Esta vez se acabó, Mariano. Estaba cantado, pero no por eso
duele menos.
¿Vosotros tenéis principios? Sí, claro: negociables, como
los de Groucho. ¿Quién queréis que os mire con respeto? Si hubierais sacado
adelante vuestra tímida y tramposa ley, a lo mejor me habríais engañado en las
generales. Ahora mismo me estoy planteando entregar el voto a los fanáticos, no
porque ellos defiendan esa causa con la que vosotros comerciáis, que ya sé que no; sino para echar abajo
cuanto antes vuestro lamentable tinglado. Porque ellos sí tienen principios, y
entre ellos figura el de acabar con tanto chalán, tanto arrastrado, tanto
progre de tienda de chinos como bulle bajo la doble p. Y espero que sea contra
una tapia y por la espalda. Ellos tampoco pagan traidores, me temo.
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