Si tú te paseas por la calle llevando en la mano un fajo de
billetes de cincuenta y te lo birlan, el culpable es el ladrón. Lejos de mí
afirmar lo contrario.
Pero, desde luego, tú eres imbécil. Y un borrego: vives en
una cultura que promueve insensatamente la exhibición de las riquezas
personales y tú te sometes servilmente a ese "tanto tienes tanto
vales" como si fuese eso lo que te avalora como persona. Te crees
protegido por una mentalidad (esta sí, muy sensata) que considera odioso que
ciertas cosas se tomen por la fuerza. Pero los amigos de lo ajeno no se
arredran, y ojo, que hay otras culturas para quienes (no sin cierta lógica)
determinadas exhibiciones equivalen a un ofrecimiento.
Por decir estas cosas te pueden despellejar a tiras. Pero
alguien tiene que empezar a decirlas. Y sé que Suecia no es lugar propicio para
andar exhibiendo según qué: estoy generalizando la cuestión, y tratando de
poner de relieve algunas incoherencias de nuestros modos de pensar.