central, es decir, el sacrificio como una constante en las culturas antiguas, resultado de dirimir las viejas rivalidades ocasionadas por lo que él llama mímesis: un concepto este que sí requeriría tal vez un vistazo a algunas de sus otras obras, pues aquí no me queda muy claro. Por lo que deduzco, nos comportamos, los seres humanos, como niños antojadizos que dicen "yo también quiero", y nos peleamos con quienes quieren lo mismo. Al final, alguien paga el pato y todos contentos... hasta que se repite el proceso.

Para Girard, Cristo nos sacaría de este círculo diabólico, pues el suyo no fue un sacrificio al uso, sino un crimen, un acto que no libró de culpa a quienes lo cometieron y que hace que el sacrificio humano no pueda volver a concebirse como un acto de justicia. Otra cuestión, añado, es que la muerte de Cristo (con su resurrección) tuviese un valor redentor, como profesamos, pero para cada hombre que la hace suya mediante la incorporación a Cristo por el bautismo. Cristo, pues, no nos sustituye en la expiación, sino que la hace posible para nosotros mediante su propia kénosis. Esto no está en Girard, o al menos yo no lo he visto, pero es imprescindible, creo, para comprender por qué Cristo no es un mero chivo expiatorio.

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