El mérito de este hombre fue hacer unos arreglos muy
decentitos que dejaban los rockabillies de los 50 perfectamente reconocibles
pero con la cara lavada, por así decir,
a base de una instrumentación más rica y una voz de las que hay pocas.
Los grandes fans de los Vincent, Burnette, Cochran y demás
me quemarán en efigie por esto que digo, pero vivo en un tiempo en que mola ser
hereje.
De la primera cara de este disco se extrajeron tres singles,
Rock billy boogie (de Johnny Burnette), Black slacks (de Bennet)
y All by myself (de Fats Domino, el abuelo rocker de Louisiana,
del que realiza una versión espectacular). The catman era una producción
propia que homenajeaba a Gene Vincent. Y la sorpresa del disco, para mí
al menos, estaba en su cara B, donde Gordon luce poderío vocal en unas
melodías ya bastante alejadas del rock, tales como Wheel of fortune, Walk
on by y el impresionante It´s only make believe. Ya en otro lugar
dejé dicho que Rock billy boogie (1979) supuso el espaldarazo para este
hombre, después de que Link Wray le ayudara a escalar. Aquí la guitarra
creo que era de Chris Spedding, pero no lo aseguro.
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