14 septiembre 2014

Prefiero un fanático a mil sabandijas




Esta vez se acabó, Mariano. Estaba cantado, pero no por eso duele menos.

¿Vosotros tenéis principios? Sí, claro: negociables, como los de Groucho. ¿Quién queréis que os mire con respeto? Si hubierais sacado adelante vuestra tímida y tramposa ley, a lo mejor me habríais engañado en las generales. Ahora mismo me estoy planteando entregar el voto a los fanáticos, no porque ellos defiendan esa causa con la que vosotros comerciáis, que ya sé que no; sino para echar abajo cuanto antes vuestro lamentable tinglado. Porque ellos sí tienen principios, y entre ellos figura el de acabar con tanto chalán, tanto arrastrado, tanto progre de tienda de chinos como bulle bajo la doble p. Y espero que sea contra una tapia y por la espalda. Ellos tampoco pagan traidores, me temo.

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