El contenido de este libro responde más bien a su subtítulo,
que es La cultura en el nacionalcatolicismo. Es decir, no se trata tanto
de estudiar las diversas posturas de los intelectuales ante el régimen de
Franco como de ofrecer una panorámica de los diversos campos de la cultura
española en las décadas de los 40 y 50, que es el período que el autor
considera nacionalcatólico. Todo ello precedido de un análisis de la época y un
intento de definición del franquismo que no aportan gran cosa. El afán es en cierto
modo reivindicativo, y de ello es índice el que se termine el libro con dos
apéndices constituidos por sendos artículos de Julián Marías, el famoso La
vegetación del páramo y otro posterior en la misma línea, es decir, la de
desmentir la idea de que aquel régimen fue nefasto para la cultura. Y, como Marías,
Martín Puerta lo hace desde una posición de moderada distancia frente a
dicho régimen.
Un punto en el que insiste el autor es que el franquismo no
fue ni de lejos un régimen fascista y que el sector más cercano a esas ideas,
el nacionalsindicalista, fue mantenido siempre en un plano muy secundario por Franco,
reducido a un elemento decorativo cuando semejantes cosas daban puntos en la
escena internacional, y casi desaparecido cuando eran otros los vientos:
"un elemento a administrar con mayor o menor intensidad". Por lo demás,
el interés del volumen está en ciertos datos de hemeroteca que ayudan a revisar
ciertos tópicos y que iré insertando por aquí en lo sucesivo.
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