Cogí este libro por recomendación del llorado Ricardo
Yepes, en la bibliografía que aparece al final de su Entender el mundo
de hoy. Ya me suponía que en el año que corre estaría desfasado, por lo
menos en parte. Lo está, por supuesto, en el apartado de las realidades
políticas, pero no deja de tener su interés el ver cómo se contemplaba el
futuro a la altura de 1989. Drucker, por ejemplo, habla ya de la
desaparición del imperio ruso, cuando aún no se había desmembrado la
URSS.
El problema es que no sé hasta qué punto el resto de sus
pronósticos estaba acertado: son tan generales que se necesitaría a alguien con
mayor capacidad de análisis que el que suscribe para asegurarlo. Este apartado
de las realidades políticas, por ejemplo, precede a un estudio sobre el
"Estado y los nuevos pluralismos", donde, de modo quizá demasiado
optimista, observa una retirada del Estado a favor de una pluralidad de
instituciones dedicadas a los servicios sociales y surgidas de la propia
sociedad. Tras una tercera parte dedicada básicamente a la economía y la
empresa, termina con una cuarta titulada "La sociedad del
conocimiento": me llevo las manos a la cabeza cuando le leo partidario de
eso que llaman "aprender a aprender"; pero siguiendo la lectura me
entero de que se trata de que el sistema educativo sea capaz de hacer que sus
alumnos retengan durante largo tiempo y hagan rendir lo que han aprendido en la
escuela. O sea, aprender de modo eficaz. En fin, son solo unas calas en un
libro que daría para un montón de comentarios y debates.
__