O
mejor dicho, las dos cosas: disculpas y a la calle. He tenido que oír que el ministro del interior ha pedido disculpas por decir que las víctimas del terrorismo buscan venganza, para creerme que lo haya dicho.
Que un miembro del Sindicato de Estudiantes confunda venganza y
administración de justicia, es comprensible; que lo haga un ministro del
interior normal (quiero decir, no del GAL) está aún por bautizar.
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